Euskadi rebajó el pago del Cupo de 1.001 a 724 millones en 2021 por las compensaciones

El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu, dio cuenta de las principales cifras sobre el destino institucional de los 15.962 millones de euros recaudados por las diputaciones en materia de impuestos. Una cifra que superó en un 14,4% el registro de 2020. Fue gracias «no solo a la recuperación de la economía, sino también a algunas cuestiones excepcionales». Entre ellas, destacó el pago a la Diputación de Bizkaia por parte de la Agencia Tributaria de una vieja deuda en materia de IVA -procedente de una disputa sobre la tributación de unos depósitos de distribución de combustibles que existen en el Puerto de Bilbao-; así como por el ingreso de algunos aplazamientos que se habían concedido en 2020, en plena expansión de la pandemia.

El récord de recaudación ha permitido a las administraciones vascas contar con 1.720 millones de euros más de lo que habían consignado en sus presupuestos para 2021, elaborados en la recta final del año anterior. Para el Gobierno vasco, que se lleva 70 de cada 100 euros que se recaudan en Euskadi por impuestos, ha supuesto una inyección extraordinaria de 1.200 millones.

Azpiazu recordó que el pasado año también se produjo la liquidación del Cupo de 2020 y el pago de la cantidad correspondiente a 2021, aunque en este último caso con un carácter aún provisional. El saldo ha sido muy positivo para las arcas vascas, ya que en las sumas y restas de los dos últimos años apenas se han abonado 724 millones.

La clave, según apuntaron fuentes del Ejecutivo vasco, es que la liquidación de 2020 permitió no solo no abonar dinero adicional al Estado, sino incluso recibir un total de 277 millones de euros de compensación. Las mismas fuentes añadieron que este hecho se produjo porque se liquidaron traspasos de fondos al País Vasco para financiar las políticas activas de empleo, así como la atención a la dependencia. En 2021 el pago provisional que correspondía era de 1.001 millones de euros; de ahí que la compensación de la cantidad a recibir en el año anterior ha permitido que las entregas de fondos de Euskadi se hayan limitado a esos 724 millones.

Por otra parte, el Consejo de Finanzas estableció el reparto del denominado Fondo General de Ajuste, en esta ocasión dotado con 80,7 millones de euros y que irá a parar de forma íntegra a la Diputación de Álava. Este fondo trata de equilibrar los recursos disponibles en aquellas diputaciones que no hayan podido cumplir en el ejercicio sus objetivos de recaudación de impuestos.

Por otra parte, el consejero Azpiazu insistió en la necesidad de hacer un esfuerzo este año en las inversiones públicas, antes de que lleguen las limitaciones de la UE al endeudamiento de las instituciones. La inversión pública, subrayó, «es fundamental para garantizar el relanzamiento de la economía», al tiempo que pidió a las autoridades comunitarias flexibilidad a la hora de establecer nuevos límites al déficit. En cualquier caso, dijo estar tranquilo en torno a las previsiones de incremento de los tipos, tras señalar que la mayor parte de la deuda del Gobierno vasco es a tipo fijo.

Cuestionado sobre la prometida revisión de la fiscalidad vasca, el consejero se mostró cauto y recordó que la idea es realizar un análisis a lo largo de este año «para hacer cambios en el caso de que se considere necesario». Todo apunta a que, de llevarse a cabo, estos serán mínimos: el diputado general de Bizkaia, Unai Rementeria, abogó por «mantener cierta estabilidad» en la normativa tributaria para favorecer el crecimiento económico.