Las artimañas jurídicas de las grandes compañías
Econfidencial ·
Contratar a los buenos, a los mejores, a todos los posibles, para que jamás puedan venir en contra. Esta es, a grandes rasgos, la estrategia ... que adoptan las grandes compañías españolas en materia de asesoramiento legal para reducir riesgos. Si las diez mejores firmas de abogados del país trabajan para tí, ya sabes que nadie les va a poder contratar para presentar una demanda en tu contra porque eso les llevaría, como se conoce en el argot, «a conflictuar». Dice el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua que el término -un anglicismo ya trasladado a nuestro idioma- significa «sufrir un conflicto interno o preocupación que pueden llegar a condicionar su comportamiento».
Así las cosas, las grandes compañías del Ibex se copian la estrategia. Cogen la lista de los principales despachos de abogados del país, allí donde se suponen que están las mentes más preclaras y van repartiendo juego. Tú me llevas el asesoramiento fiscal, tú el laboral, tú el de supervisión de los contratos, tú los litigios instados por los clientes y así una larga lista de materias que segmenta con precisión las necesidades de asistencia en materia legal de las grandes corporaciones. ¿Resultado? Ninguna de esas grandes firmas podrá ser contratada por alguien que quiera venir de frente, con una demanda de por medio. Esta práctica está cada vez más extendida. Es más que probable que sea ésta la causa, por ejemplo, de que en la demanda presentada por Iberdrola contra Siemens, en torno a sus desavenencias en el seno de Gamesa, no hayan aparecido en alguno de los dos bandos las grandes firmas de abogados sino despachos más modestos. Y eso pese a que detrás del pleito el interés se puede medir en algunos cientos de millones de euros.
Aseguran los expertos que esta situación ha generado sus propios efectos en el mercado de las firmas de asesoramiento legal, hasta el punto de imitar algo que la industria textil lleva varias décadas poniendo en práctica: la creación de segundas marcas. Así, los grandes despachos están creando pequeñas firmas 'satélite', con abogados teóricamente independientes, pero que en realidad tienen una estrecha relación entre ellos. En caso de que haya conflicto de intereses actúa la segunda marca. Una prueba más de cómo se está sofisticando el mundo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión