La IA abre un mundo de oportunidades al que no se debe tener miedo, pero que obliga a adaptarse
Esta nueva tecnología dispara la eficiencia y revoluciona desde la forma en la que opera la banca hasta cómo se innova en la cocina
A la mayoría de la población, el rápido avance de la inteligencia artificial (IA) le provoca incertidumbre, estrés e incluso algo de miedo. Lo reconoce Laura Rojas Marcos, doctora en psicología clínica y de la salud. Afortunadamente, también subraya que el ser humano nace con la capacidad para hacer frente a los retos que plantea esta nueva tecnología. «Venimos a este mundo ya con la capacidad de poder aprender y de poder adaptarnos a los cambios que van sucediendo. Lo llevamos en los genes. La vida es cambio y el cambio es vida. Todo cambia y nada es inalterable», sentenció la especialista durante la jornada 'Descubrir las oportunidades en la era de la inteligencia artificial', organizada por EL CORREO y BBVA.
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«Ya estamos utilizando la IA muchas veces sin darnos cuenta»
La IA está impulsando una revolución tecnológica sin parangón en la velocidad a la que provoca cambios sustanciales. No obstante, Rojas Marcos incide en que se trata de una herramienta con multitud de aplicaciones desarrolladas para facilitar innumerables labores. Y que, como tal, abre un mundo de oportunidades. «Para aprovecharlo tenemos que agarrarnos a nuestra capacidad de aprendizaje, de formarnos, y acudir a los lugares o profesionales que entienden de esto», añadió durante la mesa redonda moderada por la periodista de este diario Marta Madruga.
Inteligencia artificial hasta en la cocina
A su alrededor, los otros dos participantes en el debate asintieron. Marta Alonso, directora de la Territorial Norte de BBVA en España, y Joan Roca, chef y propietario del aclamado restaurante catalán El Celler de Can Roca, saben bien cuál es el poder transformador de la IA porque representan dos casos de uso muy diferentes. «Tenemos un gran compromiso con la innovación porque la sociedad quiere vivir experiencias nuevas y el sector de la restauración es muy competitivo y muy demandante de nuevas técnicas y de nuevos conceptos», explicó Roca, que también se muestra optimista en cuanto a la futura colaboración del ser humano con la IA.
«Va a cambiar la cocina, la restauración y la alimentación. Nos ayudará a ser mucho más eficientes, por ejemplo para reducir los alimentos que desechamos y acercarnos al desperdicio cero. A la IA le pedimos ideas y apunta cosas que no se nos habían ocurrido», apuntó el cocinero, que también vaticina sistemas que generen recetas a partir de lo que tenemos en la nevera. Y eso se demostró en el auditorio del Museo Guggenheim con un ejemplo práctico: el público eligió ingredientes a través de su móvil y la IA generó una receta para cocinarlos. «Es buena, coherente, y seguro que sale bien», alabó Roca, en cuyo restaurante los comensales incluso experimentan con gafas de realidad aumentada para disfrutar de un bombón que les transporta hasta las selvas de latinoamérica para asistir al proceso que convierte el cacao en chocolate. Son innovaciones que se cuecen en La Masía, el espacio de formación e investigación en el que talento y tecnología impulsan la creatividad.
La banca 'online' arrasa
En BBVA, por otro lado, la IA se pone al servicio del cliente. «Nos pide que le demos un servicio conveniente y sencillo. Quiere tener disponibilidad 24 horas, 7 días a la semana. Poder acceder a sus finanzas y operar en cualquier momento del día sin tener que desplazarse a ningún sitio», explicó Alonso, cuyo banco ha invertido más de mil millones de euros en una tecnología que ahora permite al 80% de los clientes conectarse a través de su aplicación móvil y facilita que más del 75% de las ventas se produzcan a través de ese canal. «Las herramientas de IA también son especialmente importantes para pymes y autónomos, ya que les libera de algunas tareas y les pemite así centrarse en el negocio», resaltó la ejecutiva del BBVA, que invierte en mejorar asistentes virtuales y sistemas de reconocimiento de texto.
En cualquier caso, una de las mayores preocupaciones relacionadas con la IA reside en su capacidad para sustituir a las personas, sobre todo en puestos de trabajo. Rojas Marcos recordó que, aunque a veces lo parezca, la IA no es humana. Y que el componente humano va a ser necesario siempre. En la banca, por ejemplo, Alonso incidió en que la atención presencial seguirá siendo clave, porque muchos clientes lo reclaman. «Y no es solo una cuestión de edad», apuntó.
Por otro lado, Roca resaltó la necesidad de involucrar a los trabajadores en la gestión de la tecnología, y subrayó que «para la innovación hace falta talento y que se sienta parte de algo grande». En su opinión, «cuidar a las personas va a ser el gran reto de la nueva revolución humanista en la que estamos entrando de la mano de la inteligencia artificial».