La OCDE propone una 'tasa Google' común para gravar a los gigantes digitales

Así, el organismo desveló este miércoles una «propuesta unificada» para llevar a cabo una reforma de las normas y principios fiscales que han regulado las relaciones comerciales internacionales durante los últimos cien años. «Los beneficios de una empresa ya no pueden circunscribirse solo en función de la presencia física», revela el informe. Con esta medida, que pretenden aprobar en 2020, los gobiernos tendrán un «mayor margen de actuación» para gravar las actividades de gigantes tecnológicos como Google, Apple, Facebook o Amazon, que obtienen ingresos en multitud de países del mundo pero actualmente pagan solo donde tienen su sede, lo que resulta discriminatorio para el resto de empresas.

Fue el G20 quien le dio a la OCDE la tarea de reformar la fiscalidad internacional a corto plazo. El organismo presidido por el mexicano Ángel Gurría someterá a consulta pública esta propuesta durante el mes de noviembre para poder alcanzar un acuerdo a principios de 2020. Si no es así y la solución se dilata en el tiempo, «aumentaría el riesgo de que los países actúen unilateralmente», lo que traería consecuencias «negativas» para la economía global, señaló Gurría.

El plan planteado por la OCDE reúne propuestas de los 130 países que conforman el organismo, con ideas de gobiernos, empresas y sociedad civil, según aseguró el secretario general. «Este plan nos acerca al objetivo final de garantizar que todas las multinacionales paguen su parte justa», afirmó.

Algunos de los implicados ya se han posicionado. Es el caso de Amazon, que emitió un comunicado en el que «da la bienvenida» a las propuestas publicadas por la OCDE al considerarlas un «importante paso adelante». En su opinión, llegar a un amplio acuerdo internacional es «fundamental» para «limitar el riesgo de la doble imposición y medidas unilaterales distorsionadoras».

Lo que no se ha establecido es el tipo por el que tributarán estas empresas. En España, el plan era gravar con un 3% los servicios de publicidad online y la venta de datos. Las compañías afectadas eran aquellas que facturaran 750 millones de euros a nivel global y 3 millones en territorio nacional.

España intentó ser pionera en la aplicación de este impuesto. El exministro de Hacienda Cristóbal Montoro fue el primero en hablar de esta medida, que retomó después María Jesús Montero en su plan de Presupuestos para 2019, que finalmente no vieron la luz. La nueva tasa no se tramitó en el Congreso y su plan de recaudar 1.200 millones solo con este impuesto este año, se ha quedado en nada.

A pesar de este optimista plan recaudador, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) rebajó la capacidad de recaudación del impuesto sobre determinados servicios digitales a una horquilla de entre 546 y 968 millones. El Consejo de Ministros aprobó los impuestos a las tecnológicas y a las transacciones financieras ('tasa Tobin') el 18 de enero, pero la tramitación parlamentaria les suponía la entrada en vigor, como mínimo, en mayo. La convocatoria de elecciones paralizó el proceso y ahora el nuevo Gobierno tendrá que retomar la medida desde el principio.