Contra la falta de mano de obra en Euskadi, más inmigrantes, más talento y menos precariedad
Perderemos 95.000 trabajadores para 2030. Gobierno vasco, Confebask, ELA y la Deusto Business School ofrecen soluciones
Año 2030. Es una fecha que está a la vuelta de la esquina y en la que Euskadi habrá perdido 95.000 personas en edad ... de trabajar producto de las jubilaciones, un panorama demográfico en caída libre y la limitada aportación de los inmigrantes, que se asientan en otras zonas de España. La tendencia no es nueva: en la última década ya se registraron otras 87.000 bajas. Pero ahora sí parecen haberse encendido las alarmas. La pregunta es simple. ¿Qué se puede hacer? ELCORREO ha recabado el punto de vista del Gobierno de Urkullu, la patronal Confebask, el principal sindicato vasco –ELA– y un investigador de la Deusto Business School. Y ha encontrado respuestas muy diversas, prueba de la complejidad del problema. Estrategias basadas en la conciliación o en la correcta gestión de las políticas migratorias; hacer empresas más atractivas para no perder talento; combatir de verdad el paro y la precariedad; apostar por el conocimiento en vez de por la fuerza bruta o compatibilizar pensión y trabajo a partir de los 65 años... Toda una variedad de posibilidades.
Pérdida de activos
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Beatriz Artolazabal | Consejera de Empleo y Políticas sociales
«Los inmigrantes son la nueva ciudadanía vasca»
La consejera de Empleo y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, enfatiza que Euskadi parte del «excelente escenario de una tierra socialmente avanzada, con una economía activa, una organización social moderna y unos servicios públicos de primer orden». Y persuadida de que el problema compete a «todos, sociedad, empresas e instituciones», pone sobre la mesa lo que «ya está haciendo» el Ejecutivo.
Se traduce en «la promoción de unas políticas de familia basadas en la corresponsabilidad y en las que mujeres y hombres dispongan de las mismas oportunidades; en el apoyo a la juventud para que esta se forme y acceda cuanto antes a una vida independiente basada en empleos de calidad con otros apoyos complementarios, como el de la vivienda; y en una correcta gestión de la migración, necesaria en el modelo de sociedad sostenible».
La consejera es consciente de que «las ocupaciones para las que se demandan perfiles con niveles de preparación medios y bajos sufren mayores riesgos de automatización que los que requieren perfiles más formados»; y también de que «el empleo no estándar se ha convertido en una característica contemporánea». Por ello, se compromete a que el nuevo Lanbide juegue «un papel destacado. Se va a convertir en eje de todo lo relacionado con el empleo no solo para encontrar trabajo, ya que tutorizará y aconsejará a cada persona en su desarrollo profesional, recomendará nuevas formaciones y actualizaciones y ofrecerá un panorama de las tendencias en el mundo del empleo».
En cuanto a la conciliación de la vida familiar y laboral, «estamos dando grandes pasos». Este año, recuerda, «se activan los permisos de 18 semanas por paternidad para igualar a ambos componentes de la pareja». Y además, «destinamos 35 millones de euros a las ayudas para la conciliación de la vida laboral y familiar de las personas que trabajan en Euskadi». Por otra parte, y en cuanto a la juventud, «trabajamos en el desarrollo de un plan de retorno» para quienes «en su día han salido a estudiar o trabajar y en la gestión, con su correspondiente plan, pacto y estrategia, de una migración ordenada ya que se trata de la nueva ciudadanía vasca».
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Eduardo Zubiaurre | Presidente de Confebask
«Las empresas deben ser más atractivas»
Para el nuevo presidente de la patronal vasca, Eduardo Zubiaurre, la falta de personas supone un reto «no sólo para la empresa, sino para toda la sociedad vasca en su conjunto», porque «si las empresas no pueden contar con personas preparadas y en número suficiente, su competitividad quedará tocada; y consecuentemente también la prosperidad futura del país».
En línea con su primer mensaje como líder del empresariado vasco, Zubiaurre recuerda que «son las empresas con proyecto y proyección de futuro las principales contribuyentes a nuestro Estado del Bienestar, gracias a la riqueza que generan, el empleo que crean y los impuestos que pagan».
Y por eso, «ante el hecho cierto de no poder contar con las personas suficientes y con la cualificación adecuada, debemos ser capaces de cuidar el talento». En esta tarea, «la empresa vasca está directamente apelada. Para generar, atraer y mantener en nuestras empresas a esas personas cualificadas que necesitamos, tenemos que hacer las empresas más atractivas. La pelota también está en nuestro tejado».
