Gestamp gana 104 millones hasta septiembre, un 18% menos por la crisis de la automoción
La multinacional de componentes de coches reduce su deuda en más de 300 millones y mejora su rentabilidad en un contexto «adverso» e «incierto»
Gestamp, la multinacional vasca dedicada a la fabricación de piezas para la automoción, no ha sido capaz de eludir la crisis estructural en la que ... está inmersa el sector. Desde enero, el beneficio de la firma ha descendido un 18,1% hasta los 104 millones, frente a los 127 millones que ganó en los primeros nueve meses del año pasado. Una caída principalmente fundamentada en un entorno «adverso» y «complejo», marcado por la volatilidad de la penetración del vehículo eléctrico (especialmente en Europa) o la fluctuación de divisas, factores que propician perspectivas poco halagüeñas a corto plazo.
Así las cosas, hasta septiembre la facturación de la firma que preside Francisco J. Riberas alcanzó los 8.486 millones, lo que se traduce en un descenso del 5% respecto al año pasado. Y es que uno de los factores que más pesan sobre las cuentas del gigante vasco es la volatilidad actual que presenta el mercado de la producción de coches, desigual por regiones, ya que Asia está impulsando el mercado frente a una bajada significativa en Europa y Norteamérica. El problema está en que, precisamente, estas son las zonas donde Gestamp concentra su mayor volumen de negocio. Un problema que juega en contra de una empresa que en estos momentos ingresa cerca de 146 euros por cada vehículo producido en el mundo.
En Europa Occidental, el debilitamiento de industrias como la alemana (país donde varias de las empresas más grandes del sector han anunciado despidos masivos estas últimas semanas) está pasando factura. Observando los resultados remitidos este martes por la empresa a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la facturación en esta región ha caído un 5% hasta los 3.001 millones hasta septiembre. Pese a ello, la cifra de negocio se ha reducido aún más en otras regiones como Sudamérica (-10,4%), Asia (-8,3%) o Norteamérica (-7,2%). Eso sí, estas caídas se han visto compensadas en parte por el tirón que la firma ha experimentado en Europa del Este, con unas ventas que han crecido un 6% hasta llegar a los 1.418 millones.
Pese a la caída de las ventas, Gestamp ha demostrado su resiliencia, ya que la rentabilidad operativa ha crecido hasta un 11%, frente al 10,7% registrado a estas alturas del año pasado.
Acuerdo con Santander
Ante una coyuntura tan «compleja derivada de las incertidumbres regulatorias y la volatilidad de los volúmenes de producción», asegura Riberas, el foco de la compañía está centrado en «mantener y fortalecer nuestro perfil financiero en una industria en profunda transformación, mejorando la rentabilidad mediante rigurosa eficiencia operativa y un estricto control de costes», sobre todo a través de la optimización del endeudamiento.
En este sentido, la deuda financiera neta se ha reducido desde los 2.437 millones del tercer trimestre de 2024 a los 2.107 millones actuales, obteniendo así un apalancamiento de 1.6x deuda neta sobre el ebitda (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones). Se trata de la deuda neta más baja reportada por Gestamp en los nueve primeros meses del año desde su cotización en Bolsa. A ello ha contribuido enormemente el acuerdo que la empresa suscribió con Andrómeda Principal Investments, la sociedad inversora de Banco Santander, a finales de julio. Una operación en la que la entidad financiera inyectó 245,5 millones a cambio de una participación minoritaria en el capital de cuatro compañías propietarias de los activos inmobiliarios de Gestamp en España.
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