370 médicos, el 32% de los socios, quieren vender ya sus acciones de IMQ
El consejo había pedido a los accionistas dispuestos a desprenderse de sus títulos que lo notificasen ahora
El consejo de administración del grupo IMQ había pedido a los accionistas que le ayudasen a clarificar el interés real de venta de sus títulos. ... Tras una encuesta encargada el pasado año, que arrojó datos aproximados pero huérfanos de algunos matices trascendentales, la solicitud pasaba por identificarse y por mostrar la disposición de vender a un precio ya conocido. Un precio, 255.000 euros por cada paquete de 1.000 acciones, que nace de la oferta realizada por el grupo Adeslas, interesado en aumentar su influencia en la primera aseguradora de salud del País Vasco. Ya hay respuesta. Hasta ayer, un total de 369 médicos y al mismo tiempo accionistas habían mostrado, con nombres y apellidos, su voluntad de vender sus títulos. La práctica totalidad a corto plazo. Tan sólo 25 indican que su interés se sitúa en una venta en la segunda ventana ofertada por Adeslas. Esto es, dentro de tres años.
Puede aumentar
Fuentes de IMQ señalaron ayer que es probable que en los próximos días haya algunas adhesiones adicionales a esta manifestación de intenciones, para situar la cifra de vendedores a corto plazo en 390 accionistas.
Los 370 accionistas que ya han mostrado su deseo de vender suponen el 32% del capital social de la compañía. Un porcentaje muy elevado que justifica la batalla desatada desde hace dos años por una parte de los accionistas. Agrupados en la asociación PAI, se rebelaron contra la obligación de vender las acciones al propio IMQ a un precio teóricamente «razonable» -entonces poco más de 60.000 euros-, que el paso del tiempo ha demostrado que era más bien poco razonable. La propuesta realizada por Adeslas permitiría a cada accionista que quiera vender obtener 255.000 euros e incluso la asociación que defiende que los médicos retengan el control de la compañía, Ademi, asegura que se puede armar una operación para que cobren 260.000 euros.
La junta de accionistas de IMQ está convocada para el próximo miércoles día 30, y las posturas están claras. Los 1.170 accionistas de la sociedad -todos ellos médicos- deberán optar entre dos opciones. Una, dar su respaldo al actual consejo de administración y a su propuesta, para que culmine las negociaciones con Adeslas sobre la base de la oferta básica que ya ha hecho. En el caso de que esta sea la opción ganadora, aún será necesaria otra junta de accionistas que ratifique las condiciones, ya que eso implica concretar plazos y sobre todo pactos entre accionistas. Adeslas ya ha anunciado que no quiere sobrepasar el 50% de la filial de seguros -la joya de la corona- y que pretende mantener una gestión consensuada con los médicos, pero también que quiere consolidar la filial en su balance. Un equilibrio, cuando menos, complicado.
La segunda opción que los accionistas tendrán en el orden del día viene avalada por la asociación Ademi, los defensores de impedir que los médicos pierdan el control de la sociedad. Se oponen de forma radical a que Adeslas incremente su influencia en el grupo y creen que es posible financiar la salida de quienes se quieran marchar mediante un alambicado proceso financiero. También aseguran, según los resultados de una reciente encuesta que han realizado, que hay un número muy importante de médicos dispuestos a adquirir acciones de IMQ, lo que permitiría continuar con el modelo actual e impedir la toma de control por parte de Adeslas.
Recursos económcios
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94 millones de euros es la financiación mínima para atender esta demanda.
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