«Sin igualdad entre hombres y mujeres, las empresas no sobrevivirán»

Porque las compañías que no estén plenamente conectadas con la realidad de la sociedad «van a desaparecer», según Patricia Arias, directora territorial en el País Vasco del Banco Santander. A su juicio, la igualdad entre ambos sexos en la empresa «llegará con el tiempo de forma natural»; pero si no se hace rápido, «dejará muchos cadáveres en el camino». De ahí la «obligación» de impulsarla «porque así nos aseguraremos de que la empresa sobrevivirá».

Una de esas vías para acelerar la presencia de la mujer en la empresa es la imposición de cuotas. «¿A alguien se le ocurre otra manera de hacerlo?», se preguntó Ainhoa Rivera Azcoitia, directora de gestión de personas y organización de Tubacex. Rivera expuso además la dificultad añadida que ciertos sectores de actividad económica, como la industria, tienen para captar talento femenino.

La directiva de Tubacex recordó que desde que la empresa puso en marcha el programa de formación dual, han pasado por sus instalaciones 61 estudiantes. «Sólo siete eran chicas. Y de ellas únicamente dos estuvieron en el área de producción de la empresa», lamentó. De ahí la importancia de hacer ver a las mujeres, «desde que son pequeñas», que pueden trabajar «en cualquier puesto de nuestra empresa».

Tubacex trabaja para despertar vocaciones femeninas en el ámbito industrial. También lo hace Iberdrola, perteneciente a un sector, el energético, donde la presencia de la mujer sólo es del 22%. «En nuestra compañía, durante los últimos tres años ha crecido un 9% el número de mujeres en posiciones de liderazgo, y en un 18% en puestos técnicos de alta cualificación», subrayó Mercedes Moreno Nieto, responsable de sistemas retributivos de la multinacional vasca.

La falta de vocaciones tecnológicas -en Euskadi sólo el 14% de las personas que estudian informática son mujeres- es un obstáculo para empresas como Microsoft. Una forma de atraer a la población femenina hacia este sector es «hacerle ver que las tecnologías pueden cambiar el mundo», según Montse Pardo Bayona, directora de relaciones institucionales en Microsoft Ibérica. Reconoce que reclutar mujeres «es muy difícil», aunque se aseguran de que en cada terna de finalistas para cubrir un puesto «al menos haya una mujer».

Para Shannon Vetes, jefa de programa de BlaBlaCar, reducir la brecha salarial pasa en primer lugar «por medir lo que se paga a hombres y mujeres». Vetes admitió que en su empresa -la popular red social que conecta conductores y pasajeros para viajar en coche compartido- existen diferencias salariales, marcadas en parte por la antigüedad de la plantilla. «Pero compartimos las responsabilidades en los distintos departamentos. Y las personas con el mismo papel o función parecida cobran lo mismo».