El PNV exige al Gobierno central un cambio normativo para liberar ya la capacidad eléctrica desaprovechada
Los jeltzales asumen que las inversiones anunciadas tardarán tres años en hacerse efectivas y reclaman activar toda la capacidad instalada en las subestaciones
Los partidos que componen el Gobierno vasco llevan tiempo advirtiendo de que la industria se encuentra en una encrucijada por los problemas de conexión a ... la red eléctrica. El 100% de los nudos de Bizkaia y Álava están ya saturados y en Gipuzkoa apenas queda libre un 2%. El consejero de Industria, Mikel Jauregi, ha señalado en repetidas ocasiones que este cuello de botella constituye el principal freno a la competitividad. Aunque el martes logró arrancar al Ministerio para la Transición Ecológica el compromiso de incrementar en un 40% la capacidad asignada a Euskadi, lo cierto es que esas inversiones no se materializarán, al menos, hasta dentro de tres años.
El grupo parlamentario jeltzale en el Congreso ha celebrado esta mañana que la nueva planificación de red, en la que el Gobierno central prevé liberar al menos 5.000 megavatios para la industria vasca, «se acerca mucho a lo que habíamos propuesto». No obstante, también ha puesto el foco en la necesidad de abordar medidas para el periodo de transición que llega ahora. La portavoz habitual en cuestiones económicas, Idoia Sagastizabal, ha subrayado que es el momento de flexibilizar la planificación para que la industria pueda acceder cuanto antes a la potencia disponible y no quede bloqueada hasta que lleguen las nuevas infraestructuras.
Sagastizabal ha puesto el acento en recuperar tres cuestiones del decreto 'antiapagón' de junio, que decayó por el rechazo de PP, Vox, Junts y Podemos y que proponía una aplicación más flexible de la normativa para acceder a la red. Algunas de sus medidas, de hecho, suponían un auténtico balón de oxígeno para las 117 empresas que siguen a la espera de potencia y que mantienen en vilo proyectos estratégicos. La portavoz jeltzale ha insistido en la necesidad de acabar con la llamada «capacidad ociosa» porque ahora mismo «es como si las subestaciones tuvieran una pared llena de enchufes pero solo uno funciona». Es decir, que aunque una subestación dispone de megavatios técnicamente habilitados para su uso, estos permanence bloqueados por criterios de planificación, impidiendo su conexión a las iniciativas industriales ya listas..
Un día después de que el Gobierno central se comprometiera a reforzar 20 subestaciones y construir cuatro nuevas, el PNV ha reclamado a Moncloa «aprovechar toda la potencia disponible en cada posición». Esto supone permitir que varias empresas se conecten a una misma posición de la subestación y compartan la potencia instalada, en lugar de reservarla en exclusiva para un único consumidor. Con un ajuste normativo, esta medida optimizaría el uso de la red, evitaría que queden megavatios bloqueados y abriría la puerta al acceso inmediato de más iniciativas industriales sin necesidad de nuevas infraestructuras.
La portavoz económica del PNV ha insistido en la necesidad de flexibilizar la planificación de la red y adaptarla a las necesidades que vayan surgiendo. En la actualidad, la normativa fija periodos de seis años para aprobar y revisar la planificación de la red de transporte, lo que genera un marco demasiado rígido para responder a la demanda. El decreto 'antiapagón' rebajaba ese horizonte al obligar a revisarla como máximo cada tres años e introducir ajustes puntuales cada dos. Incluso contemplaba un mecanismo rápido para habilitar nuevas posiciones en las subestaciones cuando hubiera solicitudes firmes de conexión.
La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, se ha mostrado «completamente de acuerdo» con algunos de los planteamientos del PNV y se ha mostrado disputa a «seguir insistido» en que estas medidas se convaliden. Sin embargo, consciente de la fragilidad del Gobierno tras la sucesión de derrotas parlamentarias, ha optado por no dar fechas ni compromisos firmes, lo que alimenta la incertidumbre sobre el calendario real de la planificación eléctrica.
«Retribución atractiva»
El grupo jeltzale también ha subrayado que «es el momento de que la inversión venga acompañada de una retribución atractiva que genere confianza». Con ello ha dejado un respaldo implícito al sector eléctrico, inmerso en una disputa con la CNMC por el porcentaje de retorno que reciben las compañías por sus inversiones en redes. Se trata de la tasa que determina cuánto ingresan las operadoras por cada euro destinado a nuevas infraestructuras y que después repercute en la factura de la luz.
El problema radica en que la CNMC ha planteado elevarla del 5,58% al 6,46%, un nivel que las empresas consideran insuficiente para recuperar sus desembolsos. Para poder ejecutar las obras necesarias que lleven cable desde las subestaciones hasta los grandes consumidores, reclaman un 7,5%, en línea con el estándar europeo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión