Euskadi ampliará las ayudas a las empresas más afectadas por la crisis de los aranceles

El consejero de Industria, Mikel Jauregi, ha explicado este martes por la mañana que a partir de septiembre iniciará una ronda de reuniones con los sectores más afectados para analizar cómo articular las nuevas líneas de apoyo. Esta vez no será a través del Grupo para la Defensa Industrial, que sirvió de marco común tras los primeros envites arancelarios, sino mediante mesas sectoriales específicas, diseñadas para abordar de forma individualizada la situación de cada ámbito productivo.

El Gobierno vasco comparte la visión de que cualquier barrera aduanera representa un «lastre» para la competitividad. Es un término que también utilizó este lunes Confebask, que reclamó una colaboración público-privada eficaz para afrontar una crisis cuyos efectos aún son difíciles de cuantificar. El consejero Jauregi, en cualquier caso, hace un llamamiento a la prudencia. Recuerda que todavía se desconoce la letra pequeña del acuerdo comercial y que habrá que esperar para comprobar qué aranceles se aplican a otros bloques económicos para evaluar la capacidad de la industria vasca para mantener su posición en los mercados internacionales.

El Ejecutivo autonómico, pese al golpe que supone este nuevo escenario comercial, subraya que al menos aporta un cierto grado de estabilidad. Las empresas vascas ya conocen con mayor precisión a qué barreras arancelarias deberán enfrentarse para operar en Estados Unidos, lo que les permite anticipar el impacto económico, ajustar sus estrategias comerciales y reorientar sus decisiones de inversión con mayor fundamento. La incertidumbre, que hasta ahora lastraba cualquier planificación, da así paso a un marco más definido, aunque claramente desfavorable.

La nueva línea de ayudas que el Gobierno vasco estudia poner en marcha se sumaría al plan de choque de 2.000 millones que activó en abril para ayudar a las empresas a hacer frente a la incertidumbre generada por los aranceles. Aquel programa incluía un paquete extraordinario de 450 millones en avales directos dirigidos a pequeñas y medianas empresas, una línea de crédito que ya está operativa y que se canaliza a través de Elkargi y las principales entidades financieras vascas.

Con el objetivo de responder a un escenario internacional cada vez más inestable, el Ejecutivo constituyó el pasado febrero la Alianza Financiera Vasca, una mesa de coordinación permanente con Kutxabank, Laboral Kutxa, BBVA, la Federación de EPSV y Elkargi. A través de este instrumento, Lakua busca impulsar inversiones que refuercen el atractivo del tejido empresarial vasco. El primer paso en esa dirección fue la movilización de 1.000 millones en deuda pública para financiar proyectos estratégicos en el territorio.

Sin embargo, ante un entorno geopolítico cada vez más complejo y volátil, el Gobierno quiere evitar que las medidas adoptadas se limiten a tapar agujeros de forma coyuntural. Por ello, el Ejecutivo de Imanol Pradales -que esta misma semana se encuentra en Estados Unidos para reforzar alianzas comerciales- prepara un nuevo paquete de 32 millones destinado a la internacionalización del tejido empresarial vasco. El objetivo es consolidar la presencia de las empresas en mercados estratégicos como América Latina, Asia y África, diversificando riesgos y asegurando nuevas oportunidades de crecimiento a medio y largo plazo.