Una cantata sobre pensiones congeladas y salarios recortados
En 'Nostra culpa', el compositor Eugene Birman reflejó una discusión pública del 'nobel' Paul Krugman y el presidente estonio acerca de la austeridad tras la crisis
CARLOS BENITO
Domingo, 12 de julio 2020, 02:02
'Nostra culpa' es uno de esos productos culturales que resultan de acumular rareza tras rareza. Para empezar, está su origen: no suele resultar muy habitual que un premio Nobel de Economía y un jefe de Estado se enzarcen en una acalorada discusión pública, pero eso es justamente lo que ocurrió en 2012 entre el economista Paul Krugman y el presidente estonio de aquel momento, Toomas Hendrik Ilves. La crisis financiera de 2008 había azotado con dureza al país báltico y Krugman criticó en su blog del 'New York Times' las medidas de austeridad adoptadas por las autoridades. El socialdemócrata Ilves (un hijo de refugiados estonios que nació en Suecia y creció y estudió en Estados Unidos) reaccionó a los argumentos del 'nobel' con una andanada de tuits que tiene pocos precedentes en el panorama político internacional. Tachó a Krugman de «engreído, autoritario y condescendiente» e hizo un uso virtuoso del sarcasmo: «Pero, claro, ¿qué sabemos nosotros? Solo somos unos europeos del este, tontos y estúpidos. Poco ilustrados. Algún día también lo entenderemos. Nostra culpa», escribió.
Sí, aquel intercambio de tuits fue una cosa poco corriente, pero más inesperado todavía fue que acabase convirtiéndose en una cantata en dos movimientos. El compositor Eugene Birman, nacido en Letonia, y el libretista Scott Diel, afincado en Estonia, pusieron manos a la obra para transformar las palabras de Krugman e Ilves en una composición de quince minutos pensada específicamente para la voz de la mezzosoprano estonia Iris Oja. El inaudito empeño fue muy celebrado tanto en los círculos económicos como en los musicales, que pronto definieron el resultado como la primera 'ópera de Twitter', indiferentes al detalle de que de ópera no tuviese mucho.
Dos monolitos
El libreto recopila expresiones literales de los dos contendientes y las articula en estrofas, sin citar los nombres de Krugman e Ilves ni atribuir a quién corresponde cada formulación. «¿Triunfo económico? / Un experimento natural. / Las maravillas de la austeridad», dice la primera estrofa. «Austeridad en un erial. / Europeos del este tontos y estúpidos, / poco ilustrados. / Nostra culpa», cita otra. «Pensiones congeladas, / salarios rebajados, / devaluación interna», describe una tercera. Tanto las líneas melódicas que canta Iris Oja como el acompañamiento instrumental son dramáticos y abruptos, igual que la crisis que los inspiró.
«Como toda buena pieza, 'Nostra culpa' arranca con un golpe y una explosión. Aquí, es el hundimiento del sistema financiero mundial —escribió el compositor con ocasión de la presentación de su obra en Hungría—. Lehman Brothers y compañía fracasaron en un abrir y cerrar de ojos. Todavía estamos sufriendo las repercusiones, así que el resto de la pieza, sus dos movimientos como dos firmes monolitos, están el uno frente al otro, rehusando comunicarse, de manera muy parecida a los propios Krugman e Ilves».