«No quieren teletrabajo porque no se fían de los funcionarios»
En contra de su propia recomendación a las empresas el Gobierno vasco ha optado por la incorporación a las oficinas como norma
Superados los momentos más duros del confinamiento, el propio Gobierno vasco aconsejó a las empresas mantener al máximo la opción del teletrabajo, como vía para ... reducir la movilidad, el uso del transporte público y las concentraciones. Todo ello con el objetivo de atajar la segunda ola de infecciones. Pero siguiendo esa vieja costumbre del 'consejos vendo que para mí no tengo', se olvidó de esa estrategia de puertas adentro, de tal forma que los empleados públicos fueron llamados a incorporarse a los centros de trabajo.
¿La razón para justificar esa divergencia estratégica? Hay opiniones para todos los gustos. La interpretación más radical la ofrece Igor Eizagirre, secretario general de Servicios Públicos del sindicato ELA, quien cree que es la desconfianza lo que enturbia el escenario. «Han sido muy reacios. No quieren el teletrabajo porque no se fían de los funcionarios y este gobierno parte de la idea de que en casa no van a hacer absolutamente nada». Un extremo que niegan desde el Departamento de Gobernanza del Ejecutivo vasco, dirigido por Olatz Garamendi, donde aseguran que se han limitado «a aplicar los protocolos que se han elaborado en cada momento».
El Gobierno promete que el trabajo a distancia estará presente al diseñar las nuevas aplicaciones informáticas
Fuentes de la consejería bajo la que recae la responsabilidad de los recursos humanos de la Administración vasca admiten, sin embargo, que hay muchas lagunas de cara a poner en marcha el teletrabajo de forma masiva. Incluso hay un vacío legal, porque Euskadi -a diferencia del Estado que la aprobó el pasado mes de septiembre- no tiene una norma legal que ampare esta situación. «Hay limitaciones técnicas -señalan fuentes de Gobernanza- porque muchas aplicaciones informáticas que usan diferentes departamentos nunca fueron concebidas para ser manejadas en remoto. Con toda seguridad esto es algo que va a cambiar en el futuro, ya que ahora se diseñarán con ese concepto». También, apuntan que «la Administración tiene características que complican la situación. En una empresa privada quizá no haya problemas para que un empleado se lleve los papeles a casa. En la Administración sacar un expediente y llevárselo a casa.... no es lo mismo».
«Justo al revés...»
«No hemos tenido las herramientas y está claro que no estábamos preparados», apunta Arantza Agote, responsable de Administraciones Públicas en la ejecutiva de UGT-Euskadi. «La orden de que había que incorporarse ha sido la tónica general, justo al revés de lo que ha sucedido en la mayoría de las empresas privadas».
Pese a los problemas que hubo en el momento del confinamiento, cuando algunos servicios de atención al público se cerraron, hay valoraciones muy positivas. Incluso desde la patronal -el sector privado suele mirar con cierto desdén la actividad del sector público-, el presidente de la organización empresarial vizcaína, Iñaki Garcinuño, cree que las cosas «han funcionado suficientemente bien en la Administración vasca. Ha habido algunos retrasos en los plazos, algo lógico, pero hay que ser justo y reconocer que se ha hecho un esfuerzo enorme. Un esfuerzo por encima de lo normal, en términos generales y no sólo en las áreas sanitarias, donde ha sido más evidente».
El Gobierno vasco trabaja ya en un borrador para regular el teletrabajo de los empleados públicos, cuya aplicación no va a ser sencilla. Los sindicatos han interiorizado que teletrabajo significa algo similar a una jornada laboral sin principio ni final; de ahí que estiman que los mecanismos para evitar esa situación deben ser «claros».
Mientras tanto, los autobuses que llevan a los funcionarios desde Bizkaia y Gipuzkoa hasta la sede del gobierno en Lakua circulan cada día repletos de empleados públicos...
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