La marcha atrás de las grandes tecnológicas norteamericanas
Mientras en Europa avanza el teletrabajo, en EE UU se recurre a las relaciones personales y la cultura de empresa para justificar la vuelta presencial a la oficina
Una comparativa con otros países europeos muestra que mientras el teletrabajo ha seguido en ascenso en gran parte del continente, en España ha descendido. Si ... antes de la pandemia el porcentaje de teletrabajadores de España, sumados habituales y ocasionales, estaba un 6,2% por debajo de la media de la Unión Europea (8,3% frente a 14,5%), a finales del año pasado esa diferencia se había ampliado hasta los 8 puntos (12,5% y 20,6% respectivamente). Por ello, si en 2019 España ocupaba el puesto 14 en cuanto a penetración del teletrabajo entre los 20 mayores países de la UE, ahora se encuentra en el puesto 16.
Once de esos 20 países, entre ellos Alemania, Bélgica, Francia, Países Bajos, Grecia y Portugal se mantienen por encima de los niveles que alcanzaron durante la pandemia en 2020. Y en siete al menos uno de cada tres ocupados trabajan ocasional o habitualmente desde su hogar. Son Países Bajos, con un 44,5%, Suecia (40,3%), Luxemburgo (37,8%), Finlandia (36,2%) Bélgica (35,5%), Irlanda (35,1%) y Dinamarca (33,2%).
De los 20 mayores países de la UE por detrás de España solo figuran Hungría (12%), Croacia (11,8%), Rumanía (5,8%) y Bulgaria (5,7%).
Y mientras en el Viejo Continente el teletrabajo avanza, en general, al otro lado del Atlántico, las grandes tecnológicas que en su día lideraron la implantación y auge de esta modalidad laboral empiezan a dar marcha atrás. Las mayores compañías de un sector que desde el otoño pasado ha llevado a cabo o anunciado ya más de 200.000 despidos sugieren, y en algunos casos imponen, la vuelta presencial a las oficinas.
Apple y Google ya han rebajado el teletrabajo casi total hasta el formato híbrido, en combinación con el presencial. Elon Musk anunció en noviembre pasado a los empleados de Twitter el fin del teletrabajo instándoles a estar en las oficinas «un mínimo de 40 horas semanales». En Meta, Zuckerberg está evaluando esa opción y sostiene ahora que «el tiempo en persona ayuda a construir relaciones y a que se hagan más cosas».
Por su parte, Amazon ya ha fijado la vuelta a las oficinas para el próximo 1 de mayo. Su CEO, Andy Jassy, argumenta que «es más fácil aprender, modelar, practicar y fortalecer» la cultura de empresa si los empleados comparten lugar de trabajo. Y para ello pone ejemplos como las charlas «de camino a la comida, en los ascensores o en los pasillos» para reforzar las relaciones personales y en las que pueden surgir ideas.
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