El Renove vasco pincha y Euskadi sufre una caída del 17% en las ventas de coches
El sector achaca el escaso éxito a que se ha reducido al mínimo la lista de vehículos subvencionables según la calificación del IDAE y a las dudas sobre qué tecnología comprar
La nueva edición del Renove vasco, que entró en vigor el pasado 1 de junio con ayudas de entre 2.000 y 3.000 euros, ... está teniendo un arranque muy decepcionante. Ni siquiera ha logrado que las ventas aumenten en el mes respecto al año anterior. Al contrario, las matriculaciones solo sumaron 2.756, un 16,7% menos que en junio de 2020, cuando se inició la recuperación tras el desastre del Covid gracias a un programa similar. En esta ocasión, sin embargo, parece que el plan no está funcionando. Aunque las subvenciones se aplican desde el día 1, las tramitaciones se pueden hacer desde el 15 y apenas se han contabilizado 220, según informa el EVE, que es el organismo gestor. Para que sirva de referencia, en pasadas ediciones, solo el primer día entraron 300 peticiones.
La principal causa de este pinchazo es que «se ha reducido muchísimo el listado de modelos subvencionables, que son aquellos con calificación energética A, según el IDAE», explica Jon Lekue, presidente de la Asociación de Concesionarios de Bizkaia y director de Autonervión. El organismo dependiente del Ministerio de Transición Ecológica ha actualizado la lista con el nuevo protocolo de emisiones WLTP y la mayor parte de modelos que interesan se han quedado fuera. «No hay demanda para los eléctricos e híbridos enchufables que sí tienen esa calificación porque son demasiado caros. Los gasolina, diésel e híbridos que gustan a los usuarios no entran. Estamos tratando de compensar con descuentos pero no hay forma. Es como si este Renove no existiera», apunta Jon Tolaretxipi, gerente del Grupo Easo Motor.
Otro factor que también está afectando, añade Lekue, son mensajes como el de Alfonso Gil, concejal de Movilidad y Sostenibilidad del Ayuntamiento de Bilbao en el sentido de que «la ciudad se va a cerrar a los coches más contaminantes», que alimentan las dudas sobre qué tecnología comprar. Hay que tener en cuenta que una de las principales virtudes del Renove vasco a ojos del sector es que no discrimina a ninguna tecnología y extiende las ayudas a los motores de gasolina y diésel, que todavía son los más demandados. «Lo que hay que hace es incentivar la renovación con todas las tecnologías hasta que las nuevas sean más asequibles», subraya.
El plan, dotado con 5 millones de euros, era la gran esperanza del sector para remontar. Pretendía ayudar a renovar 2.500 vehículos, al exigir que se achatarre un coche antiguo, que en el caso de los particulares tendrán que ser vehículos de 10 años o más, mientras que para autónomos y empresas valdrá a partir de los 7 años de antigüedad. Las ayudas oscilan entre los 2.000 euros para los nuevos coches diésel, gasolina e híbridos no enchufables de bajas emisiones; y las máximas de 3.000 para eléctricos o de hidrógeno.
Pero mucho van a tener que cambiar las cosas para que el mercado remonte. Al menos en los últimos días hay un elemento de esperanza y es que el PSOE rectificó hace unos días y aceptó no aplicar en lo que queda de año la subida del impuesto de matriculación, vigente desde el 1 de enero debido a la entrada en vigor del protocolo de emisiones WLTP. Al ser más exigente, la nueva medición hacía que los coches saltaran de tramo en el tributo y pagaran un 5% más o dejaran de quedar exentos, lo que suponía un encarecimiento de unos 1.500 euros de media. Al final los socialistas pactaron en el Senado una transaccional para congelar el impuesto, pero solo seis meses, hasta el 31 de diciembre, y sin efectos retroactivos.
Por ahora, el balance es demoledor. El dato de las ventas de junio, con 2.756 vehículos, es un 17% inferior al de 2020 y supone una caída de casi el 22% respecto al mismo mes de 2019. En el conjunto de España se ha registrado un aumento del 17% respecto al año anterior pero también hay que tener en cuenta que en junio de 2020 en Euskadi se doblaron las ayudas del Renove de aquel ejercicio, con lo que el mercado empezó a remontar. En julio y agosto las ventas se dispararon cuando al programa de ayudas autonómico se sumó uno estatal, con posibilidad de acumular las subvenciones.
El acumulado en el primer semestre resulta aún más preocupante. En Euskadi se han vendido 12.495 coches, lo que supone un incremento del 12% sobre el año anterior, pero hay que recordar entre marzo y mayo los concesionarios estuvieron cerrados por la pandemia. Si se compara con 2019, la caída se eleva al 40%. «El mal comportamiento de este año es aún más preocupante porque ya no tenemos los ERTE y otras ayudas», dice Lekue.
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