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Alberto Ahedo, director general.
El 'búho' amplía su territorio

El 'búho' amplía su territorio

BOJ Global, fabricante del mítico sacacorchos con forma de ave, diversifica su negocio con la distribución de menaje y pequeño aparato eléctrico de gama

jorge murcia

Lunes, 29 de julio 2019

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Pocas casas, restaurantes o txokos hay en Euskadi que no tengan un 'búho', el mítico sacacorchos con forma de ave rapaz. Se trata de una invención vasca, del diseñador industrial David Olañeta, que en 1932 creó el que iba a ser el producto más icónico de BOJ. Una empresa eibarresa dedicada a la fabricación de sencillas piezas de metal, como insignias de fútbol, medallas o hebillas de cinturón. Desde entonces, la compañía guipuzcoana (rebautizada como BOJ Global) ha sido un referente a escala mundial en el nicho de los utensilios relacionados con el vino: sacacorchos, collares antigoteo, decantadores, tapones...

Pero el 'búho' ha decidido que ya es hora de ampliar su territorio. Hace unos meses la empresa dio un paso adelante con el objetivo de «diversificar un poco las líneas de negocio y seguir creciendo a nivel internacional en mercados incluso en los que el vino no es importante», explica Alberto Ahedo, director general de la firma. La apuesta consiste en comercializar menaje del hogar y pequeños aparatos eléctricos, con la palanca de una vasta red de distribución que quedó huérfana de negocio con la caída de Fagor Electrodomésticos. «A esa gente les propusimos el proyecto y quedaron encantados», añade Ahedo.

BOJ Global se introduce así en un mercado aparentemente saturado, con poco hueco que llenar. Pero el director general de la compañía cree que la apuesta es «coherente» ya que descansa sobre un producto de gama «media-alta» y que se dirige además «a muchos distribuidores de los canales tradicionales del mundo del vino, como el ferretero y el hostelero, que también compran ese tipo de producto. Hay que tener en cuenta que una central de compra para hoteles, o el propio El Corte Inglés compra tanto sacacorchos y productos del vino como menaje y aparatos eléctricos». Y tampoco se cierran las puertas del cliente doméstico.

La empresa vasca no tiene «ni intención ni necesidad de ser el número uno en nada». El objetivo es distribuir «producto de calidad y alto valor añadido». No se trata, por tanto, de entrar en ese mercado «donde la pelea está en el precio, y en el que 36 o 40 marcas distintas ofrecen las mismas prestaciones». El portfolio de BOJ Global ofrece menaje y pequeños aparatos eléctricos «novedosos en sus prestaciones» y acordes «a la imagen de marca de nuestra empresa en el mundo del vino, en la gama media-alta. Porque en el mercado estándar de ese producto no hay ni hueco ni negocio», sostiene Ahedo.

La fabricación de esta nueva gama de productos correrá a cargo de socios, preferentemente de la Unión Europea. «Tenemos acuerdos con portugueses, italianos, franceses y también algunos españoles», dice Ahedo. El objetivo de la apuesta de BOJ Global es «diversificar, pero sin perder el norte». La brújula la seguirá teniendo el 'búho' y esos productos del mundo vinícola «por los que somos conocidos. Aunque lo otro, claro está, va a dar más facturación y nos permite ampliar la gama de producto».

La clave del éxito de BOJ durante las casi nueve décadas de existencia del 'búho' (la empresa fue creada bastante antes, en 1904, por Manuel Barrenechea, Bernardo Olañeta y Vicente Juaristi) ha sido «la calidad, y un diseño que en aquel entonces era innovador y rompedor. De hecho, nuestro sacacorchos está considerado por varias instituciones como una pieza emblemática del diseño del siglo XX por su robustez y simplicidad». Luego vendrían otros productos, como el sacacorchos de pared (1956), o el de espiga. Utensilios que han experimentado mejoras tanto en sus mecanismos como en el diseño. De tal forma que también han acabado por convertirse en piezas decorativas «a través de rediseños, lacados especiales, o pinturas a juego con el color de los electrodomésticos».

En esta nueva andadura, el horizonte se prevé aún más amplio para una empresa que exporta el 98% de su producto a más de una treintena de países. La idea es aprovechar «la imagen de marca que siempre hemos tenido en el sector» para expandirse en otros mercados gracias a la red de distribuidores del extinto grupo Fagor Electrodomésticos. De ahí que el objetivo declarado de la empresa sea duplicar en los próximos cinco años la facturación, hasta los 55 millones de euros, y crear 40 nuevos puestos de trabajo.

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