100,68 euros al mes, la pensión mínima que recibirán en 2021 amas de casa por cotizaciones que no llegan al mínimo
Quienes no cumplen los requisitos de cotización de las pensiones contributivas y tienen ingresos inferiores a los 5.538 euros pueden solicitar a los 65 años una prestación no contributiva
iratxe bernal
Viernes, 18 de diciembre 2020, 00:44
Las amas (y amos) de casa también se pueden jubilarse y cobrar una pensión, aunque nunca hayan trabajado fuera del entorno familiar. De estar en este caso, una vez cumplidos los 65 años se puede solicitar una prestación no contributiva, las que el Estado reconoce a quienes no han cotizado el mínimo de quince años de cotización que da derecho a una contributivas En Euskadi, en noviembre, 6.086 personas recibían una de estas pensiones de jubilación de este tipo.
Aunque según la Seguridad Social, «la pensión no contributiva de jubilación asegura a todos los ciudadanos mayores de 65 años y en estado de necesidad una prestación económica», lo cierto es que la cuantía de éstas puede llegar a ser sólo de 98,99 euros al mes. Eso se debe a que el cálculo se realiza a partir del límite máximo de percepción de una pensión pública no contributiva que establece el Gobierno para el año en curso, pero después también se tienen en cuenta los ingresos o rentas que pueden tener otros miembros del hogar.
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Pensión no contributiva
Al final, por norma, el límite por debajo del que no puede estar nunca la pensión no contributiva es el 25% de la cuantía máxima que se haya establecido la última revalorización de estas prestaciones publicada en el BOE. En este casi finalizado 2020 ese tope es de 5.538,40 euros anuales que se abonan en 14 mensualidades de 395,60 euros. Y el 25% de estos 395,60 euros son 98,9.
Si, como ha anunciado el Gobierno, en 2021 se aplica una subida del 0,9% a todas las pensiones, las no contributivas de jubilación tendrían un importe máximo anual de 5.588,24 euros (49,84 euros más), lo que deja la mensualidad maxima de las prestaciones de esta categororía en 402,72 euros y la mínima en 100,68.
Las pensiones no contributivas son prestaciones que se reconocen a aquellos ciudadanos «que se encuentran en situación de necesidad protegible» y carecen de recursos suficientes para su subsistencia. Por tanto, el primer requisito para acceder a una de estas prestaciones es demostrar que el nivel de renta del posible beneficiario está por debajo del nivel previamente determinado por el Gobierno, que en 2020 estaba en los 5.538,40 euros anuales.
Requisitos para acceder a una pensión de jubilación no contributiva
Si el beneficiario convive con familiares también hay que sumar las rentas de éstos, aunque en este caso la limitación ya no es la de los 5.538,40 euros. Si se comparte domicilio con la pareja o parientes consanguíneos de segundo grado (padres, abuelos, hijos, nietos y hermanos) los ingresos máximos permitidos son de 9.425 euros para los hogares de dos personas; 13.292,16 euros para los de tres, y 17.169,04 euros para los de cuatro. Si entre los parientes son padres o hijos de los solicitantes de la pensión, los límites también varían: 23.538,20 euros para los hogares de dos personas; 33.230,40 euros para los de tres, y 42.922,60 euros para los de cuatro.
Además de tener cumplidos los 65 años y encontrarse en las horquillas económicas hay que ser español o haber residido en España durante al menos diez años entre los 16 y la edad en que se solicita la pensión. De estos diez años, dos han de ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la solicitud. En el País Vasco, para realizar esta solicitud hay que acudir en primera instancia a los servicios sociales de base (los del propio munipio), donde nos indicarán dónde debemos completar la tramitación, que en cualquier caso corresponde al Imserso.