Un operario de la automoción, uno de los sectores más afectados por la crisis arancelaria E.C.

Las exportaciones vascas sufren un desplome histórico en agosto lastradas por la crisis de la automoción

Los envíos al exterior registran una caída del 29% en el primer mes con el acuerdo EE UU- UE en vigor

Jueves, 23 de octubre 2025, 10:29

Los efectos de la rocambolesca andanada arancelaria desatada por Donald Trump ya se hacen notar en Euskadi. Tras meses en los que las estadísticas ofrecían ... una imagen distorsionada por los envíos comprometidos y por empresas que vendían incluso a pérdidas a la espera de ver cómo concluía la negociación, los peores pronósticos se han confirmado. El primer mes de aplicación del acuerdo comercial entre Bruselas y Washington –que fija barreras aduaneras genéricas del 15%– ha dejado un golpe histórico. En agosto, las exportaciones vascas se desplomaron un 29% respecto al mismo mes del año anterior. Es el mayor retroceso registrado en estas fechas desde que existen estadísticas.

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En un territorio donde la internacionalización empresarial constituye un pilar del crecimiento, con un tejido productivo estrechamente ligado a los mercados globales, este retroceso reaviva el temor a una desaceleración si se prolonga en el tiempo. Llega, además, a poner en duda las propias previsiones del Gobierno vasco, que confía en la resiliencia de la economía para mantener un avance cercano al 2,2% en este ejercicio gracias a su «capacidad de adaptación» frente a las incertidumbres internacionales.

Lo que hasta hace poco parecía un acuerdo difuso –sellado entre Ursula von der Leyen y Donald Trump en los campos de golf escoceses del magnate– empieza ahora a plasmarse en cifras. A los aranceles genéricos del 15% se suman un 27,5% para la automoción y un 50% para el acero y el aluminio. Este castigo arancelario ha hecho que Euskadi pase de exportar bienes por valor de 2.123 millones de euros en agosto de 2024 a 1.508 en el mismo mes de este año. Una caída que pone en evidencia los límites de los planes de choque institucionales, incapaces de amortiguar el impacto.

Lo que hasta hace poco parecía un acuerdo difuso –a los aranceles genéricos del 15% se suman un 27,5% para la automoción y un 50% para el acero y el aluminio– empieza ahora a plasmarse en cifras. Las empresas llevaban tiempo advirtiendo de la crudeza de una realidad que hoy se confirma, ya que el arancelario ha hecho que Euskadi pase de exportar bienes por valor de 2.123 millones de euros en agosto de 2024 a 1.508 en el mismo mes de este año. Una caída que pone en evidencia los límites de los planes de choque institucionales, incapaces de amortiguar un golpe que sacude a todas las economías.

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El sector más golpeado por esta andanada arancelaria es la automoción, motor de la economía vasca y auténtico tractor del resto de actividades. Aunque las exportaciones lograron resistir durante los meses posteriores a que Trump activara en abril su tómbola arancelaria gracias al efecto salvavidas de Mercedes, ha sido precisamente el frenazo de la planta alavesa el que ha acabado arrastrando al conjunto. Sus ventas al extranjero se redujeron prácticamente a la mitad, pasando de 81 millones en agosto del año pasado a apenas 41 millones en el mismo mes de este ejercicio.

El resto de partidas vinculadas a la automoción corrieron una suerte similar y sufrieron una contracción significativa. Las exportaciones de neumáticos se desplomaron un 54,3% – hasta los 31 millones–, mientras que las de componentes de automóviles retrocedieron un 31,4%, hasta situarse en 122. Se trata de descensos generalizados en todo el continente, donde el sector ya advierte de inminentes ajustes de plantilla. En el caso vasco, además, el golpe es mayor debido a la fuerte exposición de Euskadi a Alemania y Francia, economías que atraviesan una clara ralentización.

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Golpe a la siderurgia

Los peores pronósticos también se han cumplido en la siderurgia. El sector, que tiene a Estados Unidos como su tercer cliente, lleva meses reclamando a Bruselas un escudo comercial que le permita protegerse no solo de los aranceles de Trump, sino también del riesgo de que, con el mercado norteamericano cerrado, China inunde Europa con acero 'low cost'. La UE reaccionó hace dos semanas a esta última amenaza elevando al 50% las barreras aduaneras a la entrada de estos metales, en línea con las que aplica Estados Unidos. Una decisión que, confía el clúster vasco, pueda servir para que Washington relaje sus restricciones a los productos europeos, dado que la industria estadounidense carece de capacidad suficiente para abastecer toda su demanda interna.

La inquietud está más que justificada en un sector que, en gran medida, se refugia en los ERTE mientras observa cómo referentes históricos, como Tubos Reunidos, se han visto obligados incluso a paralizar su producción en Estados Unidos ante la falta de visibilidad. Todo ello en un contexto marcado por el desplome del 55% en las exportaciones de tubos. El resto del sector también sufrió en agosto un golpe notable, aunque menos severo que el encajado por la automoción. Las ventas al exterior pasaron de 268 millones en agosto de 2024 a 251 millones en el mismo mes de este año, lo que equivale a una contracción del 6,3%.

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Desplome Estados Unidos

El retroceso ha sido especialmente acusado en el mercado norteamericano, el cuarto destino de las ventas de las empresas vascas. En apenas un año, las exportaciones a Estados Unidos pasaron de 192 millones de euros en agosto de 2024 a apenas 85 millones en el mismo mes de 2025, lo que supone un desplome del 55,9%. Un golpe de enorme calado –que en España se reduce una reducción del 30%– para compañías que tenían en este mercado un pilar de crecimiento y que ahora se ven forzadas a acelerar la búsqueda de alternativas en otros destinos internacionales para amortiguar el impacto.

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