Sectores que brillan tras el Covid
Los pilares. No son las tradicionales estrellas de la industria vasca. Son las emergentes, pero ya se han convertido en esenciales y nos sitúan en los retos del futuro
El Observatorio de Coyuntura Industrial de Euskadi, que reúne a los 16 clusters -organizaciones empresariales sectoriales- de la industria vasca, ha puesto en evidencia que ... la luz al final del túnel de esta crisis se acerca con el avance de las vacunas. El 80% de ellos creen que crecerán este año, pero también que los nubarrones que aún nos acechan con la cuarta ola y el lento ritmo de la inoculación retrasan las mejores expectativas para la segunda mitad del ejercicio o, incluso, para el siguiente.
Entre los cluster más optimistas, destacan tres que no son los habituales, algunos de ellos casi desconocidos, pero que con la pandemia se han revelado claramente como actividades esenciales: medio ambiente (Aclima), biosalud (Basque Health Cluster) y nuevas tecnologías (Gaia). Y también se han mostrado vitales para el futuro y la competitividad de las empresas, ya que son transversales a todos los sectores.
La digitalización ha dejado de ser un complemento para convertirse en la base del funcionamiento de cualquier compañía y exigirá inversiones; pero sobre todo talento, tanto de recualificación de los trabajadores actuales como de nuevos profesionales.
El gasto hasta cierto punto opcional de las actuaciones medioambientales -aquellas que se aparcaban en momentos de crisis o que incluso era más barato contaminar y pagar que corregir o prevenir- ahora son el centro de la nueva revolución. Está en juego la conservación del planeta y ahí se focalizan ahora todas las legislaciones y grandes orientaciones de los fondos inversores.
Y si algo ha quedado claro con la pandemia es que eso de que investiguen y fabriquen otros tiene un coste elevadísimo en materia sanitaria. En Euskadi el sector es joven, pero ya hay empresas que se van posicionando en medicamentos, fabricación de dispositivos médicos, medicina digital...
Tomás Iriondo | Director general del cluster Gaia
Recuperar la cadena de suministro, la posesión del dato y captar talento
El cluster Gaia ha sido uno de los fundamentales en la crisis del Covid-19, ya que sobre sus empresas recayó la responsabilidad de sostener el teletrabajo, las telecomunicaciones, la ciberseguridad... Todo un servicio esencial que no ha fallado y, lógicamente, ha crecido y además generado empleo. Ya son un colectivo de más de 21.000 personas.
En general, las perspectivas de negocio para las compañías de este cluster tecnológico son buenas, especialmente por la gran necesidad de digitalización que precisa la economía. El director general de Gaia, Tomás Iriondo, pone en valor el incremento de fondos que están dedicando a I+D, superior al 5%, pero llama la atención sobre los tres grandes retos que han de afrontar las industrias vasca y europea.
El primero es la cadena de suministro, sobre todo en materia electrónica. «Tenemos una dependencia muy fuerte de Asia porque durante tres décadas hemos estado externalizando y reubicando la actividad productiva por criterios 'low cost' y eso nos pasa factura ahora». Enseguida nos llega la imagen de las plantas de coches paradas en España por falta de chips. Iriondo constata que en algunas cadenas productivas «se han tenido que rediseñar productos por la falta de esos componentes». Quiere que Gaia se posicione ante una «Europa que está apostando fuerte por apoyar la producción y el suministro propio de semiconductores, PLC y baterías».
Otro gran reto viene de la mano del dato -materia prima esencial en un mundo digitalizado-, donde Europa ha quedado fuera y los jugadores de la 'superliga' son EE UU y China. «Las plataformas como Amazon, Google o Alibaba han hecho el agosto con las restricciones de movilidad en el mercado globalizado». Advierte de la dependencia que se crea si ellos son la única puerta de acceso al mercado y aboga por que «Europa se ponga las pilas», ya que de lo contrario «esto es pan para hoy y hambre para mañana».
El tercer gran reto que el director general de Gaia pone sobre la mesa es precisamente uno en el que hay más margen de actuación a nivel local: el talento. «Tenemos un 'gap' inmenso entre lo que se necesita y lo que hay, y es un 'gap' que se va a incrementar».
Por un lado, habla de un reciclaje masivo de todos los trabajadores «porque vamos a necesitar un reseteo, un 'restyling', para incluir competencias digitales con el fin de poder seguir siendo profesionales válidos». Y por otro, está la necesidad de nuevos profesionales con formación en materias vinculadas a la inteligencia artificial, la ciberseguridad o el internet de las cosas (IoT).
