El Gobierno vasco defiende flexibilizar el veto a los coches de combustión en 2035
Lakua activa la mesa sectorial de la automoción, en la que estudia junto a los fabricantes cómo hacer frente a los aranceles
En pleno debate entre la Comisión Europea y los fabricantes de automóviles sobre una posible modificación del plazo fijado en 2035 para vetar la venta ... de coches de combustión, el Gobierno vasco ha dado este lunes un respaldo explícito a la automoción. El consejero de Industria, Mikel Jauregi, se ha alineado con las demandas de un sector que atraviesa una situación delicada por su fuerte exposición a los aranceles internacionales y por la incertidumbre regulatoria que pesa sobre su futuro. Jauregi ha apoyado la necesidad de «flexibilizar» la fecha de 2035 para dar más margen de adaptación a empresas y trabajadores. Al mismo tiempo, ha reclamado un 'plan Renove europeo', tecnológicamente neutro, que permita impulsar la modernización del parque móvil sin imponer una única solución energética.
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El Ejecutivo autonómico reclama, en este sentido, que la hoja de ruta hacia la neutralidad tecnológica no excluya a los fabricantes de motores de combustión avanzados, capaces de garantizar altos niveles de eficiencia y bajas emisiones contaminantes. La idea no es frenar la transición, sino evitar que el marco regulatorio cierre puertas a soluciones intermedias que pueden contribuir a la descarbonización sin comprometer la competitividad del sector. El consejero Jauregi citó como ejemplo el 'plan Renove' puesto en marcha por su departamento y que no discrimina por tecnología, ya que permite acogerse tanto a vehículos de combustión tradicionales, como a híbridos convencionales, híbridos enchufables o eléctricos puros, siempre a cambio de achatarrar unidades con más de 20 años de antigüedad o que superen los 175 gramos de CO2 por kilómetro.
La prioridad del Gobierno vasco es evitar que la «situación de debilidad» que atraviesa la automoción –la actividad tractora del resto de sectores industriales del territorio– se deteriore aún más. El Ejecutivo autonómico comparte así la inquietud de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), que ya la semana pasada trasladó a la Comisión Von der Leyen su alarma ante lo que definió como una «tormenta perfecta»: una combinación de desaceleración de la producción y ralentización de la demanda de vehículos eléctricos. Un escenario que, además, se ve tensionado por los aranceles impuestos por Estados Unidos y por la creciente competencia de marcas chinas con precios más bajos, que presionan todavía más la rentabilidad de los fabricantes europeos.
En un escenario tan convulso, el Ejecutivo autonómico ha activado la mesa sectorial del automóvil, el foro con el que pretende articular medidas de apoyo a los sectores más golpeados por la ofensiva arancelaria. A la reunión acudieron representantes de Gestamp, Grupo Mondragon, Mercedes o CIE Automotive. El consejero Jauregi ha advertido de que el sector vasco sufre una «elevada exposición indirecta» por su fuerte integración en las cadenas de suministro de Francia y Alemania. Al mismo tiempo, recordó que existen 50 plantas de empresas vascas en México, que podrían actuar como válvula de escape gracias al tratado de libre comercio en vigor con Washington.
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