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En un contexto global profundamente caracterizado por la incertidumbre y las tensiones geopolíticas, las cooperativas vascas cerraron el año con un «balance positivo». Es lo ... que ha asegurado el director de la Confederación de Cooperativas de Euskadi (KONFEKOOP), Iñaki Nubla, en el balance anual presentado este viernes y antes de la Asamblea General que celebrarán el miércoles 14 de mayo. Las cifras anuales revelan un ligero crecimiento del tejido cooperativo vasco, tanto en el número de cooperativas (1.391, tres más que al cierre de 2023) como de empleados (62.335 trabajadores, un 2,07% más que el año pasado). De hecho, en estos últimos cinco años, el número de empleados ha crecido un 9%, cerrando así un ciclo «de avances gracias al esfuerzo colectivo, el compromiso de nuestras empresas y la fuerza de nuestro modelo económico», según Nubla.
Un 2024 que además ha sido especialmente relevante para la confederación por su entrada en el Consejo de Administración de Lanbide, que ha sido una de las grandes reivindicaciones que mantenían desde hace más de una década. «Participar en el espacio donde se definen las políticas de empleo que promueven la prosperidad y la cohesión social de nuestro país es un logro estratégico que refuerza la capacidad de influencia de las cooperativas en las políticas públicas», ha celebrado Rosa Lavín, presidenta de KONFEKOOP, durante la rueda de prensa
Asimismo, han anunciado cuáles serán los ejes estratégicos del nuevo plan estratégico 2025-2028. Uno de ellos es fortalecer la representatividad e influencia institucional para situar al cooperativismo como un actor clave en los retos económicos que afronta Euskadi. En este sentido, tanto Lavín como Nubla han destacado que desde KONFEKOOP llevan tiempo trabajando «en un posicionamiento sobre la aportación de las empresas cooperativas al tejido industrial, teniendo como marco el clima industrial y las conclusiones que se puedan derivar del Grupo de Defensa Industrial creado por el Gobierno Vasco».
Respecto a este apartado, Lavín asegura que «si hay algo por lo que el cooperativismo vasco es referente mundial, es por el peso de la industria», ya que las empresas cooperativas industriales representan el 40% de la estructura de KONFEKOOP y el 11% de la industria vasca. «Estas empresas están preocupadas por todo lo que está ocurriendo y por los aranceles», por lo que desde la confederación están con el foco puesto en los 2.150 millones que el Gobierno vasco destinará para apuntalar el empleo y reforzar el tejido industrial bajo el Grupo para la Defensa Industrial.
En un año en el que se ha aprobado una nueva reforma fiscal en Euskadi, Lavín ha advertido que esta «ha sido una revisión más que una reforma, que ha tenido el foco en el ciudadano de a pie y en la tributación individual» y que ha llegado acompañado de una serie de incentivos en el marco empresarial. Trasladándolo a territorio cooperativo, «se ha avanzado en el mayor reconocimiento en los incentivos de mecenazgo para las cooperativas de utilidad pública y sin fines lucrativos» y por otra parte, «el reconocimiento de las cooperativas de vivienda y cesión de uso», que apuesta por un «modelo diferente» para la vivienda y que, en palabras de Lavín, «puede ser un paso importante para el problema de la vivienda».
Pese a todo, el mensaje que han querido recalcar es que «necesitamos una fiscalidad acorde a los nuevos tiempos, que recoja nuestras particularidades y que impulse el emprendimiento de nuevas cooperativas».
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