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Alain Porto, Alain Mateo y Eriz Zárate, en las oficinas de ZM Algorithmic Systems en el Parque Tecnológico de Álava. Jesús Andrade
Mi gestor es una máquina
B-venture

Mi gestor es una máquina

La inteligencia artificial permite reducir el riesgo de las inversiones financieras ·

La 'startup' alavesa ZM Algorithmic Systems emplea la tecnología para detectar patrones enlos mercados y mejorar los beneficios

IRATXE BERNAL

Martes, 15 de octubre 2019, 01:28

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Incluso cuando tratamos de ser fríos y calculadores, nuestras decisiones pasan por los filtros de una serie de sesgos cognitivos de los que no nos podemos librar. A la hora de invertir, por ejemplo, el miedo a perder puede empujarnos a vender precipitadamente unas acciones cuando su precio empieza a bajar, sin pensar que quizá se trate de una caída fácilmente remontable en la siguiente sesión. La única manera de eliminar esos sesgos es prescindir del factor humano. Sin paliativos. Esto es, delegar la gestión de nuestro capital a las máquinas. Los robots ni se asustan ni se envalentonan. Tampoco se cansan ni se despistan, y apenas necesitan tiempo para realizar millones de cálculos.

Entramos en el terreno de la inteligencia artificial, que en el mundo financiero se puede utilizar de dos maneras. La primera, para automatizar determinadas acciones que antes hacía manualmente una persona pero que, siguiendo las mismas directrices, un algoritmo puede ejecutar con mayor rapidez. Por ejemplo, vender esas acciones a la baja cuando el precio llegue al valor que hemos marcado como nuestro tope tolerable de pérdidas.

La segunda posible utilización vendría de la mano de la analítica de datos ('big data') y la capacidad que la tecnología tiene de aprender con cada nuevo patrón que identifica, el 'machine learning'. Combinadas, permiten crear algoritmos capaces de entender cómo funciona un determinado mercado de valores para, en un momento dado, adelantarse a las previsibles variaciones y tomar las posiciones más ventajosas. Naturalmente es esta segunda aplicación la que mayor interés despierta en el sector, y es en la que han puesto sus ojos Eriz Zárate, Alain Mateo y Alain Porto a la hora de crear ZM Algorithmic Systems, una 'startup' «especializada en la creación de estrategias cuantitativas de inversión directa en el mercado», explican.

«El futuro tiene que ir sí o sí hacia una automatización de las decisiones de inversión y hacia la implementación de estas tecnologías por su capacidad para detectar patrones que los humanos no podríamos ver en tan poco tiempo como lo hace una máquina», asegura Zárate. «Nuestro algoritmo es capaz de leer cuarenta variables que influyen en el mercado y decir casi al instante quién está participando y determinar, juzgando por los comportamientos registrados hasta ese momento, si van a intentar que el precio del valor suba, por ejemplo», explica.

Pese a que el gran gancho de la tecnología es su capacidad para adelantarse a los movimientos de esos otros participantes en el mercado, Zárate prefiere evitar hablar de predicción. «Preferimos hablar de gestión del riesgo y las operaciones según se van produciendo. La predicción es muy difícil porque los mercados cada vez son más complejos, y en cuanto te vas cinco minutos cambia mucho la intencionalidad de esos otros inversores», aclara.

La 'startup' ya ha puesto su tecnología a disposición de entidades financieras y sociedades de inversión y ahora quiere llegar al pequeño ahorrador. «Aunque se lo ofrecemos a todo el mundo, nos dirigimos a un público que ya tenga un cierto conocimiento de los mercados. Lo que queremos es que los inversores no profesionales puedan llegar a utilizar las prácticas de los profesionales y puedan mover su dinero como ellos, pese a contar con un capital muy inferior al que sería necesario para acceder a determinados instrumentos. Sabemos que nos va a costar porque hablamos de algo aún muy poco conocido y porque en España somos muy conservadores a la hora de invertir. De hecho, si lo es la industria, con mayor razón lo va a ser el inversor particular que ya conoce muchos casos de gente que no ha hecho las cosas bien», reconoce.

Ese capital a partir del cual ya se pueden contratar los servicios de ZM son 10.000 euros. Con ese dinero se crea una sociedad anónima -individualmente o junto con otros ahorradores, en función de la inversión- que es la que abre una cuenta con un broker, en este caso Interactive Broker, que tiene a Citibank como depositario. Una vez depositado el dinero, se crea un usuario que se conecta con el algoritmo solo con permisos operativos. «Nosotros no podemos retirar el dinero. Ni tocarlo. Eso solo puede hacerlo el usuario, que además puede seguir al minuto desde su ordenador o su móvil la evolución de la inversión con total transparencia», aclara Zárate.

A l final de cada mes el algoritmo elabora un informe dando cuenta de los resultados de la gestión. Si hay beneficios, la 'startup' se queda con un 30%. «No cobramos ningún otro tipo de gestión ni comisión, ni siquiera procedente del broker. No ganamos nada si el cliente no gana», enfatiza Zárate, quien estará presente junto al resto de promotores de ZM el 29 y 30 de octubre en la cuarta edición de B-Venture, el mayor evento de 'startups' del norte de España. El encuentro, organizado por EL CORREO, contará con el patrocinio del Gobierno vasco, SPRI, la Diputación de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao; y la colaboración de Telefónica, Puerto de Bilbao, BStartup de Banco Sabadell, Laboral Kutxa, CaixaBank, BBK, Elkargi y la Universidad de Deusto.

ZM Algorithmic Systems

  • 50.000 euros facturarán en 2019 según contratos ya cerrados. En 2020 esperan llegar a los 200.000.

  • 30.000 euros es el capital social de la compañía aportado por los tres socios fundadores.

La clave

  • Eriz Zárate: «Preferimos hablar de gestión y no de predicción porque el mercado cambia cada cinco minutos»

Total disponibilidad del dinero

«No somos un fondo de inversión, sino una empresa de 'software'. Y como tal tenemos que advertir de que la aplicación de la inteligencia artificial aún tiene que mejorar. A nuestros clientes les recomendamos que aguanten la inversión uno o dos años porque los mercados cambian mucho y porque nosotros también queremos ir implementando las novedades que surjan. Por supuesto que no hay ningún compromiso de permanencia y se puede retirar el dinero antes si se quiere», subraya Eriz Zárate.

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