Un nuevo atunero muy veloz surcará las aguas del Pacífico

Con un aurresku, seguido del himno de Croacia -país del que es originario la familia Miletic, fundadora del Grupo Jadran- bendición y con botella de champagne contra el casco culminó la entrega del espectacular buque, uno de los más rápidos en su categoría que pronto partirá para aguas del Pacífico. El acto tuvo lugar en la terminal de cruceros del Puerto de Bilbao, situada en la zona de Getxo, en un espectacular y soleado día de verano.

En la entrega del pesquero Diego Miletic, hijo del fundador del grupo armador, visiblemente emocionado se mostró orgulloso al recibir "este barcazo" que dijo ser el "resultado de una visión compartida" con Murueta y las empresas proveedoras que "nos han hecho sentir más como familia que como clientes". Juan Arana, vicepresidente de Astilleros Murueta, expresó la «alegría» que sienten con esta entrega, agradeciendo el trabajo de todas las personas que han participado en este proyecto y animando a Jadran a seguir contando con este astillero vizcaíno para su próximos proyectos. «Esperamos que se repita», emplazó.

Han sido más de 500 personas las que han trabajado en el diseño y construcción de esta factoría flotante que ha requerido más de dos años de trabajo. El buque y su aerodinámica son diseño propio de Astilleros Murueta, un equipo de una quincena de personas de su departamento de ingeniería han tenido en cuenta hasta el más mínimo detalle para que este casco de color azul corte el agua como si fuera el viento. El corazón que se encarga de que surque el océano procede de Bermeo, de la factoría de Wärtsilä, una de las más punteras a nivel mundial. Para maniobrar está equipado con dos hélices transversales y la principal de propulsión. Después hay otros cuatro motores diésel para el suministro energético de esta factoría pesquera y congeladora.

El 'Juan Pablo II' -nombre con el que el Grupo Jadran quiere homenajear al papa Wojtyła- está presente en muchos lugares de la embarcación. En el puente de mando hay una pared de vidrio con la imagen del papa junto a la frase "el trabajo más importante no es el de la transformación del mundo, sino el de la transformación de nosotros mismos".

Por las cubiertas, bodegas y plantas de tratamiento de este buque corre igualmente lo último en tecnología que permite pescar, tratar y congelar hasta 200 toneladas de atún al día, con una capacidad total de almacenamiento de pesca de 2.000 metros cúbicos, en seco «lo que asegura un óptimo almacenamiento del pescado para su posterior comercialización»

En el desafío tecnológico de este buque factoría -en que los equipos hidráulicos y de congelación son también parte de su corazón tecnológico- también han participado con diferentes equipamientos Técnicas Hidráulicas (maquinaria para labores de pesca), Bombas Azcue (bombas), Macuber (cintas para el movimiento del pescado), Nautical (electrónica), Tragenasa (diseño de interiores), etc. En el puente de mando de color blanco en el exterior y grandes ventanales, con maderas cálidas en su interior, quien se encarga de guiar a este nuevo atunero por los siete mares en busca del preciado túnido son lo más sofisticados equipos electrónicos que bien hubiera querido tener el Apolo 11. Pero también la imagen del papal y la escultura de la virgen de Medjugorje.

Las 'mareas', son en lenguaje pesquero la duración de la campaña, el periodo de tiempo desde que el buque abandona el puerto hasta que se regresa con la faena realizada. El 'Juan Pablo II' esta preparado para trabajar en altamar, en las fuertes aguas del Pacífico, en periodos de hasta 30 días, con sus 35 personas de tripulación.

Cuando se localiza un banco de atunes, el buque despliega una embarcación auxiliar (panga), con la que lanza la red y maniobra para formar una gran circunferencia en que queden atrapados los atunes. Aquí juega un papel vital la velocidad del buque y la pericia de sus tripulantes. Los atunes atrapados se introducen en el barco por escotillas, pasando a la parte de procesado, en que se ultracongelan muy rápido. Para ese proceso se les mete en salmuera -agua de mar a la que se añade más sal- ya fría para su posterior congelado y después se almacena en seco para garantizar su óptima conservación.

Las dos personas de máximo rango en el buque son lógicamente el capitán y el patrón de pesca. Este patrón es un profesional especializado de gran relevancia para toda la tripulación, ya que tiene bajo su responsabilidad encontrar los bancos de pesca, de su pericia depende el éxito de cada campaña y de que el buque pueda regresar a puerto con las bodegas llenas.

Pero puede decirse que otro de los puestos relevantes en el buque es el del cocinero que ha de encargarse de alimentar y satisfacer a 35 personas en 'mareas' de un mes, para lo que cuenta con una gran cocina y varias gamuzas (neveras) que muchos restaurantes de tierra firme quisieran para sí.

El comedor, que también es salón y zona de televisión, así como los camarotes y áreas comunes tiene una configuración y equipos también con las ultimas novedades de diseño, confort y funcionalidad, en este caso obra de la firma gallega Tragenasa. Desde Murueta explican que «en los últimos veinte años ha cambiado mucho el diseño y la preocupación por el confort de las tripulaciones». Los camarotes del capitán y del patrón de pesca son verdaderas suites, con gimnasio y sauna.