Pero al mismo tiempo, Iriondo defiende a sus empresas y hace una crítica a un mercado que exige profesionales y servicios de altísima tecnología y después no está dispuesto a pagar lo que cuestan. «Hasta que el mercado de demanda no madure y reconozca el valor diferencial de estos perfiles, tendremos problemas. Habrá pocos y muchos se marcharán».
sus datos
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Radiografía: Reune a 267 empresas que operan en electrónica, telecomunicaciones, informática e ingeniería y consultoría.
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Evolución: Suma 21.000 trabajadores y unos 5.300 millones de facturación.
Olga Martín | Directora general de Aclima
El pacto verde encumbra a la industria del medio ambiente
Tras una amplia carrera en el mundo industrial, Olga Martín asumió la dirección general de Aclima en septiembre de 2019 cuando Europa definía los pilares del Pacto Verde ('Green Deal'), por el cual el Viejo Continente deberá reducir un 55% sus emisiones con efectos climáticos para 2030 y llegar a la neutralidad (balance neto cero) en 2050. Todo un reto para el que se está generado un nuevo entramado de leyes penalizadoras de las prácticas no ambientales desde las instituciones europeas, españolas y vascas.
En el Observatorio Vasco de Coyuntura Industrial, Aclima se presentó como el cluster que «más luz ve en el futuro próximo». Idea que refrenda Martín al constatar que en las anteriores crisis las inversiones y gastos relacionados con el medio ambiente «se aparcaban», mientras que ahora en la pandemia ha sido reconocido como «sector esencial». «Se ha visto la necesidad de integrar el medio ambiente como llave para la recuperación».
El sector ambiental vasco no parte de cero. El cluster lleva más de 25 años y Martín sostiene que «en gestión de residuos somos autosuficientes y punteros». En la organización se integran seis áreas: tratamiento de residuos, agua, suelos contaminados, calidad ambiental, infraestructuras y consultorías e ingenierías.
Martín llama la atención del gran mercado -«un melón enorme»- que se abre para el sector ambiental con el 'Green Deal' y sostiene que «Euskadi está bien posicionado para ser un referente». Términos como economía circular o ecoeficiencia -reutilizar y minimizar todos los impactos productivos- se convierten en base de competitividad. Aboga por aprovechar la revolución verde europea -y los importantes fondos que van a ir asociados- para intensificar la investigación e innovación con vistas a «llevarlas al nivel de industrialización».
sus datos
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Radiografía: Son 103 socios -de los que 80 son empresas- que dan empleo a 5.503 personas y facturan del orden de 2.100 millones anuales.
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Evolución: En 2020, a pesar del parón industrial, mantuvo la actividad y el empleo.
María Pascual de Zulueta | Directora general del Basque Health Cluster
Tener I+D+i y fabricación propia se ha visto esencial
El ejemplo de las mascarillas es más que revelador: de tener sólo un fabricante en Euskadi a contar ya con un tejido productivo propio y exportador. Si hay algo que ha enseñado la pandemia, según explica la directora general del Basque Health Cluster (BHC), María Pascual de Zulueta, es que «somos un sector esencial y que se necesita tener cerca las capacidades de investigación y de fabricación. Podríamos decir algo así como un 'Kilómetro 0'».
Se trata de un cluster muy joven. Nació en 2010 para aglutinar las actividades farmacéuticas y biotecnológicas, pero que en 2017 dio el salto al incluir las áreas de dispositivos médicos y todo lo que rodea a la digitalización de la salud. «A pesar de que aún tengamos un sector pequeño, hemos alcanzado un nivel fantástico». En la actualidad representan el 2% del PIB vasco y el objetivo a medio plazo es alcanzar el 5%. Y no es un propósito voluntarista, ya que las perspectivas son buenas. Pascual de Zulueta señala que «en los próximos tres años prevemos que el sector crecerá a un ritmo anual de entre un 5% y un 10%».
La pandemia ha puesto en evidencia las consecuencias de la dependencia exterior en materia de salud y equipamientos. Europa se ha visto relegada y hay países como Francia que están haciendo una apuesta muy clara por recuperar la producción. La directora del BHC lo tiene muy claro. «Fabricar productos sanitarios y medicamentos te hace más competitivo e independiente».
En este contexto, y a diferencia de otros sectores, aún no hay grandes grupos empresariales que puedan traccionar con fuerza. Pascual de Zulueta explica que existe una base para captar financiación para proyectos que comienzan, pero es más complicado para los que entran en la fase de maduración y crecimiento, entre los 5 y los 12 años. Le llaman el 'valle de la muerte'.
sus datos
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Radiografía: Creado en 2010 tiene ya 90 socios que mueven un negocio de unos 1.300 millones y casi 7.000 empleos.
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Evolución: En 2020 crearon empleo. En los próximos tres años esperan crecer a un ritmo de entre el 5% y el 10% anual.
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