La industria vasca ha captado 1.100 millones en bonos y pagarés
Después de Madrid, Euskadi es la segunda comunidad que más ha aprovechado el trampolín del mercado MARF de deuda empresarial
La industria vasca se encuentra entre las más dinámicas en diversificación de sus fuentes de financiación, como pone en evidencia el hecho de que 17 ... de las empresas que han colocado emisiones de deuda en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF) tengan aquí su sede. En conjunto, a través de bonos y pagarés, estas 17 empresas vascas han logrado captar 1.100 millones de financiación en siete años. Se da la circunstancia de en este mercado MARF Euskadi ocupa la segunda posición entre las comunidades autónomas españolas, sólo por detrás de Madrid, que concentra 48 firmas, para después aparecer con muchísima distancia y con sólo cuatro empresas cada una, Cataluña y Valencia, mercados ambos que al igual que el País Vasco tienen una larga trayectoria bursátil.
Estos datos fueron dados a conocer ayer por los responsables de este mercado de deuda a través del informe 'El MARF y su contribución al crecimiento empresarial', elaborado a raíz de que este mercado, que nació en octubre de 2013, ya ha alcanzado las 100 empresas emisoras después de que en 2020 experimentase un fuerte dinamismo de nuevas operaciones, algunas de ellas además con respaldo del ICO dentro de las medidas extraordinarias de financiación empresarial por el Covid, y las previsiones para 2021 son seguir creciendo.
Este centenar de empresas del MARF tiene vigente en diferentes emisiones un volumen de financiación de 6.000 millones. El director general de BME Renta Fija y del MARF, Gonzalo Gómez Retuerto, enfatizó el peso que esta vía de financiación está adquiriendo, ya que las empresas que han acudido ahí facturan cerca de 78.000 millones de euros y contribuyen a mantener 380.000 puestos de trabajo. Además pone en valor que estas emisiones han ayudado a muchas de estas empresas a crecer, financiando sus inversiones o compras de otras compañías.
Funciona el 'boca a oreja'
Gómez Retuerto recuerda los inicios del MARF, cuando la primera empresa que emitió deuda en el joven mercado fue la constructora gallega Copasa. No tardó mucho en llegar la industria vasca, cuya avanzadilla la abrió Elecnor en abril de 2014 -con un programa de pagares a un año por valor de 15 millones-, y ese mismo mes siguió sus pasos Tubacex con sus primeros pagares por 29,9 millones.
Para Gómez Retuerto la cercanía entre las propias empresas industriales vascas ha hecho que se difundan las ventajas de acudir a esta financiación alternativa a la bancaria. «Por decirlo de forma coloquial, el 'boca a oreja' funciona» y cuando hay firmas líderes que utilizan con éxito los bonos y pagarés «son los mejores embajadores ante a otras empresas que les preguntan cómo les ha ido».
El perfil de las empresas vascas que han acudido al MARF es muy diverso. Hay firmas que cotizan en Bolsa como CAF, Dominion, Elecnor, Gestamp, MásMóvil Ibercom (que acaba de salir este año del mercado), Minersa, Tubacex, Tubos Reunidos, Vidrala y Vocento; las hay que han entrado al mercado alternativo BME Growth (antes MAB) como Arteche; y las hay como uno de sus primeros contactos con inversores institucionales a través de un mercado organizado como es el caso de Ekodakin, Ormazabal, Sidenor, Teknia, Tradebe o la cooperativa Ulma.
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