Limbo fiscal para los vascos que invierten en las criptomonedas
Bizkaia ha tomado la delantera para regular su tributación, pero la falta de normativa y las diferencias entre territorios generan dudas
La criptomoneda es un elemento lleno de ingredientes que hacen complicada su comprensión. No tiene un regulador, ni reglas convencionales a las que atenerse. Tampoco ... una sede física, y refleja además unas fluctuaciones muy bruscas difíciles de predecir. Un cóctel que viste al sector con una imagen alternativa que atrae a muchos inversores diferentes que quieren huir de la reglamentación de un poder tradicional para protegerse en el gobierno de la suma de muchos iguales, de la horizontalidad y de redes conectadas sin localización precisa, en el 'blockchain'.
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Por eso también es complicado para las haciendas fijar los mecanismos tributarios con los que fiscalizar un volumen de dinero cada vez mayor y que hasta hace bien pocos meses había generado unas ganancias desorbitadas. Demasiado movimiento y plusvalía para que ese capital no contribuya a las arcas públicas.
El caso es que los inversores vascos en estos activos digitales viven con cierta incertidumbre el tratamiento fiscal a la espera de que las haciendas forales vayan concretando pasos que no estarán diseñados plenamente hasta 2023, tal y como confirman fuentes de las diputaciones. Pero hasta entonces la regulación no es clara y hay diferencias entre los territorios que dificultan la tributación de la criptomoneda, dejando ciertos aspectos en una especie de limbo fiscal.
El principio que escapa de esa incertidumbre es el del rendimiento. Las ganancias al recuperar una inversión sí deben declararse en Renta o Patrimonio. Aunque el auditor de cuentas Eneko Marugay, especialista en criptomonedas, recuerda que muchas veces esas ganancias no se liquidan en euros y se convierten en otra moneda.
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Gipuzkoa, hasta que esté la normativa actualizada, ha comunicado a través de una consulta tributaria vinculante la obligatoriedad de declarar la inversión en moneda virtual a través del modelo 720, destinado a informar de los bienes que tienen los ciudadanos en el extranjero. El formulario, explica el gerente del área fiscal de Seico Consultores, Jesús Lorente, «ni siquiera recoge en las casillas la opción de criptomoneda»; esta hay que declararla como «bien mueble, como si fuera un barco» . El colectivo inversor en estos activos ha denunciado este punto con insistencia. Eneko Marugay recuerda que «Bizkaia y Álava no han marcado este criterio con la misma obligatoriedad», por lo que habría que esperar a la nueva normativa que recoja formularios adaptados.
Sin datos
Muchos contribuyentes han rellenado la información por si acaso, dada la atención que estaban despertando -especialmente el pasado año- las cotizaciones de monedas virtuales. Pero el caso es que las diputaciones no son capaces de determinar el importe total de esa inversión declarada «porque está incluida en una casilla genérica que no la especifica respecto a otros bienes».
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Las tres haciendas forales han tratado en el Órgano de Coordinación Tributaria las líneas generales para fijar la tributación de las criptomonedas. Se marcan dos objetivos: en primer lugar, recabar información para conocer la cantidad de inversión que los contribuyentes vascos tienen en moneda virtual; y en segundo, establecer un mecanismo en el que se recojan todos los movimientos de inversión registrando quién compra, cuánto y en qué tipo de moneda.
Las diputaciones trabajan para tener una normativa a finales de año que deba cumplirse desde 2023
Según explican fuentes de las haciendas forales, se trata de mecanismos de recogida de información a través de la obligatoriedad de rellenar formularios con estos datos que, después, se puedan cruzar con las declaraciones de Renta y Patrimonio que gravan los rendimientos. Como recuerda Marugay, «es la línea que ha fijado el conjunto de España a través de la Agencia Tributaria y que ahora las haciendas forales, en ejercicio de sus competencias, deben trasladar a su reglamentación».
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La meta de las tres diputaciones vascas es tener listo este procedimiento a finales de año. Pero de momento, solo Bizkaia ha dado los primeros pasos con la tramitación del proyecto de Norma Foral de Lucha contra el Fraude, que establece dos formularios obligatorios adaptados: uno para que los inversores informen de las monedas en las que tienen repartida su inversión; y otro que obliga a los intermediarios de las inversiones a declarar qué ciudadano compra, cuándo y en qué moneda.
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