

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Pasadas las doce y media saltaron las alarmas. El flujo eléctrico cayó de golpe y un rotundo silencio fue seguido de una activación general de ... todos los planes de emergencia. Ese fue el panorama en toda la gran industria vasca que en su mayoría vio frenada su producción. Una parada de actividad que, en cambio, provocó una vertiginosa puesta en funcionamiento de medidas de contingencia, comités de crisis y activación de grupos electrógenos que mantuvieran la corriente en los sistemas vitales de las empresas.
Para las 13.00 horas el parón era generalizado en la industria, mientras que en sectores de atención directa al cliente, como los bancos, los supermercados o los operadores de telefonía, se buscaba mantener la continuidad del servicio. La tensión fue mayor en Bizkaia y Gipuzkoa, mientras que en Álava la festividad de San Prudencio pilló a las grandes fábricas como Mercedes, Michelin o Tubacex sin actividad o con un funcionamiento muy bajo que pudo ser soportado sin problemas por los grupos alternativos. Fue el caso del fabricante francés de ruedas, que mantuvo la producción de la única línea en funcionamiento, la de los grandes neumáticos destinados a vehículos de obra civil y minería.
La industria electrointensiva fue la más afectada. Así ocurrió con Tubos Reunidos, que tuvo que parar su actividad y concentrar las tareas de su plantilla en los protocolos de seguridad. La vuelta al funcionamiento no tiene fecha, pero confían en hacerlo «lo antes posible». Las instalaciones vascas de Sestao, Olaberria y Bergara de Arcelor Mittal también se vieron afectadas. Su actividad se detuvo y se pusieron en marcha los sistemas de emergencia pasando las instalaciones a 'condición segura', que consiste en aislarse de la red de gas. Fuentes de la compañía explicaron que por la tarde ya se había recuperado el suministro eléctrico, pero tampoco podían asegurar el regreso a la actividad ordinaria. La seguridad, especialmente en infraestructuras que emplean gas, como los hornos, o que llegan a altas temperaturas fue una de las prioridades ayer.
De todos modos, no todas las empresas pararon. Tras el impacto de los primeros minutos por la caída de la tensión eléctrica, Sidenor recurrió a sus grupos electrógenos y mantuvo la actividad durante toda la jornada según el plan previsto, tal y como explicaron portavoces de la empresa.
Reinicio de sistemas
Otra de las principales industrias vascas, la refinería de Petronor en Bizkaia, procedió a una parada brusca a las 12.30 por la pérdida de electricidad y, aunque la recuperó por la tarde, todavía no tiene marcado el momento de la vuelta a operación. Y es que la certeza sobre el suministro es una de las condiciones que condicionan el regreso a la producción de muchas plantas vascas. Una vuelta a la normalidad que requerirá también del reinicio de muchos sistemas de fábrica, como explican fuentes sindicales de Mercedes. La planta alavesa de la multinacional alemana cuenta con muchos dispositivos electrónicos en la cadena de montaje que deberán ser actualizados y revisados tras la caída.
Ingeteam, otra de las enseñas de la industria vasca, y un agente determinante en el sector eléctrico además, se vio también forzado a parar su producción en Beasain y Ortuella entre las 12.30 y las 14.30horas. Eso sí, explicaron fuentes de la compañía, los servicios generales de Zamudio pudieron funcionar con normalidad. Y es que uno de los aprendizajes de la pandemia fue el robustecimiento de los sistemas de datos, servidores y 'cerebros digitales' de las empresas. Unos servicios vitales para las compañías que funcionaron con solidez gracias a los grupos electrógenos de emergencia y a la duplicidad de los servidores.
La banca garantizó así su funcionamiento en todos sus servicios «digitales, pagos y transferencias». Así lo aseguraron ayer portavoces de Kutxabank y Laboral Kutxa, aunque ambas entidades tuvieron problemas en algunas sucursales que quedaron sin electricidad. Una afección que obligará a 'resetear' algunos cajeros automáticos.
En la alimentación, otro servicio esencial, las dos principales marcas vascas, Eroski y BM, mantuvieron blindados sus sistemas digitales y servicios centrales. Los problemas aparecieron en el caso de Eroski en las tiendas más pequeñas que no contaban con grupos electrógenos, por lo que tuvieron que cerrar.
La mayor urgencia del sector fue la protección de los sistemas de sus plataformas logísticas, donde se hace crítica la cadena del frío. Por su parte, BM registró problemas en la gestión de las solicitudes de su servicio 'online' para el día de hoy. En ambos casos, las compañías destacaron la flexibilidad y y rapidez de respuesta de las plantillas para garantizar la prestación del servicio.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.