Un año de desafíos y oportunidades

2025 se presenta con retos tan evidentes como exigentes. La industria está en un momento crítico por diferentes factores económicos, sociales y geopolíticos. Estos desafíos requieren no solo de una rápida adaptación, sino también de un compromiso colectivo para recuperar competitividad. La solución pasa por impulsar la inversión en innovación, fomentar la formación continua y fortalecer un entorno que favorezca la evolución y sostenibilidad de las empresas.

Desde la industria estamos haciendo nuestros deberes. Trabajamos en la automatización y digitalización de los procesos productivos para implantar herramientas avanzadas de IA. Estas iniciativas incrementan nuestra competitividad y nos posicionan como referentes globales en nuestro sector. Además, invertimos significativamente en I+D y en la formación de nuestro talento, para ofrecer soluciones innovadoras para un entorno en constante cambio.

Pero tenemos que ir más allá. Es imprescindible que entidades públicas y empresas trabajemos en estrecha colaboración para eliminar barreras y promover la inversión. El respaldo institucional junto a la determinación empresarial son la clave para consolidar nuestro país como líder industrial europeo y al sector automovilístico como pilar estratégico de la economía.