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España ensambló 2,37 millones de coches a lo largo de 2024, lo que supone una caída del 3,1% respecto al ejercicio anterior. Un ... síntoma que bien puede estar motivado por la grave crisis que atraviesa el sector europeo de la automoción, que durante todo el año se ha visto lastrado por las dificultades que presenta la transición hacia la electromovilidad o por el impacto que ha supuesto la competencia de mercados como el chino.
Sea como sea, las grandes fábricas nacionales han tenido un peso muy importante en este descenso. La de Mercedes-Benz ubicada en Vitoria es una de ellas, ya que ha reducido su producción en un 23,6% durante este último año, frente a las 157.000 unidades que ensambló en 2023, que supuso un récord histórico. Aun así, es importante matizar que la planta está llevando a cabo un proceso de renovación, ya que la marca alemana ha invertido 1.000 millones de euros en ella para crear desde principios de 2026 la furgoneta eléctrica VAN.EA, una gran apuesta a futuro.
Otra fábrica que ha acusado un notable descenso es la de Ford, situada en Almussafes (Valencia). Si en 2019 llegó a producir 360.000 unidades, este último año apenas ha alcanzado las 121.000. Mientras tanto, el grupo Stellantis sigue liderando la producción nacional, con 980.000 coches repartidos en las tres plantas que tiene. Aun así, la cifra ha descendido un 2,3% respecto a 2023.
La caída de producción general no se entendería sin los vehículos comerciales e industriales, cuya fabricación se ha reducido de forma considerable, concretamente un 15,8%. Por lo tanto, durante 2024 se han ensamblado 458.260 vehículos de este tipo. La caída nacional resulta un tanto paradójica, porque los turismos, el tipo más fabricado, sí que han aumentado su producción en un 0,6% hasta 1,92 millones de unidades. Todo ello ha generado que al finalizar el año España haya perdido el octavo puesto en la fabricación mundial de coches, superado por Brasil.
El número de vehículos enviados al extranjero fueron 2,12 millones, es decir, un 4% menos que en 2023, a pesar del arreón de un diciembre en el que las exportaciones crecieron un 1,9% hasta las 134.813. En cualquier caso, es el principal motor que mueve a la industria automovilística española, ya que el 89,4% de todas las unidades fabricadas en el país aterrizan fuera de las fronteras nacionales. Europa sigue manteniéndose como el mercado principal con una cuota del 93,1% de las exportaciones. Francia continúa liderando la primera posición y ha incrementado sus pedidos en un 8,5%. Le siguen Alemania (-1,8%) y Reino Unido (-4,7%) en tercera posición.
Los datos de Anfac evidencian que este año ha sido especialmente negativo para el vehículo electrificado, cuya cuota de producción ha disminuido en 2,9 puntos hasta situarse en el 8,5% del total. Se produjeron 202.555 vehículos, de los cuales 114.787 fueron eléctricos puros y 87.768 fueron híbridos eléctricos enchufables. «Observamos con cierta preocupación como la producción de vehículos electrificados se ha reducido respecto al año anterior», advierte José López-Tafall, director general de Anfac. Después de señalar que «claramente ese no es el camino», ha subrayado que «todos, sector y administraciones públicas, estamos haciendo un gran esfuerzo por cambiar la oferta y recuperar el nivel de la demanda» de estos vehículos. Respecto al resto, destaca el aumento interanual del 38,8% de la producción de los vehículos de cero y bajas emisiones, llegando a las 707.033 unidades.
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