La sucursal del Banco de España en Bilbao es la que más deuda pública vende de todo el país
La fiebre por las letras y bonos del Tesoro continúa al alza y no hay citas previas disponibles hasta mediados de agosto
Sergio Llamas
Domingo, 4 de junio 2023, 00:08
Lejos de ser pasajera, la fiebre desatada por las letras del Tesoro desde finales del pasado año va camino ya de cronificarse. Así se deduce ... del interés que mantienen los inversores medio año después, empujados por la falta de rentabilidad que continúan ofreciendo en sus depósitos las entidades financieras y por el alza en los intereses al adquirir deuda del Estado.
El fenómeno se nota especialmente en la venta de Letras a 12 meses, el producto más demandado, que hasta marzo del año pasado mantenía un interés negativo del -0,28. En cambio, en su última emisión, del 9 de mayo, cerró ofreciendo un rédito positivo del 3,2%.
En su contexto
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3,2% fue la última rentabilidad lograda por las Letras del Tesoro a doce meses, las más habituales. Las de tres meses se cerraron al 3,06%, la de seis a 3,1% y las de nueve meses a un 2,9%.
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Otros productos Las Bonos se pueden adquirir a plazos de 3 y 5 años y mantienen una rentabilidad similar a las Letras, mientras que las Obligaciones están disponibles a 7, 10, 15, 20, 30 y 50 años y han alcanzado recientemente un interés del 3,99%.
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6.534 millones de euros colocó el Tesoro en su última subasta del jueves, entre Bonos y Obligaciones. La emisión bruta este año será de 256.930 millones, un 8,2% más de lo previsto.
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Próximas operaciones Ahora se volverán a subastar Letras a seis y doce meses, este próximo martes 6, y a tres y nueve el día 13. El 15 habrá una nueva centrada en Bonos y Obligaciones del Estado. La emisión bruta este año será de 256.930 millones de euros.
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15 sedes tiene la entidad además de Madrid: Bilbao, A Coruña, Alicante, Badajoz, Barcelona, Las Palmas, Málaga, Murcia, Oviedo, Palma, Santa Cruz, Sevilla, Valencia, Valladolid, Zaragoza.
El interés desatado por esta rentabilidad se ha dejado sentir de forma considerable en la sucursal de Bilbao del Banco de España. De hecho, es «la que más deuda pública vende en el país con notable diferencia», asegura su director, Iñaki Mediavilla. Esta situación coloca a la entidad por encima de las otras 14 dependencias repartidas por el país, incluyendo a las de grandes capitales como Barcelona, Sevilla o Valencia. Pero en todas ellas se ha notado el auge que ha disparado la participación de los clientes particulares en estos productos. Así lo demuestra la evolución de adquisiciones por parte de personas físicas.
Desde 2016 su participación oscilaba entre el 0,01 y el 0,02%, una lista residual de clientes que estaban dispuestos a sacrificar una pequeña parte de sus ahorros -los intereses negativos llegaron al -0,62 en 2021- en una época de grandes miedos. «Eran clientes muy específicos que buscaban seguridad», señala el director. A mediados del pasado año el interés comenzó a crecer y el mes de diciembre se cerró ya con un 2,44%. Desde entonces, la estadística se ha disparado. En enero de este año estos clientes llegaron al 4,94% y un mes después se duplicó y llegó hasta el 10,40%, aproximándose al registro más alto de las últimas dos décadas, la alcanzada en 2007 cuando la media rozó los once puntos.
La avalancha de clientes que este fenómeno ha acercado a las entidades del Banco de España obligó a implantar a mediados de febrero un sistema de cita previa. Actualmente, en la sucursal de Bilbao, estas entradas se encuentran agotadas hasta mediados de agosto. «Ha sido necesario organizarse porque el personal tiene que seguir atendiendo otras necesidades diarias, como la de suministrar el efectivo a toda la banca del País Vasco, Navarra, Cantabria y parte de La Rioja», detalla Mediavilla, quien recuerda el 'boom' experimentado a comienzos de año, cuando algunos usuarios comenzaban a guardar cola para acceder al banco «hasta tres y cuatro horas antes» de su apertura oficial, a las ocho y media de la mañana. «Somos muy conscientes de la demanda y se están tratando de habilitar más recursos, pero actualmente no están disponibles. Creo que si tuviéramos diez ventanillas abiertas para este objetivo, tendríamos las diez ocupadas», razona.
«Se abren cuentas de manera diaria. Hemos notado que hay que dar muchas explicaciones»
«Si tuviéramos diez ventanillas abiertas para este objetivo, tendríamos las diez ocupadas»
Tradición histórica
Mediavilla atribuye una parte importante del éxito de este producto financiero en suelo vasco a los orígenes de los títulos, lanzados a finales de los años 80. Entonces se otorgaron numerosas indemnizaciones a los trabajadores fruto del cierre de grandes empresas. «Fue con la reconversión industrial de los astilleros. Aquí acudía gente que había cobrado cuatro o cinco millones de pesetas y que buscaba una alta rentabilidad. Nos decían que con ese dinero tenían que vivir el resto de su vida», rememora Mediavilla, quien añade que en aquellos momentos los beneficios podían alcanzar rentabilidades «del 13 o hasta el 14%. Se entregaban en torno a 880.000 pesetas para obtener un millón». Entonces ya muchos clientes querían operar directamente con el Banco de España para ahorrarse las comisiones que cobran las entidades financieras privadas.
Ahora el perfil del público ha cambiado, aunque se mantiene una alta presencia de clientes «maduros», en torno a los 60 años. Tampoco es extraño encontrar interesados jóvenes, a menudo animados por familiares que ya invirtieron en aquella época y quienes deciden aplazar temporalmente la compra de una vivienda y utilizan la entrada a la espera de cambios en el euríbor.
Una gran parte han sido nuevos clientes que, como primer paso, necesitan realizar primero la apertura de una cuenta desde la que poder operar. «Se vienen abriendo cuentas de manera diaria. Lo hemos notado sobre todo en el hecho de que ha sido necesario dar muchísimas explicaciones», advierte el director de la sucursal vasca, que recuerda que el requisito para hacerlo es ser residente en el país. «Ahora estamos empezando una fase siguiente en la que los títulos de algunos clientes a tres meses o medio año ya han vencido, y se acercan para realizar nuevas adquisiciones o para ampliar las que tienen», añade.
Además de presencialmente, en la entidad se puede operar a través del correo postal mediante firma manuscrita, un sistema que los propios trabajadores reconocen «un poco arcaico». Para hacerlo por internet se puede acudir a la web del Tesoro Público.
El edificio de la capital vizcaína celebra su primer siglo
El edificio neoclásico en el que se asienta la sucursal bilbaína del Banco de España, en la calle Gran Vía, cumple este año su primer siglo. Diseñado por el arquitecto Julián Apráiz, con cuatro plantas y sótano, luce la imagen de Mercurio en su fachada y una gran vidriera en su patio interior. Inicialmente, la sede vasca de la entidad se asentó en 1874 en la calle Bidebarrieta y posteriormente pasó a la calle Matadero, llamada más tarde Banco de España a petición popular. Las instalaciones obligan a realizar revisiones periódicas en el alcantarillado del entorno, por motivos de seguridad.
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