La guerra comercial impacta en la economía española, que modera su crecimiento en el primer trimestre
El PIB reduce su crecimiento del 3,3% al 2,8% en el primer trimestre, con una caída de las exportaciones de más de un punto respecto al tramo final de 2024
La guerra comercial desatada por Donald Trump comienza a notarse también en España. Aunque nuestro país no tiene un gran volumen exportador con Estados Unidos, ... la ralentización en las compras de países europeos como Francia o Alemania afecta directamente a la economía española. Los datos confirmados este miércoles en la Contabilidad Nacional publicadas por el INE indican que el Producto Interior Bruto (PIB) ha crecido un 0,6% en el primer trimestre, una décima menos que el anterior. En tasa interanual el avance se ralentiza del 3,3% al 2,8%, la tasa más baja desde hace un año.
Hace unas semanas que distintos organismos comenzaron a revisar a la baja sus previsiones de crecimiento económico para este año en España. El Banco de España apuntó hacia el frenazo del consumo y de la inversión por la incertidumbre a costa de los aranceles lo que está generando una desaceleración económica en España. Según sus previsiones, el PIB crecerá un 2,4% este año, tres décimas menos de lo previsto hace solo tres meses, y al 1,8% el que viene. BBVA Research también ha rebajado recientemente su previsión hasta el 2,5% este año (tres décimas menos) y un 1,7% el que viene, todo motivado por la guerra comercial.
En un comunicado, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, confirma que el crecimiento español es superior al de los principales países europeos (Alemania 0,4%, Francia 0,1%). «España mantiene un fuerte crecimiento en el primer trimestre del año, apoyado en el consumo privado, la inversión en bienes de equipo y el repunte de la construcción», señala Cuerpo.
La contribución de la demanda externa ha sido negativa por primera vez en tres años tras el 'boom' del turismo y las exportaciones desde el fin de la pandemia. Los datos del INE indican que esta contribución negativa responde a un crecimiento de las importaciones superior al de las exportaciones. Las primeras crecieron un 4,4%, y las exportaciones lo hicieron un 2,7%, seis y cuatro décimas menos respectivamente que en el último trimestre de 2024.
El consumo de los hogares, una de las palancas de crecimiento hasta ahora, avanzó un 3,7%, una décima menos que en el cuarto trimestre de 2024. Y el consumo público, que había sido uno de los soportes del crecimiento desde la covid, aumentó un 2,4%, casi punto y medio menos que en el primer trimestre coincidiendo con la entrada en vigor de las nuevas reglas fiscales europeas. Además, la inversión avanzó un 3,3% interanual, dos décimas menos que hace tres meses.
Por sectores, la inversión en vivienda sigue al alza, acelerándose un 1,9% en el inicio del año, dos décimas más que hace tres meses. Sin embargo, la inversión en maquinaria y bienes de equipo se moderó al 1,6%, frente al 7,6% registrado en el último trimestre de 2024, seis puntos menos.
Impacto de la guerra comercial
Inicialmente, el impacto directo en las exportaciones españolas que podría tener la implantación de unos aranceles del 10% (tasa actual), 20% (tasa prevista tras la moratoria), o incluso del 25%, sería limitado ya que las ventas a EE UU desde España suponen alrededor del 5% del total de exportaciones. No obstante, sí habría sectores vulnerables, como el agroalimentario (vino, aceite de oliva, aceitunas, principalmente), maquinaria y material eléctrico, manufacturas metálicas o los productos químicos y farmacéuticos, explican desde la Cámara.
No obstante, los impactos indirectos sí podrían ser relevantes. Por un lado, las menores ventas de los sectores afectados podrían trasladarse al resto de la economía por la vía de una menor demanda de los productos y servicios intermedios necesarios para su producción. Por otro lado, el impacto que los aranceles norteamericanos podrían tener en los principales socios comerciales de España, como pueden ser Alemania, Francia o Italia, repercutiría negativamente en el crecimiento económico de estos países y, por consiguiente, en una menor demanda de productos y servicios fabricados en España. A todo ello se añadirían los eventuales efectos sobre la menor exportación de servicios (transporte, logística, seguros, servicios de reparación y postventa, servicios financieros, etc.) vinculados a la propia exportación de bienes.
La percepción, peor que antes de la pandemia
La macroeconomía sigue mostrando resiliencia pero el impacto de las crisis de la pandemia y de precios han marcado la calidad de vida de las familias. Esto queda patente en los datos de renta per cápita, que no crecen como el PIB, pero también en la propia percepción de los españoles. Un informe publicado por Funcas este miércoles revela que más de la mitad de las familias (55%) piensa que la economía española está en peor situación que antes de la pandemia, y solo un 20% opina que ha mejorado.
Dentro de la valoración más negativa sobre la situación de la economía española, el análisis revela que un 24% de los encuestados la califica como «mucho peor» y un 31% como «algo peor». Desde Funcas apuntan que a pesar del crecimiento del PIB y del empleo, la opinión pública «no acaba de percibir esta mejora de forma generalizada», y observan «un amplio consenso» sobre el deterioro del poder adquisitivo, la subida del coste de la vida y el incierto futuro de los jóvenes.
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