La polaca Pesa y la india Jupiter insisten en Talgo pese al interés del Gobierno por Sidenor
Estas dos compañías se suman a Jainaga en una ronda de visitas a las plantas de Talgo y preparan una oferta que presentarán este mes
La batalla por el control de Talgo afronta una fase definitiva que acrecienta la importancia de las estrategias. Mientras el Gobierno de España se ha ... encargado de dejar claro que su apuesta pasa por la empresa vasca Sidenor, el propietario principal del fabricante de trenes, el fondo inversor Trilantic, sigue alimentando una oferta alternativa dispuesta a pagar más o llegar a un porcentaje más alto de acciones.
En ese baile, el representante del fondo, Javier Bañón, ha logrado crear un escenario, al menos en lo formal, con más de un interesado. Para arbitrar el proceso ha contratado a la consultora PwC, que ha dado acceso a las cuentas de Talgo a los interesados. Son, además de Sidenor, la empresa polaca Pesa y la india Jupiter Wagons. En el proceso se están organizando, además, visitas por separado a las plantas industriales de Talgo. Ayer estuvo la compañía presidida por José Antonio Jainaga, el jueves lo hicieron los polacos y la semana que viene acudirán los indios a las instalaciones de la fábrica de Rivabellosa (Álava). Según informan a EL CORREO fuentes conocedoras de las negociaciones, los interesados en hacerse con el control de la empresa deberán presentar una oferta antes de final de mes. Un planteamiento en el que Trilantic, además del importe, dará prevalencia a la alternativa que más porcentaje de acciones contemple.
De momento, solo Sidenor ha hecho público su interés concretando una oferta de 4 euros por acción. La operación del industrial vasco José Antonio Jainaga se centra en la compra del 29,9% de las acciones de Talgo que controla Trilantic con una valoración de 150 millones. Con ese movimiento trata de evitar una opa por el 100% de la empresa que supondría un desembolso de más de 500 millones.
Jainaga cuenta, además de con el apoyo del Gobierno vasco, con el respaldo del Ejecutivo central, que el jueves, como informó 'Cinco Días', celebró una reunión a través del ministro de Transportes, Óscar Puente, con Trilantic, Sidenor y PwC. El Gobierno central trasladó la necesidad de resolver la situación cuanto antes priorizando una salida que garantice el perfil industrial y nacional -que encarna Sidenor- y dejando ver su disconformidad con la posibilidad de que se presente una opa extranjera sobre una compañía que considera estratégica. Una advertencia de peso, atendiendo a que el Consejo de Ministros tiene, tras prolongar un año más el 'escudo antiopa', la capacidad de vetar una operación de este tipo.
Y es que la empresa ferroviaria polaca, participada con dinero público de la Administración liderada por Donald Tusk es, dada su naturaleza europea, la mejor posicionada para competir con Jainaga. Pero, según confirman fuentes conocedoras de las negociaciones, Jupiter Wagons también trabaja con asesores legales y financieros para concretar un precio.
El Ejecutivo está dispuesto a bloquear una opa por el 100% de Talgo, pero es difícil hacerlo sobre porcentajes menores
Preocupación en CAF
El caso es que el fabricante polaco, que mantiene acuerdos de colaboración con Talgo, genera inquietud a otra de las firmas vascas del sector, CAF. La compañía guipuzcoana es un competidor directo del europeo y la posibilidad de que se haga con el control de Talgo le daría una fortaleza competitiva. A finales del mes pasado, la patronal alavesa -SEA Empresas de Álava- y la Cámara de Comercio de Vitoria remitieron una carta a los gobiernos central y vasco pidiendo que se priorice una opción nacional frente a la de Pesa.
Trilantic controla la mayoría de las acciones de Talgo -el 29,9%- y junto a los otros dos accionistas principales -Torreal y los Oriol- ostenta el 40% del fabricante a través de Pegaso, una sociedad-vehículo domiciliada en Luxemburgo. La venta se hace sobre esa entidad y, por lo tanto, de forma indirecta sobre Talgo. Cualquier oferta que supere el porcentaje de control de Trilantic conllevaría la formalización de una opa por el 100% del fabricante de trenes y un enfrentamiento directo con el Gobierno de España que, además, controla Renfe. No hay que olvidar que el operador público mantiene abiertos expedientes sancionadores por retrasos y problemas en los trenes Avril que ascienden a casi 200 millones.
Trilantic reclama un precio de 5 euros por título, que es el que ofrecieron los húngaros de Magyar Vagon en la opa que vetó Moncloa este verano. Un planteamiento que equivale a valorar la compañía en 619 millones y en 185 las acciones controladas directamente por el fondo. Pero la operación fue vetada por el Consejo de Ministros por cuestiones de «seguridad nacional» y apoyadas en un informe clasificado del Centro Nacional de Inteligencia que apuntaba conexiones con capital ruso.
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