El nuevo Renove vasco también ayudará a la compra de coches diésel y gasolina

«La reflexión está hecha y al decisión adoptada», ha recalcado la consejera durante su comparecencia posterior al Consejo de Gobierno vasco, pero sin precisar la fecha de lanzamiento del plan, ni su dotación económica. Únicamente ha señalado que se pondrá en marcha «cuanto antes», y que tendrá unas características muy similares a las del que se aplicó el año pasado, entre las que destacan su neutralidad tecnológica, que no penalizará tipos de motorización, sino que primará reducción de emisiones. Por tanto, insistió arrancará cuando se haya preparado toda la normativa y su desarrollo.

«Queríamos hacer un valoración de lo que había sido el primer trimestre del año, de cómo se estaba produciendo la transformación de nuestro parque móvil», ha precisado un día después de que se conozca que en abril las ventas de turismos en Euskadi se limitaron a 1.940 unidades, lo que supone un 43,7% menos que en abril de 2019 (último ejercicio de mercado normalizado, prepandemia), tasa que supera en casi diez puntos a la media española. Las ventas de los cuatro primeros meses del año de los concesionarios vascos se quedaron en 3.444 unidades, con un descenso del 42% sobre 2019, también más profundo que el promedio nacional.

Ayer mismo el presidente de la Asociación de Concesionarios de Bizkaia y director de Autonervión, explicó que las asociaciones de Bizkaia, Álava y Gipuzkoa ya habían reclamado formalmente al Ejecutivo vasco la necesidad de lanzar un nuevo plan Renove que dinamice el mercado.

En la anterior edición del Plan Renove 2020 permitió dinamizar la renovación de cerca de 4.800 vehículos.

A la espera de conocer la condiciones del nuevo plan Renove, que el Gobierno dice que serán «similares» a las de ejercicios anteriores, cabe recordar que el Renove vasco de 2020 partió de una ayuda económica de has 1.000 euros para un coche de combustión de bajas emisiones y de hasta 3.000 euros para uno eléctricos. La tramitación de la solicitud de las ayudas en 2020 debía solicitarla directamente el ciudadano a través de internet.

Sin embargo, más adelante para dinamizar el mercado en el año de la pandemia se doblaron las ayudas hasta los 2.000 euros para gasolina. Cifras que volvieron a subir hasta los 3.600 euros para los de combustión al hacerse compatibles con las del Estado.

Sin embargo, la consejera Arantxa Tapia ha precisado que la motivación del nuevo Renove no es «únicamente reactivar el sector, que tampoco sería mucha la reactivación que consiguiéramos», sino que su prioridad está en trabajar para «reducir las emisiones de CO2 del parque móvil que tenemos en este momento«. Al igual que en ediciones anteriores las ayudas vascas a la compra de vehículos se basarán en «la neutralidad tecnológica», para reemplazar de las carreteras vehículos antiguos y muy contaminantes por «vehículos nuevos que reduzcan ostensiblemente las emisiones de CO2».

Esta neutralidad implica que los requisitos para la concesión de las ayudas económicas a los compradores se basarán en los niveles de emisiones y en los tipos de motores. Eso supone que tanto los coches gasolina e incluso los diésel podrán optar a las ayudas, además de los eléctricos.

Más específicamente sobre los coches eléctricos, la consejera recordó que aún está vigente y con presupuesto disponible el Plan Moves II del Gobierno central, para la concesión de ayudas para la compra de vehículos sin emisiones, eléctricos o híbridos, que aún tiene presupuesto sin gastas. Y recalcó que el futuro Moves III tendrá aún más recursos económicos.

En esta misma línea, aunque las ayudas vacas sean para todo tipo de vehículos, se primarán con mayores ayudas, como en las ediciones pasadas, la elección de coches sin emisiones. Por que en última instancia, señaló Tapia, «pretendemos electrificar y ayudar a reducir estas emisiones de CO2«.

El primer plan Renove vasco se lanzó en primavera de 2019, con el objetivo de renovar el parque móvil y desde el principio de neutralidad tecnológica, ya que los programas del Gobierno central sólo daban ayudas para las motorizaciones eléctricas.

La dotación económica para la concesión de ayudas suele ser 5 millones de euros, como así se estableció en los programas de 2019 y 2020, aunque en el del año pasado la paralización total del mercado por la pandemia hizo que el Gobierno vasco ampliase su presupuesto en otros cinco millones más, hasta llegar a los 10 millones.

Con vistas a esta tercera edición del Renove vasco la consejera ha precisado que su intención es que la implementación de este programa de ayudas «esperamos que por última vez».

Además en la edición de 2020 se produjo una situación excepcional y difícil de repetir, que permitió a los conductores vascos gozar de más ayudas económicas que al del resto del país, ya que se permitió compatibilizar y acumular las ayudas del Gobierno vasco y las del Gobierno central, que de forma excepcional estos últimos concedieron también ayudas a los coches de combustión.