ELA responde a la Mesa del Diálogo Social exhibiendo su liderazgo en las elecciones sindicales

Esto se traduce en que ELA ha logrado 7.038 delegados (el 41,04% del total), siendo el sindicato líder en los tres territorios de la comunidad autónoma, consolidándose en la segunda posición el también sindicato nacionalista LAB con un peso del 19,09%, lo que significa 3.274 delegados.

El responsable de elecciones sindicales de ELA, Joseba Villareal, destacó que en el computo realizado hasta el momento sólo mejoran en sus resultados globales ELA y LAB. UGT y CC OO, sindicatos ambos que sí participan en la mesa del Diálogo Social, no llegan al 30% de representación conjunta empeoran sus datos en comparación con el anterior periodo concentrado de elecciones sindicales de 2014.

Hasta ahora, en el primer tramo del periodo electivo, el peso de CC OO se quedaría en el 18,58% de la representación, con 3.187 delegados y UGT bajaría hasta el 10,68%, con 1.832. El resto de sindicatos y organizaciones gremiales logran captar el 10,61% de la representación, con 1.819.

Para Villareal, este claro triunfo de ELA en el País Vasco, que además también se extrapola a los tres grandes sectores que han celebrado comicios hasta el momento –principalmente la industria y los servicios– deja patente que los trabajadores «han votado por la pelea contra la precariedad, por una sociedad más justa y por dar impulso al independentismo desde la izquierda».

Este triunfo y reforzamiento del liderazgo, según explicó Amaia Muñoa, secretaria general adjunta de ELA, se produce además en un contexto en el que tanto la patronal como el Gobierno se muestran especialmente «beligerantes contra ELA», al que llegan a calificar de «anomalía». Para Muñoa esto no deja de significar que los trabajadores vascos quieren plantar cara a la perdida de derechos, en un contexto en que también desde la administración pública vasca se favorece la precariedad laboral tanto en las condiciones de la función pública, como de los trabajadores de las empresas que subcontratan con la administración.

Tanto Muñoa como Villareal revalidaron la estrategia de «contrapoder» que promueve ELA y también la de su negativa a formar parte de la «antidemocrática» Mesa de Diálogo Social promovida por el lehendakari Iñigo Urkullu.

A pesar de que desde 1994 el sistema de elecciones sindicales se convirtió en continuo –los trabajadores de cada empresa pueden elegir el mes y el año en que votan– se mantiene lo que se llama «periodo concentrado», que se produce cada cuatro años y comienza en septiembre y termina en abril del año siguiente. Coincide que en este periodo se vota en las grandes compañías, de ahí que se diga que los años 2008, 2010, 2014 y ahora 2018 sean años electorales. En estas fechas las urnas determinarán el color o adscripción de cerca del 40% de la representación sindical.

Entre septiembre y enero, según los datos difundido hoy por ELA, en Euskadi se han elegido ya 17.150 delegados –principalmente en los sectores de industria y servicios– y quedan por elegir unos 2.500 delegados, que en su mayoría corresponde al sector público, en que destacan las elecciones a la administración general del Gobierno vasco, enseñanza y Diputación Foral de Bizkaia. En todos éstos sectores el sindicato nacionalistas tradicionalmente también es mayoritario.