La Sareb a la que Sánchez quiere recurrir solo tiene 53 viviendas en Euskadi

El País Vasco es una de las comunidades con menos activos inmobiliarios en la cartera de la Sareb: 53 viviendas, 40 suelos y 194 unidades terciarias. Por capitales, en Bilbao solo 7 viviendas, por 7 también en Vitoria y 6 en San Sebastián. Pocos recursos para hacer frente a un problema que tiene en Euskadi uno de sus principales escenarios. Y es que el precio de la vivienda y del alquiler en el País Vasco es uno de los más elevados y convierte a la comunidad autónoma, según el INE, en la que más porcentaje de ingresos exige a las familias para hacer frente al pago del hogar y sus gastos. En concreto, un 36,8% por delante de Madrid y de Cataluña (ambas con 36,7) y de Baleares (36,5).

Además, según confirman fuentes del sector a EL CORREO, los activos de la Sareb no son nada fáciles de emplear como viviendas de alquiler asequible. Se trata de los últimos inmuebles, los que los bancos no pudieron vender y que tampoco han podido adjudicarse desde 2012 cuando fueron asumidos por la Sareb. Desde entonces, los activos vascos se han reducido en un 43% reduciendo el inventario, entre suelos y viviendas a 298. En el caso de los pisos, lo que queda, explican, son inmuebles que requieren grandes inversiones, que llevan mucho tiempo vacíos y que están ubicados de forma dispersa.

Con los suelos y parcelas, en cambio, sí hay más posibilidades. De hecho la entidad que tiene el Gobierno con los principales bancos (Santander 22,2%, Caixabank 12,2%, Sabadell 6,6%, Kutxabank 2,5%, Ibercaja 1,4% y Laboral Kutxa 0,5%) prevé desarrollos de 400 viviendas en Euskadi hasta 2027 con una inversión de 50 millones de euros. Más de la mitad, 233, ya está en marcha en Vitoria (55) y Barakaldo (178).

Las 55 primeras están en Vitoria (Aritxi Gasteiz) y su comercialización está en ya en marcha. Las siguientes, en Barakaldo, donde el mes que viene saldrán 83 viviendas a la venta bajo el nombre de Amets Barakaldo. En el municipio vizcaíno ya se lanzó la comercialización de 95 inmuebles en la promoción Aratz Barakaldo, de los que se han vendido ya la mitad.

Estas actuaciones se están llevando a cabo a través de Árqura Homes, la herramienta impulsada por la Sareb para tratar de desarrollar promociones en los suelos pendientes de desarrollo. Y es que el reto de lo que se denominó como bano malo es tratar de recuperar las pérdidas. Su patrimonio, todos esos activos tóxicos se valoraron en un precio por el que no se consiguen vender, acumula unas pérdidas de 8.627 millones de euros en el verano pasado.

La actividad del «banco malo», a pesar del empujón experimentado en el sector tras la pandemia, está muy lejos de cumplir los plazos establecidos para terminar de devolver los 33.664 millones de euros que debe liquidar antes de 2027. Es lo que queda del préstamo del Banco Central Europeo. En 2021, la Sareb generó 2.184 millones de ingresos que permitieron devolver 1.250 millones de euros de la deuda. Insuficiente ritmo para terminar de devolver la cantidad pendiente en un plazo que termina en cinco años.

Por ello, en 2027, será necesario afrontar una refinanciación que la banca no está dispuesta a asumir, dado que supondría aumentar las dotaciones después de las pérdidas acumuladas. De ahí que se vislumbre la adquisición del conjunto de la Sareb por parte del Gobierno -que elevó su posición el pasado año al 50%- en un movimiento que permitiría a los bancos salir de su accionariado por un precio simbólico. Los bancos que se encuentran actualmente como accionistas de la Sareb son el Santander (22,21%), CaixaBank (12,24%), Sabadell (6,61%), Kutxabank (2,53%), Ibercaja (1,43%) y Laboral Kuxa (0,59%).