En todo caso, agrega, «esto no es tarea exclusiva de la empresa. La sociedad vasca en general, y su sistema educativo en particular, también debe sumarse. Por ejemplo, hay que mejorar las políticas de orientación profesional desde las primeras etapas educativas». En este contexto, «las políticas de formación profesional y unas fluidas y adecuadas relaciones universidad/empresa cobran un especial protagonismo». Una «estrategia puesta en marcha por el Gobierno vasco y en la que colabora activamente Confebask».
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Mitxel Lakuntza | Secretario general de ELA
«Los problemas son el paro y la precariedad»
El líder de ELA, Mitxel Lakuntza, cree que «se está haciendo una utilización interesada» de la advertencia del Consejo de Relaciones Laborales «para justificar medidas como el retraso de la edad de jubilación o incluso poner a trabajar a quienes están estudiando (hasta con 15 años), lo cual es una auténtica barbaridad».
Los problemas principales, constata, «siguen siendo el paro y la precariedad». Máxime cuando no sólo «la tasa oficial de desempleo está en cabeza de la UE», sino que, además, «la real es superior». ¿Por qué? Pues porque, entre otras razones, «casi un tercio de las mujeres está trabajando a tiempo parcial, y en la mayoría de los casos de forma involuntaria», con lo cual «la tasa de desempleo real se sitúa en torno al 20%». «No parece que nos vayamos a quedar sin población activa».
Enlazando con esta idea, subraya que «el sistema económico y social vasco descansa en gran medida en el trabajo invisibilizado de las mujeres, que se acaban haciendo cargo del cuidado de sus familiares ante las graves carencias del sistema». Así que «si se quisiera realmente aumentar la población activa, una medida muy efectiva y socialmente beneficiosa sería dotarnos de un sistema de atención a la dependencia público, universal y gratuito».
El secretario general de ELA no pasa de largo por «una de las causas fundamentales del envejecimiento de la población, la escasa y tardía natalidad», que a su juicio se explica por la suma de dos factores: «La creciente precariedad laboral y la imposibilidad de las personas jóvenes de poder acceder a una vivienda. Para una parte muy importante de la población emanciparse es un deseo, por no decir una quimera».
Y también pone el dedo en otra 'llaga' del sistema que «el Gobierno vasco ha ocultado»: la pobreza «aumenta, a pesar del crecimiento económico y de la reducción de la tasa de paro oficial. Cada vez está más extendido el fenómeno de las trabajadoras y trabajadores pobres. El reparto de la riqueza es cada vez más desigual y más favorable a las rentas empresariales y del capital».
Sus recetas están claras: «Atajar la precariedad, revertir las reformas laborales (todas), que son un proceso permanente de recorte de derechos laborales y de ataque a la negociación colectiva. Y dignificar las condiciones salariales de decenas de miles de trabajadoras y trabajadores». Sin olvidar que «resulta muy duro escuchar una supuesta preocupación ante la caída de la población activa en boca de personas o entidades que están defendiendo una flagrante vulneración de los derechos humanos de los migrantes a través del cierre de fronteras. Se está provocando que miles y miles de personas mueran cada año en su intento de llegar a Europa. Las cosas se podrían hacer de otra manera. Pero no hay voluntad política».
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Iñigo Calvo | Profesor e investigadorde Deusto Business School
«¿Por qué no compaginar trabajo y pensión?»
Iñigo Calvo, profesor e investigador de la Deusto Business School, pide «no adoptar una actitud alarmista» ante el envejecimiento, «uno de los mayores logros de la humanidad» al estar provocado por «grandes avances sociales y económicos, como el Estado de Bienestar, la revolución médica o la economía de mercado».
Propone «empezar a implementar cambios de amplio espectro». Por ejemplo, «ir evolucionando el tejido productivo de Euskadi para que sea menos intensivo en mano de obra y más intensivo en capital y conocimiento; balancear una menor disponibilidad de mano de obra con inversiones en procesos de robotización que espolean la productividad y la riqueza». Y ve interesante «no solo aumentar progresivamente la tasa de actividad de mujeres y jóvenes, sino también flexibilizar los sistemas para que, defendiendo siempre una pensión digna, la persona de más de 65 años que quiera seguir ejerciendo una actividad profesional pueda compaginarla con su pensión sin ningún tipo de problema».
Frente al paulatino envejecimiento y contracción de la fuerza de trabajo vasca, Calvo también estima «importante generar empresas multigeneracionales con entornos laborales donde se genere una polinización cruzada entre trabajadores de distintas edades». Se ha comprobado, enfatiza, «que los equipos que combinan talento senior y talento joven generan más satisfacción, aprendizaje conjunto y son más productivos».
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