Los sindicatos reivindican el SMI vasco y los derechos sociales durante el 1 de Mayo

El secretario general de ELA, Mitxel Lakuntza, ha abierto la marcha en Bilbao con una petición clara a fijar un SMI y una mayor autonomía para defender los derechos sociales en Euskadi. «La mayor parte de la legislación laboral, de pensiones, de protección social… sigue imponiéndose desde Madrid», ha criticado, denunciando que no sirve de nada acordar una reforma estatuaria «si ni siquiera tenemos garantizadas competencias reales sobre lo que más afecta a nuestra vida». «¿Cree el lehendakari que el SMI debe subir?, ¿cree que debe decidirse aquí? Si la respuesta es sí, tiene que ponerse manos a la obra y exigir a la patronal que se siente a negociar», ha señalado.

Lakuntza también ha condenado «la grave deriva militarista» que viene apreciando en las instituciones vascas con un gasto armamentístico que crece y preocupa y que exigen derivar a una nueva política industrial. «Es necesaria una iniciativa pública más sólida para apostar por un modelo productivo sostenible en el que los trabajadores tengan garantizada la participación y donde la producción esté arraigada al país», ha reclamado. En una jornada donde todas las movilizaciones han contado con una destacable presencia de banderas palestinas y en las que el portavoz de ELA ha exigido la salida de la OTAN para trabajar en una paz «que se construye con justicia, con derechos, con soberanía y con dignidad para todos los pueblos», el secretario general de la central ha propuesto un fondo público de 2.300 millones de euros para un plan industrial propio y unas condiciones concretas para la inversión de los fondos de las entidades de previsión social voluntaria (EPSV).

Por su parte, Igor Arroyo, que comparte con Garbiñe Aranburu la secretaría general de LAB, ha trasladado en su intervención desde la plaza Zabalburu que, si bien la doctrina neoliberal que apuesta por un crecimiento permanente ha demostrado ya su «fracaso», «la élite económica vasca sigue abranzando la globalización capitalista» y ha dejado las políticas industriales en manos de las empresas. «Ahora el PNV, que ha sacudido la bandera del buen gestor, ni siquiera es capaz de hacer un plan industrial» cuando EE UU «amenaza con aranceles», ha criticado en un discurso que también ha hecho saltar las alarmas sobre el gasto militar de Europa.

El representante de LAB ha reivindicado que es el momento de «cambiar de rumbo» en Euskadi y «transitar hacia un horizonte de paz, de paridad, de justicia social y de soberanía popular». «En estos momentos de zozobra necesitamos más soberanía para proteger a la clase trabajadora, para repartir el empleo, los cuidados y la riqueza», ha defendido en una intervención en la que ha marcado tres prioridades claras definidas en su rumbo: el desarrollo de unos servicios públicos sólidos, una nueva política industrial con intervención pública y en la que participen los trabajadores para planificar su transición ecológica y social, y una garantía de ingresos básicos a toda la ciudadanía.

Por su parte, la manifestación de CC OO y UGT ha tenido como mensaje 'Proteger lo conquistado, ganar el futuro', con el que han recorrido la Gran Vía de Bilbao. Al frente ha estado la secretaria general de CC OO de Euskadi, Loli García, quien anunció en febrero que no optará a la reelección a la que se presentará como candidato Santi Martínez en el XIII Congreso Confederal que se celebrará dentro de dos semanas. García ha querido poner en valor «los logros y los derechos alcanzados a lo largo de estos años, que algunos nos acusaban de estar destruyendo, de llevar a la crisis al país, de destruir empleo». La secretaria general del sindicato opina que «los datos han demostrado que teníamos razón». Aun así, ha querido dejar claro que «tenemos que seguir peleando, porque los derechos no los regala nadie».

García ha criticado duramente a Confebask, «a esta patronal tan irresponsable que ha hecho dejación de sus funciones al negarse a sentarse en la mesa» para un acuerdo sobre un salario mínimo vasco. Ha garantizado que «vamos a estar todos y cada uno de los convenios sectoriales peleando para que los beneficios empresariales se reflejen en el salario de todos y todas las trabajadoras de este país».Y, según ha apuntado, «en esa disputa frente al capital y la lucha contra la desigualdad, la defensa de lo público es una seña de identidad de la clase trabajadora frente a los discursos ultraliberales».

Por último, la secretaria general de CC OO no ha querido olvidarse del factor internacionalista, y como ya hicieron el año pasado, han iniciado la manifestación con una bandera palestina: «Queremos mostrar toda nuestra solidaridad y nuestra denuncia a lo que está sufriendo el genocidio tan terrible que está sufriendo el pueblo palestino y reivindicar que esto termine de una vez por todas».

UGT Euskadi ha tenido como portavoz a Tximi López, vicepresidente de la Comisión Gestora que gobierna ahora el sindicato en el País Vasco tras suspenderse el congreso que iba a dar relevo a Raúl Arza. En sus declaraciones a los medios, ha puesto de relieve que «ahora, más que nunca, hace falta seguir defendiendo los derechos de las trabajadoras y los trabajadores, en un momento en el que las políticas de ultraderechas, y desde luego no de aquí cerca sino de muy lejos, están viniendo a atacar nuestras condiciones de trabajo, nuestros derechos tanto económicos como sociales que hemos ganado a lo largo de todos estos años con la lucha». Respecto a la reducción de jornada, una de las reivindicaciones principales del sindicato, López espera que «sea un hecho en breve».

Ha añadido que «tenemos que hacer bueno aquello de que no vivimos para trabajar, y que solo avanzaremos como sociedad cuando repartamos, no solo el trabajo, sino también la responsabilidad de los cuidados». Asimismo, ha defendido la necesidad de «dotarnos de salarios dignos, con un salario mínimo por convenio que responda a la carestía de la vida aquí, en el País Vasco».

También ha estado presente Eneko Andueza, secretario general del PSE, encabezando la representación socialista. «Hoy es un día para celebrar, pero sobre todo para recordar que todavía queda muchísimo por hacer», ha señalado. Asimismo, ha querido acusar a la derecha y ultraderecha por «estar empeñada en destruir todos esos derechos que con tanto ahínco estamos construyendo los socialistas. Ahí están esa derecha y ultraderecha que tiene nombres como Trump, como Ayuso, como Feijóo, y frente a ello, solo hay una receta y es que el Partido Socialista esté en todos los gobiernos».

Ambas entidades han compartido su compromiso con un «sindicalismo internacionalista, solidario y transformador» que garantice los derechos sociales. Su objetivo, han asegurado, es «seguir reforzando el diálogo social para fortalecer el empleo digno, mejorar los salarios, garantizar el acceso a la vivienda y avanzar en igualdad de género». Tampoco se han olvidado del compromiso de rebajar la jornada laboral máxima hasta las 37,5 horas, que debido al apagón de este lunes el Consejo de Ministros ha demorado finalmente a la próxima semana. Se estima que 350.000 trabajadores se podrían ver beneficiados por esta medida en el País Vasco.