El Gobierno vasco se ofrece a acompañar a Aernnova como socio en la compra de ITP

Rolls ha recibido ya las manifestaciones de interés por parte de los grupos que quieren adquirir ITP, con el objetivo de iniciar en las próximas semanas una segunda fase. Previsiblemente, una negociación en la que participarían dos grupos candidatos. Tapia confirmó ayer que Aernnova lidera uno, algo que ya había trascendido días atrás, al tiempo que anticipó que «hay otra empresa vasca en otro grupo». Fuentes cercanas a algunas compañías vascas que se habían barajado como interesadas en este proceso han desmentido su participación. Es el caso de Sener y CAF.

Según fuentes consultadas por este periódico, un buen número de fondos de inversión han tocado a las puertas de diversas firmas vascas, de sectores variopintos, con el objetivo de convencerles para que formen parte de la oferta. Existan o no sinergias con ITP, este movimiento tan solo parece perseguir colocar un 'sello vasco' sobre el grupo que aspira a la compra.

La consejera Tapia se refirió ayer con detalle a la posibilidad de que el Gobierno vasco participe como accionista. «Ellos conocen nuestra voluntad de ayudar, colaborar y, si fuera necesario y pudiéramos garantizarlo, es nuestro interés, desde luego, tener esa participación, pero todavía es un poco temprano», dijo en referencia a las empresas vascas ligadas a este proceso de negociaciones. El Ministerio de Industria quiere que la venta de ITP sirva también para generar una «gran compañía» española en el sector aeronáutico.

De ahí que haya insistido para que Aernnova trate de conformar un grupo, que estaría compuesto también por fondos de inversión. Industria persigue que haya un proceso de consolidación en el sector y conseguir con ello una compañía de grandes dimensiones. Y el Gobierno central tiene la llave para poder presionar a Rolls en una dirección u otra, ya que debe autorizar el cambio de dueños, al estar la empresa ligada a los intereses de Defensa.

«Evidentemente, consideramos imprescindible que se mantengan en Euskadi, no solo la sede social y fiscal, sino las plantas productivas que existen en este momento con su incremento, sus posibilidades, su nivel de empleo y su posible crecimiento», señaló ayer Arantxa Tapia.

La consejera indicó que sería suficiente con que la presencia de empresas vascas en el accionariado de ITP -reforzada con la del Gobierno- supusiese un porcentaje significativo, «aunque difícilmente se alcanzaría la mayoría». En el caso de Aernnova es evidente que su capacidad financiera es muy limitada para poder asumir el papel de accionistas mayoritario en esta operación. Pero también se conoce que en el grupo que aspira a comprar ITP está uno de sus principales accionistas, el fondo Towerbrook, que garantizaría al menos una parte importante del esfuerzo financiero necesario para materializar la operación.

Sin embargo, anticipó la consejera, un porcentaje relevante junto a acuerdos entre accionistas pueden ser también un escudo suficiente para garantizar el mantenimiento del cuartel general de ITP en Euskadi. También para evitar que futuros movimientos de los fondos de inversión supongan un peligro de deslocalización.

La presidenta del comité de empresa de ITP, Iratxe Aurre, mostró ayer su «temor e inquietud» ante la posibilidad de que sea Aernnova la que adquiera la firma porque, indicó, «está mucho peor», en referencia a la situación de crisis que atraviesa la compañía con sede en el Parque Tecnológico de Miñano. Aurre indicó que, en cualquier caso, lo fundamental es «que se garantice el empleo en ITP». Por otra parte, el sindicato LAB destacó en tono positivo la decisión del Gobienro vasco de participar en el accionariado de ITP, pero exigió que de estar Aernnova en el grupo comprador se readmita a la totalidad de trabajadores que han sido despedidos de la factoría de Berantevilla, en un ERE que ha recibido el respaldo del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV).