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Un prototipo de Nissan. E. C.
Los coches del futuro según los expertos KPMG

Los coches del futuro

Los directivos del sector creen que dentro de dos décadas aún coexistirá la fabricación de automóviles de combustión interna con los eléctricos de batería, de pila de combustible e híbridos

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Jueves, 31 de enero 2019, 00:21

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El automóvil del futuro vivirá a caballo entre dos mundos. Aunque distintos gobiernos -entre ellos, el español- ya han puesto fecha de caducidad a los coches tradicionales, lo cierto es que dentro de dos décadas, en 2040, aún se dará una coexistencia 'pacífica' entre los distintos tipos de movilidad. Esa es, al menos, una de las conclusiones del XX Informe Global sobre Automoción de KPMG, elaborada a partir de las opinión de casi 1.000 directivos de los sectores del automóvil y la tecnología, así como de unos 2.000 consumidores de todo el mundo.

El estudio dice que en 2040, y a nivel mundial, se dará una «distribución bastante equitativa» de la fabricación entre vehículos eléctricos de batería (un 30%), híbridos (25%), eléctricos de pila de combustible (23%) y de combustión interna (23%). Y que, hoy día, la primera opción de compra de los consumidores la representa los coches híbridos, seguidos muy de cerca por los de combustión interna. Es significativo que, respecto a anteriores ediciones del informe, se muestren menos interesados en los vehículos de batería los de pila de combustible.

Así pues, los fabricantes consideran que deben continuar invirtiendo y reforzando sus funciones tradicionales, pero al mismo tiempo han de establecer «una clara estrategia de posicionamiento ante las nuevas demandas del consumidor» en materia de conectividad y digitalización, las nuevas tendencias por las que transita el sector. A pesar de ello, la mayor parte de los directivos encuestados no piensan que la rentabilidad de sus empresas vaya a caer.

Sin embargo, los expertos de KPMG advierten de que los fabricantes de automóviles deberán hacer frente a «unas condiciones más exigentes y una contracción de los mercados globales para los que deben prepararse». En opinión de Begoña Cristeto, socia de la consultora en España -y secretaria de Estado de Industria y pyme del Gobierno durante la segunda legislatura de Mariano Rajoy- «estamos ante una nueva tormenta perfecta, que sitúa a la industria de automoción ante retos complejos y que obligarán, a diferencia de lo ocurrido en el pasado, a incorporar nuevas capacidades fuera de sus competencias tradicionales, para responder a las demandas de nuevos servicios de un consumidor más exigente».

Sin embargo, Cristeto cree que en el caso concreto de España, el sector «cuenta con experiencia contrastada y ejecutivos cualificados que han trabajado intensamente para hacer de esta industria un sector competitivo en escenarios adversos y globales, y ya está trabajando para posicionarse en este nuevo ecosistema de movilidad». La clave que, a su juicio determinará en buena parte los resultados, «será la capacidad para incorporar estos cambios a la velocidad que el entorno va a requerir y con la diversidad que cada entorno local va a exigir».

La agenda la marcan los políticos y el regulador

El informe recuerda cómo desde hace décadas las compañías han marcado la agenda tecnológica en la industria de la automoción, que a partir de ahora dependerá «más que nunca de las decisiones políticas y las regulaciones», cuyos requerimientos de sostenibilidad «establecerán las condiciones para el futuro». Y piensa que cada país desarrollará en mayor medida «aquellas tecnologías relacionadas con sus recursos disponibles» para crear un «ecosistema global diverso». Por ejemplo se espera que, mientras Estados Unidos se centrará en los motores de combustión interna, China dominará el mercado de la movilidad eléctrica, la conectividad y la digitalización.

Este tsunami que pondrá patas arriba el sector también afectará a los canales de venta. Según la opinión de los encuestados, el número de concesionarios se reducirá o se concentrará entre un 30% y un 50% hasta 2025.

El estudio asegura que ninguna de las marcas dominará la cadena de valor en solitario, de forma que aumentará «la disposición a cooperar entre ellas en el futuro». No obstante, los directos encuestados citan a Toyota como la mejor posicionada para el futuro, por delante de BMW y el fabricante de coches eléctricos Tesla.

Dieter Becker, responsable global de Automoción de KPMG, considera que la industria automovilística «tendrá que acostumbrarse a salir de su zona de confort durante este periodo de cambio». El directivo aprecia cierta incertidumbre «en el ámbito de los nuevos negocios que surgirán con la incorporación de las nuevas tecnologías digitales al sector de la automoción». De hecho, la mayoría de los fabricantes de vehículos encuestados creen que podrán gestionar «una plataforma de servicios más amplia para ofrecer estas nuevas capacidades».

Las expectativas de «un ecosistema conjunto de movilidad y logística» aumentan entre los directivos. Un 60% de ellos cree que en el futuro se dejará de diferenciar entre transporte de personas y de mercancías. Se trata del porcentaje más alto que se manifiesta en este sentido desde que comenzó a realizarse esta encuesta. «Una cosa está clara: ninguna empresa va a ser capaz de gestionarlo sola. Los directivos se están concienciando, el 83 % de ellos asumen que con el surgimiento de nuevos modelos, las empresas deberán replantearse la necesidad de cooperación para crear un ecosistema de movilidad. La empresa que ofrezca la mejor experiencia de cliente para personas y mercancías probablemente será la propietaria de la plataforma», dice Becker.

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