¿Perdidos en la traducción?
La 'startup' Innkia aplica el potencial de la Inteligencia Artificial al testeo y actualización de 'software' de seguridad o que se haya quedado obsoleto
Iratxe Bernal
Martes, 7 de octubre 2025, 00:18
Si hoy pusiéramos en marcha un ordenador que lleve muchos años en desuso veríamos que, aunque funcione, su utilidad estaría muy limitada. Podríamos escribir en 'Word' y crear nuestros propios 'Excel', pero no abrir los que nos enviaran otros ni entrar en la mayoría de las páginas web. Algo así les ocurre a muchas empresas y administraciones con algunos de sus sistemas internos. En su día pidieron que se les creara una solución informática expresamente pensada para resolver unas necesidades específicas, como la gestión de sus pedidos o de sus nóminas, por ejemplo. Una vez instalado, ese 'software' hecho a medida no requirió nunca mayor atención porque funcionaba bien. Cada cierto tiempo, cuando el desarrollador decía que era necesario, se realizaba alguna comprobación o actualización y listo. Hasta la siguiente.
Pero llegó un día en que éste dejó de realizar el mantenimiento. Ya sea porque prefería ir empujando a esos clientes hacia nuevos servicios o porque sencillamente bajó la persiana, el caso es que dejó sin soporte técnico un sistema que sigue en uso pese a que poco a poco se le notan más achaques e ineficiencias. Para subsanarlas, la 'startup' cooperativa Innkia, una de las 25 que participan en la décima edición de B-Venture, propone utilizar la Inteligencia Artificial como un traductor automático que convierta ese código desfasado en otro nuevo mucho más productivo.
Innkia
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Desarrollo de soluciones para la adopción masiva, ética y segura de la Inteligencia Artificial.
La firma nace en el seno del centro tecnológico Ikerlan, en el que investigaban cómo utilizar esta tecnología para testar sistemas de seguridad. «Ya desde 2022 tratábamos de combinar el potencial de la Inteligencia Artificial con nuestra experiencia en el desarrollo de 'software safety' –de seguridad informática–, que es el empleado para prevenir los riesgos que pueden surgir del funcionamiento de un 'software' dentro de un sistema, sobre todo en aquellos de los que pueda depender una vida», explica Gorka Artola, su director general. Hace referencia a los que, por ejemplo, activan automáticamente el freno de un ascensor o impiden que se abran las puertas de un tren en marcha. Desarrollarlos ya es una inversión, pero probarlos y garantizar que no van a fallar bajo ningún condicionante es aún más laborioso, y es ahí donde en Ikerlan vieron el salto cualitativo que se podía dar dejando esa parte tan repetitiva del proceso a la Inteligencia Artificial.
Cuando el desarrollo ya estaba lo suficientemente maduro como para crear una 'startup' expresamente dedicada al testeo de 'software safety', Laboral Kutxa, una de las entidades socias, les señaló que también hay muchos otros sectores en los que la seguridad es un requisito fundamental, aunque no haya vidas en juego. El bancario, sin ir más lejos. Sistemas como los que, por ejemplo, se ocupan de que el saldo de nuestra cuenta se actualice en cuanto hacemos una compra o un ingreso funcionan hoy en muchas entidades con códigos 'legacy'. Es decir, heredados. Esos que decíamos al principio que funcionan pese a que han ido perdiendo eficacia.
Ya no es sólo que no se le puedan añadir nuevas funcionalidades que sí ofrecen programas más modernos creados para el mismo fin. Es que encima generan un considerable gasto cada vez que hay que coserles algún parche porque, como no hay desarrolladores que los conozcan, cada actualización requiere muchas horas de trabajo… además de alguna plegaria para que un cambio no genere nuevos errores. Y eso por no hablar de los riesgos de ciberseguridad que implica atarse a una tecnología desfasada.
B-Venture
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¿Qué es? Punto de encuentro entre 'startups', inversores, empresas y figuras relevantes del ecosistema emprendedor.
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¿Dónde y cuándo? Palacio Euskalduna, próximos días 20 y 21.
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Impulsa. EL CORREO
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Patrocinan. Departamento de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno vasco, la agencia de desarrollo SPRI, la Diputación foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao.
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Colaboran. BStartup de Banco Sabadell, Fundación BBK, Laboral Kutxa, CaixaBank, Banco Santander y la Universidad de Deusto.
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Inscripciones. www.b-venture.com
«Son sistemas muy robustos, estables y solventes que están más que probados porque las entidades que los usan llevan décadas operando con ellos. Pero, precisamente porque han seguido funcionando bien, no se ha invertido en ellos. Año tras año, las empresas han visto más apremiante invertir en otras necesidades que les han ido surgiendo, así que ponte tú ahora, cuando ya no vale con implementar unas pocas mejoras puntuales, a cambiar de arriba a abajo algo obsoleto. Supone un trabajo costosísimo de tres o cuatro años, por lo que vuelve a posponerse», señala Artola.
De modo que la firma se puso a trabajar para lograr que la Inteligencia Artificial pudiera hacer esa labor de traducción de un código antiguo «prescindiendo del ejército de programadores que haría falta si lo hiciesen personas». Y llegados a ese punto, pasar esa primera versión al sistema previamente creado por ella misma para testar la seguridad en un 'software', que en este caso haría la labor de corrector, «prescindiendo así del segundo ejército programadores necesario para realizar esta segunda parte del proceso». A partir de ahí, ambas Inteligencias Artificiales entrarían en bucle pasándose una y otra vez el resultado de cada nueva prueba y la corrección pertinente hasta que, «en cuestión de semanas», obtuvieran una traducción totalmente limpia de errores.
«Es una solución para un problema global, por lo que esperamos que tenga un gran impacto, y es también un avance a partir del que nosotros crearemos nuevas herramientas porque nuestra intención es generar nuevos negocios a partir de los recursos que puedan generar aquellos en los que ya somos expertos», adelanta Gorka Artola.