500 solicitudes en Euskadi en el primer día para solicitar las 'ayudas Covid'

Como se recuerda, el presupuesto de las ayudas alcanza los 270 millomes de euros –218 millones financiados con fondos estatales y 50 millones adicionales aportados por el Gobierno vasco–. El Ejecutivo autonómico amplió los recursos para poder incluir otras 78 actividades económicas del CNAE, con ejemplos como el de las bodegas, que se sumaron a las 95 contempladas en el real decreto de marzo.

Se trata de un programa de ayudas de carácter finalista, con lo que las subvenciones deben utilizarse para satisfacer la deuda derivada de compromisos anteriores al 13 de marzo de 2021, devengados entre el 1 de marzo de 2020 y el 31 de mayo de 2021 y que se encuentren pendientes de pago a esta última fecha. El orden en que deben usarse los fondos también está fijado: primero los proveedores, según antigüedad de la factura, y luego van las entidades financieras, primando aquellas con aval público; en último lugar, los costes fijos.

En la aplicación habilitada se pide información sobre estas facturas pendientes. A los beneficiarios se les divide en varias líneas. Aquellas personas empresarias y autónomos con IVA simplificado o régimen especial del recargo de equivalencia reciben como máximo 3.000 euros y el resto debe acreditar una caída del 30% en su actividad. Se les compensa según unos porcentajes de pérdidas, con un mínimo de 4.000 euros y un máximo de 200.000 euros.

Las asociaciones, gestorías y asociaciones han valorado positivamente la aplicación, aunque consideran que la mayoría de beneficiarios no ha podido tramitar hoy la solicitud porque la disposición del BOPV no era muy clara. «Había cosas que no explicaba nada bien el texto normativo y hasta ver la aplicación no se entendía bien», señalan en Bizkai Dendak, que han estado todo el día tratando de ayudar a las asesorías de sus asociados. «La plataforma telemática no se ha colgado y está bien, aunque en el teléfono de atención pública no respondían», dicen.

Por el lado de la hostelería, Hector Sánchez, presidente de la asociación vizcaína, se queja de que para recibir las ayudas hay que presentar facturas o préstamos sin pagar, lo que penaliza a los que han tirado de sus ahorros para no dejar nada pendiente. Ejemplo de ellos es el dueño de un bar de Barakaldo: «Somos dos socios y hemos pagado todo como hemos podido, con nuestro patrimonio. Así que no tenemos derecho a la subvención».

Otra queja viene de que las solicitudes se pueden tramitar hasta el 30 de julio y si hay requerimientos de información llegarán en agosto, cuando habrá gente disfrutando de vacaciones tras un año infernal. Si no se contestan en diez días, se da como desistida la petición. La intención es comenzar a pagar en septiembre.