Borrar
El economista francés Thomas Piketty AFP
Stiglitz y Piketty abogan por un tipo mínimo del 25% en Sociedades

Stiglitz y Piketty abogan por un tipo mínimo del 25% en Sociedades

También defienden el impuesto sobre las tecnológicas y la tributación sobre la riqueza y advierten contra las rebajas de impuestos en un contexto de deuda creciente

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Lunes, 15 de junio 2020, 17:01

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Los economistas Joseph Stiglitz, Thomas Piketty, José Antonio Ocampo y Jayati Ghosh, miembros de la Comisión Independiente para la Reforma de la Fiscalidad Internacional sobre las Empresas (ICRICT por sus siglas en inglés), han presentado esta tarde un paquete de medidas impositivas para financiar la respuesta y la recuperación económica tras el coronavirus.

La propuesta pasa por cinco puntos principales: la aplicación de un tipo impositivo más alto a las grandes corporaciones que operan en sectores oligopolizados con tasas de rendimientos excesivas; el establecimiento de una tasa impositiva corporativa mínima efectiva del 25% en todo el mundo para detener de la erosión de las bases fiscales; la introducción de impuestos progresivos a los servicios digitales sobre las rentas capturadas por las compañías multinacionales; la publicación de informes país por país de todas las compañías que se benefician del apoyo estatal; y la publicación de datos sobre riqueza para permitir que todos los países puedan establecer impuestos progresivos sobre el patrimonio de sus residentes y para poder analizar las tasas efectivas de los impuestos sobre la renta de los contribuyentes con mayores ingresos.

Thomas Pikkety, autor de «El Capital en el siglo XX», ha defendido durante la presentación del informe que la reforma fiscal se tiene que abordar de manera integral, teniendo en cuenta la tributación de las empresas, pero también de los grandes patrimonios. Además, ha recordado que los problemas de deuda que afloraron después de la Segunda Guerra Mundial se resolvieron con impuestos más progresivos y más elevados de los que ahora se aplican sobre las personas y las empresas, al tiempo que durante esos años se logró también reducir la desigualdad social.

En un contexto como éste, ha afirmado Pikkety, hay que reorganizar el sistema tributario para poder afrontar un mayor volumen de deuda. A juicio del economista francés, no es posible bajar los impuestos siempre y a todo el mundo. Por ello, ha abogado por elevar la carga fiscal a los actores económicos más grandes y, de hacerlo, rebajarla sólo a las clases bajas y medias.

En particular respecto al Impuesto de Sociedades, el premio nobel Joseph Stiglitz apuntó que ese 25% que se propone como nivel mínimo en todos los países refleja la tasa tributaria media que pagan las pequeñas empresas porque tienen más difícil rebajar su factura fiscal.

El grupo de economistas que ha elaborado el informe es también partidario de poner en marcha tipos progresivos en Sociedades, con objetivo de que se apliquen tasas más altas a las empresas grandes, sobre todo monopolios y oligopolios, y tipos más bajos a pequeñas empresas en sectores más competitivas.

En este sentido, los economistas han destacado, además, cómo durante la pandemia hay ciertas empresas que se están beneficiando de las circunstancias que ha ocasionado, como las empresas que se dedican al comercio electrónico. Sugieren, por tanto, que las tasas impositivas que sobre ellas se apliquen puedan financiar los costes públicos y privados de la Covid-19.

En su conjunto, el informe afirma que la reducción del Impuesto de Sociedades, que desde ciertos foros defienden que serviría para estimular la reconstrucción y la inversión, no sería «ni económicamente efectiva ni socialmente deseable». Por el contrario, quienes han elaborado el documento demandan que se refuercen los impuestos sobre las empresas, se construyan sistemas más progresivos, se eleve la transparencia de las multinacionales y haya mayor cooperación internacional en materia tributaria. Para José Antonio Ocampo, ex ministro de Economía de Colombia, la rebaja de los impuestos sólo provocaría una reducción de los ingresos públicos, algo que ahora no es deseable.

En particular en el caso de la tributación de las empresas, en el caso de que haya países que la recorten, existe el riesgo de que se reanude la competencia fiscal para atraer inversión extranjera. A juicio de Stiglitz, éstas serían prácticas «inmorales» e «inequitativas».

De acuerdo con el informe, ni siquiera mantener las reglas fiscales actuales será suficiente para afrontar la financiación de los costes de la pandemia. Con la caída de los beneficios (a excepción, quizás, de las grandes multinacionales tecnológicas y los proveedores de material médico), también se reducirán los ingresos fiscales procedentes de las empresas. Y lo mismo se espera que ocurra con la recaudación del IVA o del impuesto sobre la renta, por la reducción del consumo y el aumento del paro. Con ello, se prevé que, a nivel global, los ingresos fiscales probablemente caigan más que en la crisis que se extendió entre 2007 y 2009, cuando el descenso fue de un 11,5%.

Ocampo afirmó que éste no es un contexto en que haya que aplicar austeridad, sino que se mostró partidario de incrementar el gasto, tanto el sanitario como otros.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios