Esta ha sido una semana plagada de acontecimientos. Estrenamos una nueva estructura de las tarifas eléctricas. También se ha propuesto una norma que reparta los costes que soportan los consumidores eléctricos entre los que consumen gas y derivados del petróleo (FNSSE). Y, además, se ha lanzado otra proposición para modificar los ingresos de dos tecnologías de generación eléctrica porque, debido a cambios regulatorios producidos a lo largo de los años y con los que éstas no contaban, se entiende que están sobre-retribuidas.

Publicidad

Respecto a las tarifas, han quedado preparadas para que en el futuro cada palo aguante su vela. Esto es, que la CNMC diseñe las tarifas que retribuirán al transporte y la distribución de electricidad mientras el ministerio se encargará de las tarifas que retribuirán al resto de acreedores del sistema eléctrico, que son muchos y variados. Usted y yo estamos al final de esta cadena, o lo que es lo mismo, lo pagaremos todo, de una u otra forma, para tranquilidad de los acreedores.

Respecto a la norma que pretende repartir los costes que soportamos los consumidores eléctricos, añadiendo a éstos los consumidores de gas y de petróleo, nuestra opinión es que va en la buena dirección. No obstante, con dos peros. El primero relativo a que el reparto de los costes se realiza en función de la energía entregada/consumida. El segundo, que debería haberse hecho antes.

Respecto a los beneficios sobrevenidos por cambios regulatorios ('windfall profits'), lo esperable es que las compañías eléctricas (básicamente las tres dominantes) pongan el grito en cielo, utilizando analogías similares a «cambiar las reglas a mitad de partido».

Tres asuntos importantes que los consumidores domésticos tardarán en apreciar a través del recibo de la luz, dado su relativamente bajo volumen de consumo.

Para la industria, en cambio, la nueva tarifa supone, por el 'efecto calendario', una subida del precio de alrededor del 15%. La norma que repartirá los costes eléctricos entre gas y petróleo no le beneficia, porque estos consumidores pagarán más que en el modelo actual, ya que son grandes consumidores de energía. Y respecto a la posible solución relativa a los 'windfall profits', pinta que la cosa irá para largo.

Publicidad

Proceden medidas regulatorias urgentes que permitan a la industria reducir sus costes energéticos de forma inmediata. En este partido se juega su competitividad. Mientras, será decisiva su estrategia de compra, la optimización de su contrato eléctrico, su forma de consumir o los sistemas de eficiencia energética o de autoconsumo implantados.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Accede todo un mes por solo 0,99€

Publicidad