Solo el 5% de los parados vascos se muda en busca de oportunidades laborales

El porcentaje es aún menor entre los ocupados, ya que solo el 1,4% ha cambiado de localidad en el último año, una tasa que deja a Euskadi en el penúltimo peldaño de la ya de por sí baja movilidad laboral de España -2,4%-, a la par de Aragón y solo una décima por encima de Extremadura.

De los parados que decidieron hacer las maletas en busca de más oportunidades, solo 500 se quedaron en el País Vasco, el dato más bajo desde 2010. 2.100 buscaron otro domicilio en España y los dos mil restantes se marcharon del país. Según los datos que hizo públicos ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), 27.500 desempleados vascos no han cambiando su lugar de residencia desde que nacieron. El número de ocupados en la misma situación alcanza un tercio del total: nada menos que 337.000.

Entre los 13.800 vascos que sí tienen trabajo y se han mudado en el último año, que también conforman el grupo menos nutrido desde 2010, la situación es inversa: la mayoría -8.900- ha escogido una localidad en la comunidad autónoma vasca, frente a los 2.600 que se han reubicado en otra región del Estado y los 2.000 que lo han abandonado. No obstante, sigue siendo el menor número que elige quedarse en Euskadi de los últimos doce años, y uno de los porcentajes más bajos.

En el resto del país, la situación no es muy diferente: poco más de 127.000 de los más de 3,1 millones de parados que había registrados en el primer trimestre de 2022 cambiaron de municipio de residencia en el último año, mientras que más de 2,5 millones, casi un 80% del total, llevan sin moverse de lugar al menos cinco años.

Cabe resaltar, no obstante, que se trata de un porcentaje superior al del año pasado, cuando solo un 3,5% de los parados se trasladó de residencia en busca de un empleo y se cortó de forma brusca la tendencia ascendente que se había experimentado en el año anterior. La pandemia estaba detrás de este parón, pero ahora, una vez que se ha eliminado cualquier tipo de restricción, tampoco se ha vuelto a los niveles previos a la crisis sanitaria: en 2020 se habían alcanzado máximos del 4,7%.

Jóvenes e inmigrantes

Lógicamente, la movilidad es mayor entre los jóvenes: 231.300 trabajadores menores de 35 años (un 4,8% del total) se han trasladado de municipio en el último año, mientras que apenas lo ha hecho un 0,9% de los mayores de 55 años.

La estabilidad en el empleo es la clave, a la vista de que quienes tienen un contrato temporal son más proclives al cambio: un 3,4% se ha mudado en el último año frente al 2,2% de los que están fijos. De igual manera, la movilidad está relacionada con la antigüedad: apenas se han movido los que llevan más de seis años en su empresa (1,3%), mientras que se cuadruplica (5,2%) entre los que llevaban menos de un año en su empleo actual.

Finalmente, la movilidad geográfica, tanto de los ocupados como de los parados, es mucho mayor en los extranjeros que en los españoles. Concretamente, los primeros registran una movilidad del 5,9%, nada menos que cuatro puntos más que la de los ciudadanos con nacionalidad española.