El PNV exhibe su división sobre la eliminación del Impuesto de Patrimonio
Bizkaia y Álava piden revisar la fiscalidad para evitar más fugas de patrimonios, pero el Gobierno vasco y Gipuzkoa apelan a la recaudación
Siempre que se habla de introducir cambios en la fiscalidad se producen movimientos sísmicos. Es como si se abriera una caja de pandora: se enfrentan ... los que abogan por mantener el 'estatus quo', en la confianza de que así se sostendrán los ingresos por recaudación; y los que apuestan por introducir cambios para evitar precisamente que se pierdan esos valiosos ingresos fiscales. En esta ocasión, todas las administraciones vascas implicadas están gobernadas por el PNV –que ocupa las cuatro carteras de hacienda–, lo cual no es impedimento para que las posiciones de partida sean divergentes en plazos y en el fondo de la cuestión. Mientras que las diputaciones de Álava y Bizkaia plantean una revisión de la fiscalidad ligada a no perder los grandes patrimonios, a la vista de que han huido hacia comunidades más amables como Madrid, la de Gipuzkoa y el Gobierno vasco se inclinan por mantener la estructura actual y enfocar la revisión tributaria al conjunto de las figuras fiscales.
Si el primero en abrir el melón fue el diputado de Hacienda de Bizkaia, José Maria Iruarrizaga, al reconocer que se había detectado fuga de contribuyentes con altos patrimonios hacia otras comunidades con una presión fiscal inferior, ayer le tocó el turno al consejero de Hacienda del Gobierno vasco, Pedro Azpiazu, que intervino en el Forum Europa. Para introducir el tema fiscal, Azpiazu evitó mencionar a sus compañeros de Álava y Bizkaia, vinculando el debate con las peticiones del PP, pero sin rehuir el fondo del asunto. Cuestionó que «se pida bajar impuestos, pero a la vez mantener la calidad de los servicios públicos». Argumentó que en materia fiscal «nadie tiene una varita mágica para hacer milagros» y recordó que el Gobierno «necesita dinero para hacer cosas».
Tras pedir «responsabilidad» al hablar de reducciones impositivas, recordó que únicamente Madrid y La Rioja tienen el Impuesto de Patrimonio más bajo que Euskadi y advirtió que, si finalmente se toma la decisión de eliminarlo, «habrá que ver cómo afecta a la recaudación y a las políticas públicas».
La apelación al sostenimientos de los ingresos para el mantenimiento del gasto social también es el argumento del diputado de Hacienda de Gipuzkoa, Jabier Larrañaga, que la semana pasada manifestó que el debate «no es Impuesto de Patrimonio sí o Impuesto de Patrimonio no, sino cómo sostener el modelo de bienestar» del País Vasco.
Sin embargo, el matiz para Bizkaia y Álava diverge en los ritmos y en las figuras. El diputado general vizcaíno, Unai Rementeria, llegó a abogar por hacer un esfuerzo para «repescar» a los contribuyentes que se han fugado del País Vasco en busca de una fiscalidad más ventajosa, porque su salida ha supuesto una merma de ingresos «no sólo en Patrimonio, sino principalmente en el IRPF».
Actualmente en Euskadi el efecto combinado del IRPF y Patrimonio eleva la tributación anual de las rentas más altas hasta el 65% de sus ingresos, cuando en comunidades como Madrid, al estar bonificado Patrimonio y tener un tipo inferior en IRPF, la tributación máxima queda limitada al 43,5%, a lo que hay que sumar mayores bonificaciones en el Impuesto sobre Sucesiones. Desde Álava, el diputado general, Ramiro González, concretó la reflexión «sobre el mantenimiento del Impuesto de Patrimonio», que prácticamente no existe en el resto de Europa.
A pesar de todos estos matices, desde el PNV no aprecian divergencias entre los titulares de las haciendas de las tres diputaciones y el Gobierno. Un portavoz remarcó ayer que de ninguna manera se va a entrar ahora en una reforma fiscal. Reiteró en este sentido que el pacto alcanzado en 2017 entre PNV y PSE –que cogobiernan las principales instituciones– y el PP fija 2020 como el año para revisar todo el marco fiscal, no antes, y será entonces cuando se decida si se mantiene la regulación actual o se introduce alguna mejora.
Desde otra perspectiva, y como era de esperar, el presidente de Confebask, Eduardo Zubiaurre, pidió ayer la supresión del Impuesto sobre Patrimonio. Es, dijo, una «anomalía» que desincentiva la inversión, el emprendimiento y la atracción de talento.
A favor
José María Iruarrizaga | Diputado de Hacienda de Bizkaia
«Hay contribuyentes que se están marchandoa otras comunidadespara pagar menos»
Ramiro González | Diputado general de Álava
«España es el único país de Europa en el que se mantiene Patrimonio»
Unai Rementeria | Diputado general de Bizkaia
«No solo es perder lo que pagan por Patrimonio, sino también por IRPF»
En contra
Jabier Larrañaga | Diputado de Hacienda de Gipuzkoa
«El debate no es Patrimonio si o no, sino cómo sostener el bienestar»
Pedro Azpiazu | Consejero de Hacienda
«Piden bajar impuestos y que se presten los mismos servicios públicos»
La ministra Montero aboga por reinplantar el tributo en Madrid
Para el Gobierno socialista de Pedro Sánchez la competencia fiscal abierta entre las autonomías resulta perniciosa, a pesar de responder a la estrategia consolidada por los ejecutivos tanto de PP como de PSOE de ir transfiriendo competencias fiscales a las comunidades de régimen común, las no forales. Pero ante la ya evidente guerra autonómica, liderada por la Comunidad de Madrid que encabezan los populares, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha anunciado una revisión fiscal para que paguen más los grandes contribuyentes –en IRPF, Patrimonio y Sucesiones–. Esto implicaría una uniformización por arriba de la fiscalidad de esas comunidades con el fin de evitar «tanta ingeniería» de los más ricos y la competencia entre autonomías. «Madrid debe contribuir más porque se beneficia del efecto capitalidad, de tener a las grandes empresas con sus sedes allí», recalcó.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión