Borrar
El presidente de CAF, Andrés Arizkorreta, a la izquierda, en una visita del lehendakari a la empresa. J. Rodríguez

Pradales pide a CAF una reflexión ética sobre Israel que desconcierta a los empresarios

El lehendakari respalda a la empresa en su contrato de Jerusalén y asegura el apoyo del Gobierno a la decisión que adopte

Lucas Irigoyen

Jueves, 4 de septiembre 2025, 06:53

Comenta

El debate político tiene unos tiempos, una profundidad y unas consecuencias muy diferentes a las que rigen en el mundo empresarial y económico. Ambos se necesitan, sí, pero su interactuación muchas veces genera distorsiones. Eso es lo que provocó ayer el mensaje del lehendakari sobre CAF. Imanol Pradales, aunque trató de pasar por la cuestión con la máxima delicadeza, lanzó una recomendación clara a las empresas y, por ende, al constructor de trenes vasco invitando a realizar una «reflexión ética» sobre la colaboración comercial con Israel, que afecta al tranvía de Jerusalén, valorado en 1.800 millones, y en el que participa CAF. Dos líneas que suman poco más de 40 kilómetros para unir zonas de la ciudad histórica que atraviesan barrios desarrollados por colonos en territorios ocupados a la Autoridad Nacional Palestina.

Pradales hizo esta reflexión en Euskadi Irratia preguntado por si CAF debe seguir o no con el contrato. Unas declaraciones que, según ha podido comprobar ELCORREO en diferentes fuentes empresariales de primera línea en Euskadi, han generado cierto desconcierto en el mundo de la empresa. Las mismas fuentes creen que estas cuestiones no pueden dirimirse sin atender a un complicado entramado de consecuencias para las compañías. «No se pueden incumplir o suspender contratos sin sólidas razones legales –explican– y hay que recordar que hay una legislación internacional sobre derechos y elementos de 'compliance' legal que las empresas deben cumplir en todos sus contratos, especialmente las cotizadas, como CAF».

Una realidad que el lehendakari no pasó por alto al reconocer que la situación «no es fácil, no es un blanco o negro». Además, defendió que el contrato de CAF con el operador israelí se firmó en 2019 «respetando la ley internacional, las normas de la ONU y haciendo una reflexión ética». La que pidió volver a poner de nuevo encima de la mesa de nuevo, después de la invasión que Israel está realizando sobre Gaza y la crisis humanitaria que ha provocado. Unos hechos que, además, han generado unas protestas en Euskadi que forzaron ayer la suspensión de la etapa de la Vuelta con final en Bilbao. El movimiento social se está dejando notar en el debate político, así este martes el secretario general de Bildu, Arnaldo Otegi, emplazó a CAF a «pensarse muy mucho prescindir de los contratos firmados en Israel». Un mensaje que corroboró con la afirmación de que «conozco bien la empresa y sus cuentas».

El recado ayer del lehendakari fue mucho más comedido con la libertad empresarial, pero con la fuerza de quién es uno de los accionistas de referencia de CAF. Y es que elEjecutivo tiene un 3% de las acciones de la compañía. Es una posición que no le da un puesto en el consejo de administración, pero sí acentúa el fuerte peso institucional vasco en el accionariado. Al 3% delGobierno, se añade el 10,2% de Kutxabank –que mantiene como consejera a la que fuera vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia–, junto a otro 3% de la fundación BBK. El resto de accionistas se completan con una importante participación de la plantilla, que tiene un 24,9%, y la familia Domínguez –propietarios de Mayoral– con un 5%, el mismo porcentaje que ostenta el inversor Daniel Bravo Andreu, exaccionista de Almirall. Desde el principal accionista de CAF, Kutxabank, no se realizó ayer ninguna valoración sobre la situación y tampoco el fabricante de trenes hizo comunicado alguno.

Temor empresarias

La introducción de un criterio subjetivo para el desarrollo de contratos con Israel sí preocupó a los agentes del tejido empresarial vasco consultados que recordaron que «existe una legislación internacional y que las operaciones en ese mercado no se realizan bajo la ley de la selva». Además, insisten, «hay que atender a las consecuencias que supone una ruptura de este tipo de contratos porque trascienden el volumen de exportaciones a Israel –acumulan 800 millones desde 2021– y pueden afectar a otros mercados muy importantes como el deEstados Unidos». Y es que, explican, muchas compañías y fondos de inversión norteamericanos pueden reposicionarse ante determinadas decisiones sobre Israel.

Lo que el mundo empresarial teme es que la presión pueda provocar decisiones políticas que obvien la complejidad de un mundo comercial globalizado que sufre ya la crisis arancelaria. CAF trabaja también desde 2022 en el tranvía de Tel Aviv, otro proyecto de más de mil millones. Analistas advierten que una ruptura unilateral de ambos contratos conllevaría un régimen de sanciones millonarias. La empresa ha defendido siempre que las líneas son para el transporte de judíos y árabes y que la situación en 2019 nada tenía que ver con la actual. En estos seis años ha habido refuerzos de zonas de colonos que son ajenos a los trabajos contratados.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Pradales pide a CAF una reflexión ética sobre Israel que desconcierta a los empresarios

Pradales pide a CAF una reflexión ética sobre Israel que desconcierta a los empresarios