El déficit vasco de las pensiones se duplica en una década hasta los 4.300 millones
La factura de las prestaciones ha crecido más del doble que las cotizaciones en estos diez años a pesar de la recuperación del empleo
En apenas una década el déficit vasco de las pensiones se ha duplicado al pasar de los 2.000 millones en 2013 a los 4. ... 300 millones de euros. La brecha entre las prestaciones que se pagan y los ingresos por cotizaciones sociales no para de crecer en una sociedad que está a la cola de Europa en natalidad y que encima tiene las pensiones más altas de toda España. La vinculación de las prestaciones con la inflación y la jubilación de la generación 'baby boom' amenaza con ampliar aún más el agujero, a la espera de ver el efecto de la reforma impulsada por el Gobierno central, que refuerza los ingresos con recargos a las empresas.
Los números evidencian los problemas de un sistema sobrecargado por una población muy envejecida que cada vez cobra pensiones mayores. En 2013, la factura de las prestaciones contributivas (pensiones, incapacidad temporal...) sumaba 7.968 millones y las cotizaciones ascendían a 5.873 millones, según los datos de la Seguridad Social. En 2022 la partida de gasto había crecido un 39% hasta los 11.095 millones y las de los ingresos solo un 16%, hasta los 6.787. Esta diferencia explica el crecimiento del agujero.
Todo ello pese a que en la citada década se ha producido una espectacular recuperación del mercado laboral tras la crisis financiera hasta alcanzar un máximo histórico de ocupados. Justo en 2013 se inició la remontada tras la debacle, con un crecimiento solo interrumpido por la pandemia, cuando el déficit de las pensiones superó incluso los 4.700 millones. El número de cotizantes ha aumentado en estos diez años desde los 875.000 hasta los 994.000, un 13%.
El número de pensiones ha crecido menos, un 9,5% hasta las 570.300, pero claro, en los años de la crisis no sufrió un retroceso como en el caso de los cotizantes. Hay más pensionistas y el importe de las prestaciones también se ha incrementado de forma significativa. La media en la jubilación del régimen general ha pasado de los 1.442 euros a los 1.762, un 22% más, mientras que los salarios que soportan las cotizaciones han aumentado la mitad, un 12%.
Reforma del sistema
El agujero ya se ha duplicado y amenaza con crecer mucho más. Este año la pensión media se ha elevado más del 9% hasta los 1.916 euros en el caso de la jubilación del régimen general debido a la revalorización de las prestaciones con el IPC. La factura, por tanto, engorda de forma considerable justo cuando empieza a retirarse la generación del 'baby boom'. La reforma impulsada por José Luis Escrivá y aprobada en el Congreso prevé afrontar este reto con una subida de las cotizaciones entre otras medidas, pero hay serias dudas de que sea suficiente. Organismos como la Airef o el Banco de España la han cuestionado al disparar el gasto.
Euskadi es responsable del 11% del agujero nacional aunque su población solo supone el 4,5%
La brecha entre prestaciones y cotizaciones es común en toda España pero especialmente grave en Euskadi por varios motivos: su población está más envejecida y las pensiones son las más altas del sistema. Es cierto que la base de cotización de los trabajadores vascos es también la más elevada, pero no llega a compensar. De hecho, las prestaciones que se pagan en el País Vasco suponen el 7,3% del total mientras que las cotizaciones solo representan el 6%.
Como consecuencia de ello, Euskadi es responsable del 11% del desfase nacional entre prestaciones contributivas y cotizaciones. En concreto, de un agujero total de 38.296 millones de euros al País Vasco le corresponden los citados 4.300 millones. Ese peso del 11% es más del doble del que tiene su población en el conjunto nacional.
Noticia Relacionada
Uno de los sistemas más insostenibles de España
Este mayor desequilibrio de las cuentas en Euskadi ha alimentado la tesis de que el resto de España está financiando las pensiones vascas puesto que, ante el déficit, el Estado está incrementando las transferencias a la Seguridad Social, con una inyección presupuestada de 38.000 millones este 2023. «No sabemos si esta cifra está recogida o no en el Cupo puesto que hay una falta absoluta de transparencia en su cálculo. Lo lógico es que esté», explica Ignacio Zubiri, catedrático de Hacienda Pública de la UPV. No obstante, añade, «hay una tendencia clara a infravalorar lo que la comunidad tiene que aportar y a sobreestimar lo que tiene que restar».
Cupo
En la misma línea, Ángel de la Fuente, director ejecutivo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), lamenta que no hay transparencia sobre el Cupo «pero la impresión es que el déficit vasco se paga entre los demás». El Cupo, que es la aportación que realiza Euskadi al Estado cada año por las competencias no transferidas, se acordó en 1.472 millones de euros para 2022, una cifra muy similar a la del ejercicio anterior y que es la referencia para los próximos cinco años.
Lo que es evidente es que el déficit vasco en pensiones es muy superior a la media nacional y el agujero se agrandará en los próximos años.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión