Laboral Kutxa bloquea un ciberataque a su sistema informático

La entidad asegura que no han podido acceder a datos críticos de los clientes como números de tarjetas o claves de identificación

Manu Alvarez

Bilbao

Martes, 31 de mayo 2022, 10:09

Laboral Kutxa ha comunicado que ha conseguido bloquear un ciberataque que había afectado a sus sistemas informáticos y en concreto a su servicio de intercambio de documentos con los clientes. Una parte de esa información se envía por correo ordinario, mientras que a otros clientes les llegan por email y los ciberdelincuentes han tenido acceso a un almacén digital de archivos en formato pdf en el que se encontraba esos documentos.

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La entidad ha asegurado que nada más tener conocimiento de lo sucedido puso en marcha sus protocolos de seguridad, al tiempo que ha garantizado que los ciberdelincuentes no han tenido acceso a datos críticos como pudieran ser las claves de acceso a su banca digital o las de las tarjetas de crédito. La entidad ha comunicado lo sucedido al Banco de España, a la Agencia de Protección de Datos, así como al Instituto Nacional de Ciberseguridad y al Centro Vasco de Ciberseguridad.

Fuentes de la entidad han transmitido un mensaje de tranquilidad ante lo sucedido, gracias a los efectos limitados y tangenciales que ha generado el ataque a sus ordenadores. En un comunicado que ha hecho público hoy, Laboral Kutxa confirma que ha detectado la «existencia de un acceso no autorizado al servicio de correspondencia. La consecuencia ha sido que se han visto afectados algunos documentos en formato PDF de la correspondencia ordinaria ya remitida a clientes». La intromisión en los sistemas informáticos de la entidad financiera se ha limitado a este contenido concreto ya que, han apuntado, «no ha conseguido vulnerar ningún otro sistema ni servicio». Los ciberdelincuentes, según se ha podido conocer en la investigación realizada por Laboral Kutxa, pudieron acceder a un repositorio –almacén informático- que contenía los archivos remitidos a los clientes entre el 28 de marzo y el 18 de abril.

El comunicado emitido por Laboral Kutxa incide, precisamente, en limitar el alcance de la intromisión en sus sistemas. «Este percance -señalan- no ha afectado a la integridad y disponibilidad de los datos, y no ha alterado ninguna operativa de la Entidad. La seguridad de la operativa bancaria de los clientes ha estado en todo momento garantizada. Se ha comprobado plenamente que no ha habido acceso a información alguna sobre credenciales personales, numeraciones de tarjetas u otro elemento de autenticación».

Hace ya meses que el Banco Central Europeo ha trasladado a todas las entidades bancarias de la zona euro la necesidad de extremar las medidas de protección de sus sistemas informáticos, ante la sospecha de que se van a incrementar los ciberataques. Un temor que ha se ha incrementado tras la invasión de Ucrania por parte del ejército Ruso y la sospecha de que existe una guerra soterrada, con la informática como canal de transmisión, para generar inestabilidad en algunos sectores económicos trascendentales en Occidente. Según diversos informes de expertos en seguridad informática, el sector financiero y el de la energía son, precisamente, los blancos preferidos de los ciberdelincuentes. En concreto, el análisis realizado por los expertos informáticos en los sistemas de Laboral Kutxa han revelado que la dirección IP de internet desde la que se produjo el 'hackeo' está asignada a Lituania.

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Laboral Kutxa ha remitido una comunicación a sus clientes para explicarles lo sucedido, al tiempo que les ha indicado que «ha activado sus protocolos de seguridad, ha neutralizado la intromisión y subsanado inmediatamente el problema, y ha implantado, además, las medidas necesarias para evitar su repetición. Igualmente, ha actuado con la máxima diligencia y transparencia y ha puesto el hecho en conocimiento de las autoridades supervisoras competentes».

En la actualidad, la entidad financiera vasca, que tiene fórmula jurídica de cooperativa de crédito, cuenta con 1.137.000 clientes -una parte de ellos fuera de Euskadi- y unos activos valorados en algo más de 28.000 millones de euros. Su red comercial tiene 300 oficinas y cuenta con 1.954 empleados.

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