Euskadi se prepara para acoger las primeras baterías de almacenamiento de energía
El Ejecutivo autonómico aprueba la construcción de 17 grandes 'pilas' en Barakaldo, el proyecto más avanzado de este tipo en el País Vasco
Laura González
Miércoles, 2 de julio 2025, 01:04
Tras el gran apagón que sufrió la Península Ibérica el pasado 28 de abril se ha puesto sobre la mesa la imperiosa necesidad de aumentar ... de manera cuantiosa la capacidad de almacenamiento de energía, siendo esta tarea una de las principales asignaturas pendientes en la hoja de ruta energética tanto del Gobierno central como del autonómico. En este escenario, los grandes depósitos en forma de baterías están llamados a impulsar el sector, proporcionando un mejor aprovechamiento de la energía. Estos centros de almacenamiento de electricidad (llamados en argot técnico 'bess') jugarán un papel muy relevante y Euskadi ya se prepara para su desembarco, con Bizkaia como avanzadilla.
Y es que al margen de la iniciativa de Iberdrola que construyó una 'pila' en los alrededores del parque eólico del monte Oiz de 3,5 MW de potencia, a principios de 2024 se contabilizaban ya cuatro peticiones de empresas independientes para poner en marcha sus instalaciones en el territorio. Detrás de las dos primeras, en Barakaldo y en Güeñes, está la empresa madrileña Bess Development, relacionada con la familia Benjumea, antiguos directivos de Abengoa, que están dispuestos a invertir unos 60 millones de euros (28 y 31, respectivamente). La de la localidad fabril es la que está más avanzada y de hecho es el proyecto de estas características más maduro en estos momentos en Euskadi.
Con el visto bueno ambiental, la licencia de actividad municipal y algunas modificaciones no sustanciales respecto del anteproyecto original, acaba de recibir del departamento de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad del Gobierno vasco la autorización administrativa de construcción. Bajo el nombre de 'Bess Retuerto' sus promotores instalarán 17 grandes contenedores, con una capacidad de almacenamiento energético de 81,20 megavatios hora.
Se trata de enormes baterías de de litio ferrofosfato (LFP) capaces de conservar gran cantidad de fluido eléctrico. Su funcionamiento pasa por cargarse durante los momentos de gran producción para inyectar después a la red la energía guardada en el momento que hay picos de escasa o nula generación. Pueden estar ligados a parques eólicos y solares, o coger energía de la red eléctrica y almacenarla hasta que su uso sea necesario. En este caso, a falta todavía de lo que sucederá con el parque eólico proyectado en el Argalario, y de los otros dos molinos que se quieren colocar entre Barakaldo y Alonsotegi, lo que se sabe es que las baterías, que irán en una parcela sin uso de 2.700 metros cuadrados en el barrio de Retuerto, junto a la carretera N-634 y cerca del campo de fútbol de Ibarreta, inyectará la energía a una subestación cercana a través de una línea subterránea.
Para 2028
Esta infraestructura, que contará con una potencia instalada de 24 megavatios, tiene un plazo de tres años para su puesta en marcha, por lo que debería estar lista en 2028. En el caso del centro de almacenamento de Güeñes, que tendrá la misma capacidad que la de Barakaldo, en febrero recibió el visto bueno ambiental. En plena tramitación se encuentran otras dos solicitudes en Bizkaia, una en Lezama, con la familia Benjumea también detrás, y otra en Santurtzi, en el límite con Portugalete, de la empresa sevillana Enigma Green Power, con varios parques eólicos en Euskadi en proyecto.
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