Una quincena de grupos empresariales concentra el 25% de toda la I+D vasca
Innobasque prevé que este año se supere la barrera de los 1.600 millones de inversión en investigación y esté por encima del 2% del PIB
La pujanza económica de los países tiene mucho que ver con su nivel tecnológico y su gasto en I+D, por lo que la inversión ... en estos conceptos es la base de los crecimientos futuros. Generalmente en tiempos de crisis es más difícil que la urgencia del momento permita detraer recursos para los retos del futuro, pero en esta ocasión la tendencia vasca apunta a que se estaría logrando y las inversiones en I+D continúan al alza.
Un informe realizado por la Agencia Vasca de la Innovación (Innobasque) sobre la 'Estimación de la inversión de Euskadi en I+D' avanza que, a pesar de la crisis en 2020, los recursos destinados a este fin habrían crecido un 4,1%, hasta llegar a unos 1.543 millones. Y durante este 2021 volverán a hacerlo en un porcentaje similar, por lo que este organismo espera que se supere por primera vez la barrera de los 1.600 millones de euros.
Tras estas grandes cifras hay múltiples agentes que apuestan por la I+D. Y entre ellos destacan las empresas privadas, especialmente las llamadas tractoras. Así, según constata Innobasque quince grandes grupos empresariales vascos ejecutan por sí solos el 25% de toda la I+D vasca, lo que a su vez supone el 45% de toda la inversión privada -sin contar centros tecnológicos ni los centros de investigación cooperativa-. En cifras reales, esto supone una inversión media conjunta de unos de 400 millones de euros anuales.
Estas empresas destinan a proyectos de futuro una media de unos 400 millones de euros anuales
Cifras récord
Estamos hablando del esfuerzo que están realizando grupos como Aernnova, CIE Automotive, Corporación Mondragon e Ideko-Danobat, Faes Farma, Gestamp, Grupo Arteche, Iberdrola, Ingeteam, Irizar, ITP, Ormazabal (Velatia), Sener, Sidenor, Siemens Gamesa y Tubacex.
Desde 2018 Euskadi está encadenando cifras récord de inversión en I+D, lo que le ha permitido recuperar el terreno perdido durante la anterior crisis económica, en la que se produjo un bache en las inversiones -con caídas del gasto entre 2013 y 2015- que se tardó después dos años más en recuperar.
Por lo tanto, los 1.607 millones que estima Innobasque que se alcanzarán en 2021 suponen un nuevo récord que se traducirá en cerca de un 2% del PIB, avance que podría ayudar a que Euskadi recupere el estatus de «región de alta innovación» en Europa que perdió como consecuencia de la anterior recesión.
Este repunte inversor, según Innobasque, se deberá sobre todo al aumento de las aportaciones del Gobierno vasco y los fondos Next Generation EU, pero también al mayor esfuerzo privado.
Así, la financiación pública de todas las administraciones en Euskadi alcanzará los 617 millones, un 7,2% más que en 2020; la privada llegará a los 849 millones (+2,7%); y la internacional se mantendrá en niveles similares, con 141 millones.
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