Bridgestone mejora su oferta del ERE y se amplían las negociaciones

Lejos todavía de alcanzar un acuerdo, éstas no han sido las únicas victorias. Coincidiendo con la concentración que cerca de 250 trabajadores y familiares de toda España han organizado este mediodía frente a la embajada de Japón, país de la compañía, varios de sus representantes se han reunido este lunes con la secretaria de Estado de Industria, Rebeca Torro Soler. Según ha el presidente del comité en Basauri, Roberto Corral, el Ministerio se ha comprometido a mantener contactos con los consejeros de industria de Cantabria y Euskadi para pedir una reunión a la dirección de Bridgestone Bruselas. «Quieren sentarse con la empresa para intentar que apuesten por las plantas españolas, y si necesitan ayudas para inversión estarían dispuestos a estudiar posibilidades», ha detallado.

Varios movimientos que parecen desbloquear una negociación que permanecía estancada. «Es un cambio de la postura», ha señalado el secretario del comité de empresa, Luis Escalona. A la salida de la reunión de la mesa de negociación ha reconocido ver también una posibilidad para mejorar la indemnización ofrecida. Según explica, en los últimos despidos colectivos que se produjeron en 2012 y en el que además de productivas se alegaban razones económicas -cosa que no ocurre ahora-, ya se recogieron los 43 días de indemnización por año trabajado. Esto fija una cantidad, opinan, sobre la que deberían fijar el suelo en la búsqueda de acuerdos para las próximas reuniones, que se celebrarán los días 8 y 12 de este mes. La última sesión, la del dia 19, debería servir para firmar un convenio, si así lo aprueba el conjunto de los trabajadores, o para cerrar sin consenso el periodo de consultas.

Rebajar los despidos es uno de los grandes caballos de batalla, pero no el único. El comité de empresa, que esta tarde votará si mantiene o retira la huelga de mañana -«el compromiso era realizarla si no se daban avances», recuerda Escalona-, quiere luchar sobre todo contra el recorte de su producción, el principal factor que condiciona el tamaño del ERE. Desde el principio de las negociaciones vienen advirtiendo que, a menos ruedas fabricadas, más se disparan sus costes productivos. Es decir, que cuentas menos neumáticos salgan de sus instalaciones, más cae su competitividad frente a la fábrica polaca de Stargard, que produce el mismo tipo de neumáticos para autobuses y camiones, pero que no se ha visto afectada por los recortes.

Este lunes la dirección ha garantizado a los trabajadores que se fabricaría en Basauri un posible aumento de la demanda, es decir, que una vez superadas las ventas previstas inicialmente -700.000 neumáticos en el caso de Basauri, según recogen algunas fuentes-, el resto que pudieran comercializarse se realizarían en Euskadi. No obstante, la propuesta contempla esta medida sólo para una cantidad limitada de este aumento de carga -unas 150.000 cubiertas más-, por lo que hoy los sindicatos han exigido que este posible incremento de la producción se amplíe, como mínimo, hasta equiparar sus pedidos a los que ya se han fijado en Polonia.

«Si se va a incrementar la producción no tiene sentido que despidan a 335 trabajadores», razona Escalona, quien remarca que las cifras del ERE previstas ya «se acercaban demasiado al hueso». «Por un lado contemplan un absentismo del 7,5%, que es muy alto, y por otro dejaban ya al límite la plantilla para todo lo que se seguirá produciendo sin contemplar ese aumento», alega. Por su parte, desde Bridgestone Hispania han remarcado que por el momento no tienen nada nuevo que añadir a las negociaciones, aunque reafirman «su compromiso con un diálogo abierto y constructivo, respetando los procedimientos de negociación y confidencialidad», zanjan.

Entre tanta propuesta de acuerdo, que ahora las dos partes deberán estudiar para su próximo encuentro el 8 de mayo, las movilizaciones continúan. Esta mañana dos autobuses partieron de la planta de Basauri, con empleados y familiares, hacia la embajada de Japón en Madrid. Además del personal de Basauri la protesta ha sumado también a personal de las otras dos grandes plantas españolas: la cántabra de Puente San Miguel, que produce neumáticos para el sector agrario y sobre la que también pende el ERE (allí se anunció el despido de 211 trabajadores, el 50% de su plantilla) y la de Burgos, la de mayor tamaño y con un producto ligado a los automóviles, que está exenta de los despidos.

Esta nueva movilización se suma a la marcha que el 1 de mayo, día del trabajador, partió desde Basauri hasta Bilbao en protesta por los despidos que plantea la compañía, y que obligó a cortar la carretera nacional que une ambos municipios, así como a la que realizaron el pasado martes frente al Parlamento Europeo, en Bruselas, donde se reunieron con varios eurodiputados.

Durante la manifestación de este lunes, en medio de las lluvias frente a la embajada de Japón, los trabajadores han hecho entrega de un comunicado dirigido al emabajador nipón en España, Takahiro Nakamae, al que han recordado que las dos plantillas afectadas ya venían sufriendo recortes en sus jornadas desde hace dos años. «Se podría decir que hasta el momento, aún siendo nuestras culturas diferentes, compartíamos valores que hacían sencillo el acuerdo y la comprensión entre unos y otros. 'Servir a la sociedad con calidad superior' era para ambas partes más que una frase», advierten en el escrito que le han trasladado, y donde remarcan que la compañía «está cruzando líneas nunca antes cruzadas, generando una desconfianza y una sensación totalmente contraria».