Los ERTE se mantendrán hasta el próximo 30 de septiembre

De hecho, en el plan de recuperación enviado a Bruselas el Gobierno le informa de que este sistema de protección, al que llegaron a estar acogidos más de 4,1 millones de trabajadores en el peor momento de la crisis, seguirá vigente durante todo el año como un «mecanismo transitorio» hasta que la economía se recupere por completo. No obstante, desde Moncloa siempre se han mostrado contrarios a prórrogas largas -tal y como les piden los interlocutores sociales- ya que defienden que es importante ir modificando esta herramienta a las necesidades de cada momento y por eso prefieren ir ampliando por tres o cuatro meses.

El Ejecutivo no ha hecho aún una propuesta concreta de cómo serán las nuevas condiciones de los ERTE, pero sí les adelantó que se tomará como referencia lo recogido en el acuerdo vigente en la actualidad y que, por tanto, tendrán unas condiciones «muy similares». «Lo que funciona no se toca», dijo recientemente la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Sin embargo, sí se plantea hacer «algún tipo de modificación» para adaptarse a la situación actual, aunque el Ministerio no ha detallado aún por dónde pueden ir estos cambios. La propuesta concreta la enviará el Gobierno a sindicatos y patronal a lo largo de los próximos días de cara a una nueva reunión que mantendrán la semana que viene.

Casi con toda probabilidad los cambios que se puedan hacer en el nuevo acuerdo estén relacionados con el porcentaje de exoneración de las cotizaciones sociales y los sectores que están más afectados y, por tanto, pueden disfrutar de mayores bonificaciones. Así, aunque Díaz ha defendido públicamente mantener el esquema actual tal y como está, tanto su homólogo de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, como la vicepresidenta segunda, Nadia Calviño, avanzaron que en la nueva prórroga bonificarán más a los trabajadores reactivados que a los que continúan en ERTE, al estilo de lo que se hizo el verano pasado, un diseño que no convence ni a sindicatos ni a patronal, que abogan porque todos los recursos se destinen a los trabajadores en suspensión.

Pero donde con toda seguridad estará nuevamente el gran escollo de la negociación es en el mantenimiento de la cláusula de salvaguarda del empleo, que obliga a las empresas acogidas a un ERTE a mantener a toda la plantilla durante seis meses so pena de tener que devolver las cotizaciones exoneradas de todos sus trabajadores. Este contador se pone a cero en cada nueva prórroga, por lo que no podrían despedir hasta diciembre.

La ministra de Trabajo rechazó tajantemente la semana pasada eliminar este requisito en la nueva prórroga, pero la CEOE volverá a pelear cuando menos por flexibilizarlo, ya que advierte de que las empresas están en una situación crítica y tendrán que recortar personal si quieren mantenerse a flote. Incluso organismos como el Banco de España se han posicionado a favor de que puedan realizar ajustes, algo que no tolerarían los sindicatos.

Desde CC OO celebraron la nueva prorroga. «Ha sido una reunión de toma de contacto, pero la noticia importante es que los ERTE se van a mantener, que va a haber un nuevo acuerdo hasta el 30 de septiembre y que se apuesta por seguir manteniendo esta herramienta en tanto en cuanto las necesidades económicas fruto de la pandemia sigan vigentes», resaltó Mari Cruz Vicente, secretaria confederal de Acción Sindical.