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El poligono industrial Espíritu Santo, en Oviedo, ayer, tras las nuevas medidas decretadas por el Gobierno. J. V.
El Gobierno permite a Asturias recuperar la mayor parte de su actividad industrial

El Gobierno permite a Asturias recuperar la mayor parte de su actividad industrial

La siderurgia, la minería, las industrias de zinc y el sector químico pueden mantener la producción en el Principado

Manu Alvarez

Bilbao

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Martes, 31 de marzo 2020, 10:14

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El caos que comenzó el pasado sábado con el anuncio de que restricción de todas las actividades que no se considerasen esenciales y que continuó el domingo con las discrepancias internas en el Ejecutivo en torno a los sectores afectados, tiene ya un nuevo hito en Asturias. A petición del Ejecutivo regional, la delegada del Gobierno central en el Principado ha emitido una instrucción, en la que interpreta el decreto de paralización de actividades con una flexibilidad absoluta, para permitir que buena parte de las empresas asturianas recuperen el pulso. Este hecho se une a una orden ministerial emitida anoche por Sanidad, que permite a la totalidad de autónomos, salvo los que están ligados a los cierres de establecimientos recogidos en el decreto de declaración de estado de alarma, volver a desempeñar su profesión con normalidad.

Según ha podido conocer EL CORREO, el Departamento de Industria del Gobierno asturiano remitió ayer una extensa carta a la delegada del Gobierno del Principado, Delia Losa, en la que le sometía a su consideración una interpretación flexible sobre el decreto de paralización de actividades. Así, basándose en la ambigüedad en torno a los sectores considerados esenciales, a las referencias a los procesos continuos de producción y también al ya famoso artículo 4 que permite mantener una actividad «imprescindible», han llegado a concretar un amplio abanico de sectores e incluso de empresas que pueden retomar la producción. El Ejecutivo regional que preside el socialista Adrián Barbón, ha conseguido así que pueda funcionar con normalidad la siderurgia, las industrias de producción de zinc, plomo y estaño; la fabricación de cal; las empresas de reciclaje de residuos; las ligadas a la actividad química, cerámica, maquinaria de elevación e incluso la minería. Junto a ello también autoriza la actividad de todas las «empresas auxiliares» necesarias para que funcionen todas las vinculadas con esos sectores.

En la práctica, la decisión de la Delegación del Gobierno en el Principado ha tomado la iniciativa, al parecer con el respaldo del Ministerio de Industria, de reactivar los elementos fundamentales del tejido industrial de la región. El argumento de fuerza utilizado en este caso no está ligado a los hipotéticos daños económicos, sino a estar consideradas estas empresas como «esenciales».

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